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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Romance Después de que su marido fuera asesinado por la mafia, Rose tiene que ganarse la vida fabricando flores artificiales. Frank, un amigo de su vecina logrará conseguir su cariño aunque su hija Mary es muy celosa y contraria a su relacion con esa mujer, a canbio Ralphie el hijo de Rose, que està encerrado en una granja de trabajo se alegrarà mucho por la felicidad de su madre.(FILMAFFINITY)
6 de mayo de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Rosa Bianco le han asesinado a su esposo y ahora ha quedado con un hijo al que ha tenido que llevar a un reformatorio porque se le estaba saliendo de las manos. No obstante, ser la viuda de un gánster, sus vecinos la siguen queriendo, pero ella se ha entregado a la pena… y sólo el hacer flores artificiales pareciera su consuelo.

También Frank Valente ha quedado viudo tras diez años de luchar con la enfermedad mental de su esposa. Ahora vive con su hija Mary, la cual se desvive por él, de tal manera, que está poniendo en vilo la relación con su prometido.

A Frank le gusta Rosa, a la que llama La Orquídea Negra, pero no las va a tener fácil para conseguir que ella le abra las tres puertas… la de su casa y la de su corazón.

Romance all’taliana, escrito por Joseph Stefano y dirigido por Martin Ritt, sin mayores pretensiones que la de contar una simpática historia que puede servirnos para comprobar que, cuando uno empieza a dar lo mejor de sí, se torna posible rehacer la vida. Porque se recibe de lo que se da, ya que la ley de compensación es perenne como la vida misma.

Anthony Quinn ya había hecho pareja junto a Sophia Loren en “Attila, flagello di Dio” (1953) y la amistad surgida entre ellos desde entonces, les permite volver a reunirse en esta madura historia de amor, donde dos seres se podrán demostrar, el uno al otro, lo que han aprendido de sus viejos errores… Per che è inteso che sei un cabronazo alcune tempo, ma non tutta la vita, como diría cualquier italiano medio entendido.

Entre ellos hay carisma, compenetración, complacencia… y éste es otro de los puntos fuertes que nos ofrece una historia que, por sencilla, no deja de ser realmente interesante. Al año siguiente, 1969, sería George Cukor el encargado de reafirmar la química que había entre los dos actores, al reunirlos por tercera vez en “Heller in Pink Tights”.

Me ha quedado sonando una certera frase que dice el director del correccional a Rosa:
“No pretendemos proteger a la sociedad de Ralphie (su hijo), queremos proteger a Ralphie de la sociedad”. En este orden de ideas, deberían encaminarse todos los estamentos educativos que se ocupen de los menores en el planeta.

Martin Ritt, me resulta cada vez más digno de ser tomado en cuenta.
Luis Guillermo Cardona
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