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Voto de Luis Guillermo Cardona:
5
Western Dos jinetes llegan a Dodge City persiguiendo a un hombre. Es el Día de la Independencia, y la gente se arremolina en torno al premio del concurso de tiro, un rifle único: el Winchester 73. Lin McAdam, uno de los forasteros, gana el concurso, pero uno de sus contrincantes se lo roba y huye. El rifle va pasando de mano en mano: de un traficante de armas a un jefe indio y después a un forajido. Mientras tanto, continúa la persecución. (FILMAFFINITY) [+]
14 de octubre de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fusil Winchester ’73, fue una copia y mejora del fusil Henry (patentado en 1860) que la misma empresa, Winchester Repeating Arms Company, fabricara en otra de sus filiales. Al convertirse en un fusil de repetición con acción de palanca -lo que evitaba el tener que volver a cargar luego de cada disparo-, al Winchester ’73 se le conoció como, “El arma que conquistó el oeste”, aunque esta afirmación es inexacta, pues, la primera Conquista del Oeste e incluso la Guerra de Secesión (1861-1865), se llevaron a efecto con otros fusiles de tiro rápido.

El cine se encargaría, luego, de engordar la fama de este arma que entraba a fortalecer la carrera armamentista en que la que ya se habían embarcado los Estados Unidos de Norteamérica, y muchas películas western lo tomarían como símbolo del poder blanco en el arrasamiento de las poblaciones indígenas.

El llamado, Winchester ´73, había tenido un primer modelo en 1866, pero, el modelo 1873, incluía un cajón con mecanismos de acero y un poderoso cartucho, .44-40, accionable con percusión central… sin embargo, pronto las competidoras, Sharps y Remington, sacaron sus propios modelos con los que mejoraban la acción articulada y esto llevó a que, el Winchester ’73, no fuera el rey del mercado.

La película del director, Anthony Mann, rodada en 1950, pareciera pagada por la Asociación Nacional del Rifle, para promocionar una nueva reaparición del famoso Winchester, pues, desde el título ya huele a ‘publicidad cinematográfica pagada’… y para corroborar que no es simple especulación, la historia, en pleno, tiene como protagonista a un rifle de esa marca que pasa de mano en mano… y cada quien (con apenas alguna excepción) le rinde culto y lo asume como si fuera un tesoro. Curiosamente, en el momento cumbre estará en manos del menos afortunado, con lo que se demuestra que, más que el arma, lo que cuenta es la destreza del que la usa.

El filme, ambientado en Dodge City, Kansas, 1876, cuenta la “historia” de un hombre llamado, Lin McAdam (James Stewart), quien participa en un concurso de tiro al blanco con rifle Winchester, siendo su principal rival un hombre que se hace llamar, Dutch Henry Brown, tan hábil como él, pues, los formó el mismo maestro, y con un odio recíproco que hace presentir que, cada uno, espera la ocasión de acabar con el otro. El resto del filme, ¡pocón pocón con el manoseado rifle!, y me motivó a darle la razón a la actriz, Shelley Winters (Lola), cuando un día, refiriéndose a la película, dijo: "Tienes a todos esos hombres corriendo para conseguir ese maldito rifle, en lugar de perseguir a esa hermosa rubia que era yo”.

Excepción de una atractiva fotografía y la grata ocasión de reencontrarse con un apreciado grupo de actores que incluyó a Dan Duryea, Rock Hudson (casi irreconocible con su nariz aguileña), Tony Curtis (sembrando sus primeros pinitos), Will Geer, Stephen McNally y otros, <<WINCHESTER ‘73>>, es un filme sobrevalorado que no merece estar entre los clásicos del western.
Luis Guillermo Cardona
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