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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Comedia Johnny Gray (Buster Keaton) es maquinista en un estado del Sur y tiene dos grandes amores: una chica (Anabelle Lee) y una locomotora (La General). En 1861, al estallar la Guerra de Secesión, Johnny intenta alistarse, pero el ejército considera que será más útil trabajando en la retaguardia. Sin embargo, Anabelle cree que es un cobarde y lo rechaza. El maquinista sólo podrá demostrar su auténtico valor cuando un comando nordista ... [+]
7 de marzo de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé cual haya sido la intención de Buster Keaton y Clyde Bruckman a la hora de realizar esta película, pero, en las diversas ocasiones en que la he visto, lo que encuentro es, esencialmente, un western–político (aventura en tren, guerra de secesión, caballería a bordo...) e incluso un drama, si entendemos, éste, como una visión tragicómica de la vida. Pero, lo que se me hace bien difícil, es clasificarla como una comedia, sobre todo si, al aludir a este término, esperamos una historia cargada de humor y de situaciones divertidas porque, precisamente de esto, es de lo que más escasea este bello filme.

En lo que a mi respecta, <<EL MAQUINISTA DE LA GENERAL>>, apenas me permite dibujar escasas sonrisas (cuando Johnnie trata de enlistarse; preparando el cañón para atacar al enemigo; al saludar a los que ahora son sus subordinados y alguna otra). En cambio, lo que siento a todo lo largo de la aventura, es un profundo cariño y admiración por ese hombrecillo tímido y apenado que, al sentirse rechazado como miembro del ejército Confederado por su valor como ingeniero ¡y no por ineptitud como él supone!, ni por cobardía como cree su novia y su familia, la vida lo pone en camino de convertirse en héroe cuando pierde a su otro gran amor: la locomotora El General, que es robada por unos desertores para entregarla al ejército de la Unión como parte de una estrategia que, se supone, habrá de darles el triunfo.

Nuestro héroe, dará cuenta en solitario, y luego con la ayuda non sancta de su adorada Annabelle (a quien rescatará de los enemigos), de una inagotable dosis de perseverancia y compromiso, sumada a una recursividad inimaginable en la que se interrelaciona con los elementos de la manera más encantadora y singularmente poética. Claro, que la suerte le ayudará “un poco”, pero, bien se lo merece un hombre subestimado por sus seres más queridos que, seguro está dando más sin el anhelado uniforme, que si hubiese estado a las órdenes de algún desafortunado oficial sureño.

La ambientación, la fotografía y muchas de las situaciones, poseen un lirismo y una plasticidad digna del mayor encomio y la película se disfruta sin ambages, siempre que uno no se la pase esperando el momento en que lo hagan reír.

Sería ya justo que se borrara de la historia aquel vano mote de Cara de Palo con que alguna vez se identificara a Buster Keaton o aquel otro ridículo nombre de Pamplinas, que rememora a un dicho o hecho insignificante. Es ya hora -pues, la comprensión abunda-, de que se admita plenamente la maravillosa expresividad que, en realidad, posee ese sin igual rostro, de quien fue y será por siempre, uno de los actores y realizadores más calificados del arte cinematográfico.

Buster Keaton, es un excelso y maravilloso regalo para toda la humanidad.

Título para Latinoamérica: EL GENERAL
Luis Guillermo Cardona
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