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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Aventuras. Drama "Papillon", un hombre condenado por asesinato, es enviado a un penal de la Guayana francesa. Durante el viaje en barco, conoce a Luis Dega, falsificador de Bonos de la Defensa Nacional, un hombre débil, al que "Papillon" ofrece protección a cambio del dinero que necesita para huir de la cárcel. (FILMAFFINITY)
17 de junio de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Un hombre nunca está perdido. Es preciso darle una oportunidad para que, ayudándole, se convierta en un hombre honrado”. Ésta es una frase que escuchó, Henri Charrière, de un humilde pescador y que guardó en su mente hasta que consiguió plasmarla en su impactante libro, “Papillon” (1969). Para los humanistas, que tenemos fe en el hombre, que creemos en su esencia divina y en su inamisible capacidad de redención, éste es un sentir que ha trascendido las palabras porque se ha demostrado en incontadas ocasiones, y una vez más, este escritor francés lo corrobora con su propia experiencia de vida.

El propósito principal de, <<PAPILLON>>, -novela y película-, es dejar demostrado cómo, los Estados y sus sistemas judiciales, en ciertos y en muchos momentos históricos han actuado de manera tan cruel e infame que supera los actos de aquellos que han transgredido la ley. En este caso, también se demuestra que, mayores atropellos y atrocidades pueden tener su origen entre los encargados de los sistemas penitenciarios de los llamados países civilizados, que en aquellos a los que se considera atrasados o en vías de desarrollo. Con hondo dolor y profunda decepción, suena la frase de Papillon (así llamado por la mariposa que se tatuó en el pecho) cuando en la novela reflexiona sobre su país: “Nuestro hermosísimo país no tiene una hermosa justicia”.

En su versión libre de la novela, Dalton Trumbo y Lorenzo Semple Jr., han hecho un novedoso recuento de los hechos sin faltar a la esencia del libro y la película empieza con Papillon cuando, con otro montón de delincuentes, es llevado hacia la prisión de St. Laurent du Maroni, en la Guayana francesa. Desde ese mismo instante, ya nuestro hombre lleva en su mente la enraizada idea de no pasar mucho tiempo en prisión porque, en su fuero interior, bien que sabe que él no cometió el crimen por el que fue condenado.

Lo que sigue, es una asombrosa historia que demuestra hasta donde el hombre puede ensañarse con el hombre. Pero, como en los peores lugares siempre entra un poco de luz, también se nos permite ver la capacidad de resistencia al castigo y la tortura, que pueden demostrar algunos hombres en aras de ser fieles a la amistad que otro les ha prodigado.

<<PAPILLON>>, exalta la persistencia, la constancia en un ideal y el poderoso valor de la observación concienzuda y, Steve McQueen, interpreta a su personaje con un vigor y una capacidad polifacética admirable. Junto a él, Dustin Hoffman como Louie Dega, es el amigo que sabe valorar y corresponder a la lealtad que se le ofrece y también nos brinda una caracterización que, a todas luces, es arte puro.

Para asegurar la mayor fidelidad documental del filme, el director Franklin J. Schaffner, tuvo el privilegio de contar con la presencia en los sets de rodaje de Henri Charrière (1906-1973), quien con lujo de detalles y en la misma prisión de las mal llamadas Islas de la Salvación (conocida mejor como, La isla del Diablo), pudo precisar muchas de las escenas tal y como sucedieron.

“Francia se los ha quitado de encima, se ha deshecho de ustedes definitivamente”. Decía el alcaide a los nuevos condenados que llegan a su prisión. Pero curiosamente, éstas historias de inmenso atropello humano perduran para siempre y cada nación termina cargando con ellas para la eternidad.
Luis Guillermo Cardona
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