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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Thriller. Drama El 27 de mayo de 1942 murió víctima de un atentado Reinhard Heydrich, jefe del gobierno nazi de Praga. El doctor Franz Svoboda, miembro de la Resistencia y autor material del atentado, se esconde en casa del profesor Novotny. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fritz Lang ha vuelto a estar en plena forma. Después de su impactante “Furia”, no había logrado la suficiente soltura con los estudios hollywoodenses y su talento se notaba un tanto socavado, pues, no obstante haber realizado algunos títulos interesantes, no se veía venir nada tan grande como lo que había hecho en otros tiempos. Su encuentro con el gran poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht -a quien él ayudó para que pudiera viajar a los EEUU-, dio como resultado el estupendo guión escrito para este filme, y trabajando con un productor independiente, lo logrado es un drama político de enorme significado y cuidado hasta el último detalle.

Ligeramente basada en los hechos ocurridos entre 1941 y 1942, en Praga, Checoslovaquia, que darían lugar a la llamada “matanza de Lídice” en la que fueron asesinadas más de 1300 personas como represalia por el asesinato del verdugo nazi Reinhard Heydrich, con una bomba lanzada al vehículo en que se desplazaba, la trama que utiliza Lang se centra en la intensa búsqueda, por parte del astuto inspector Grüber -al servicio de los nazis-, del responsable de aquel crímen que privó a los alemanes del segundo al mando de las SS, un hombre cruel y temible que parecía complacerse firmando órdenes de exterminio y a quien Hitler calificaba como “el hombre del corazón de hierro”.

Me resulta muy convincente ese equilibrio de fuerzas que el director refleja en sus personajes, pues hace la lucha pareja sin demeritar en inteligencia a unos u a otros. Grüber, por el lado de los nazis, es todo un protagonista, recursivo, sagaz, visionario. Pero, mejor aún resulta esa integración instrumental-gradual que, como en el “Bolero” de Ravel -que curiosamente escuchaba antes de ver esta película-, se va dando con los personajes checos. Primero aparece Karl Vanek, nombre con el que primero se identifica el Dr. Frantizek Svoboda. A él se suma Mascha Novotny… luego el padre y la familia de la joven… los líderes de la resistencia… y finalmente un gran puñado de hombres y mujeres del pueblo que se convierten en firmes eslabones en la conspiración contra el cervecero y traidor Szarka.

De esta manera, Brecht y Lang, hacen justicia plena a la verdad de las guerras, donde no hay jamás un solo héroe y es gran parte del pueblo la que arriesga su pellejo y da lo mejor de sus entrañas, y de su fuerza intelectual y física, para ganar la libertad. Y curiosamente, no son Donlevy ni Lee los que se imponen con sus caracterizaciones, sino Gene Lockhart y Walter Brennan, además del estupendo Alexander Granach, los que más recordaremos de este estupendo trabajo.

Creo que, pocas películas, deben haber alentado tanto a los pueblos oprimidos como debió suceder con “LOS VERDUGOS TAMBIÉN MUEREN”. Imprescindible.
Luis Guillermo Cardona
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