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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Comedia. Romance Historia de una chica huérfana que siembra el bien y la confusión y que al final se transforma en una comedia sobre los estragos que la inocencia causa en el cinismo masculino. (FILMAFFINITY)
10 de junio de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta encantadora comedia podría pasar perfectamente por un cuento de hadas. Está colmada de gente que, tras ejercer el lado más gris de sus existencias, de pronto se encuentra en una situación multicolor, tipo arco iris, de esas que cada tanto nos pinta la vida para ver como la abordamos… Y ellos, con un oportuno espíritu de reflexión y de razonamiento lógico, harán… bueno, es mejor que lo vean porque creo que van a sentir, como yo, ese delicioso e incomparable estado de luz, de complacencia y libertad, que siempre se tiene cuando sentimos muy, pero muy adentro, que alguien hizo lo que tenía que hacer, dejando de lado sus propios intereses. Toda buena acción, cuando es pura e irrestricta, está contenida en el AMOR y, es sólo entonces, cuando se tiene esa sensación indescriptible que nos devuelve el gusto de ser humanos. Vale pensar entonces ¿Cómo irás a sentirte cuando tú mismo hagas algo así? Y cree que la oportunidad te llegará.

Decía inicialmente, que parece este filme como un cuento de hadas, pero yo soy de los que creen que los cuentos de hadas son los más cercanos a la Realidad. Ilusión es lo que vivimos ahora. Maya lo llaman los hindúes. Iluso es ver al otro separado de ti. Es creer que se puede quitar o dañar sin hacerse daño a sí mismo. Es afirmar que, con la muerte, la vida acaba o estar convencido de que puedes, a tu hermano, quitarle la vida. Iluso es creer en un dios verdugo o pensar que la impunidad existe. Es imaginar una vida surgida del caos y el desorden, y afirmar que todo es injusto sólo porque no sucede lo que esperas que suceda.

La obra “A jó tündér” (El hada buena) del escritor húngaro Ferenc Molnár, un narrador sensible y excelente comediante, bastante aficionado por demás a los cuentos de hadas, y muy estimado por los directores de cine (recuérdese “El cisne” de Charles Vidor, “Carrusel” de Henry King o “Escándalo en la corte” de Michael Curtiz, entre otras), fue efectivamente adaptada por el entonces guionista Preston Sturges, y dirigida con gran acierto y fluidez por William Wyler.

La historia de “UNA CHICA ANGELICAL” transcurre en Budapest y sus personajes rebozan de encanto: Luisa Ginglebuscher es la chica que, mientras vive en un orfanato, consigue empleo como acomodadora en una sala de cine y allí conoce a Detlaff, amable y generoso camarero de un gran hotel, quien la ingresa en sociedad y se convierte en su protector contra los buscadores de aventurillas. También Luisa conocerá a Konrad, un empresario entradito en años quien, deseando con ella una aventurilla, está dispuesto a hacer rico al supuesto marido que la chica se inventa, buscando al azar en la guía telefónica. Y así, entrará en el juego el abogado Max Sporum… y un emotivo, divertido y encantador cuento, donde cada quien se torna en una suerte de ángel para los demás, tiene lugar para demostrarnos, con precisión plena, cual es el verdadero camino hacia la felicidad que tanto ansiamos.

Encantadoras actuaciones. Una edificante película.
Luis Guillermo Cardona
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