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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Cine negro. Drama Johnny O'Clock y su socio Guido Marchetti dirigen un casino que está en crisis. El detective Kutch sospecha que Johnny es el culpable del asesinato de un jugador. (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debut como director del acreditado guionista, Robert Rossen, bien pudo haberse titulado con un nombre de mujer, pero, primero, Nelle no fue un nombre suficientemente sonoro y femenino para el personaje que interpreta esa flaca hermosa llamada Ellen Drew (¡Ellen hubiera sido perfecto!) y, por otro lado, es seguro que Rossen no quería que resultara demasiado evidente el homenaje que, con su filme, le estaba haciendo a ese gran clásico del año anterior titulado “Gilda”. No obstante que, el título elegido, “Johnny O’Clock”, fue muy afortunado por la asociación que tendrá este personaje con un reloj que se volverá clave durante toda la trama, Nelle es la figura con más fuerza que posee la historia y es ella la que, como Gilda, va direccionando los hilos de un conflicto que es más amoroso que cualquier otra cosa. Pero, pensando quizás en establecer claras diferencias, Rossen deja a la nueva esposa de Guido Marchettis en un segundo plano, y O’Clock, su socio en el garito, adquiere un protagonismo que resta, sin duda, intensidad a la trama, porque es, éste, un buenazo sin rasgo alguno que resalte particularmente.

Para ser honesto con la emulación de la historia que viene realizando, Rossen nos da una primera pista utilizando de fondo una variación instrumental de la canción “Amado mío” (que Rita Hayworth interpretase en “Gilda”) durante la escena en la que, Guido, busca donde colgar el retrato que le hizo un chico mexicano de 16 años… momento que también servirá para hacerle un espaciecito a Jeff Chandler (Chuck), un actor que no tardará en hacer historia cuando, tres años después, represente al cacique Cochise en “The broken arrow”.

También de aquí podrá deducirse que, el apellido Marchettis huele a puro latino –aunque debió ser Martínez, ya que el gordo luce más relacionado con los mexicanos que con los italianos-… y éste ¡como en tantísimos otros filmes made in Hollywood!, será su primer estigma.

El filme goza de una apreciable fotografía de Burnett Guffey, con unos primeros planos que resaltan muy gratamente la belleza de las actrices y unos contrastes de luz bastante efectivos para establecer el clima de cada escena; la dirección artística es muy ajustada sin caer en ostentaciones indignas de su protagonista; la edición mantiene el ritmo narrativo con un interés constante y, en general, resulta plausible en todos sus aspectos formales... como si ya Rossen estuviese curtido de hacer películas.

Dick Powell (Johnny O’Clock), nos ofrece una suerte de anti-héroe bastante comedido, capaz incluso, en su aparente prepotencia, de conceder la razón a la mujer cuando bien sepa que ella la tiene. Más interesada en proseguir su carrera como bailarina (un hecho biográfico) y en su naciente amor que, en aclarar lo realmente sucedido con su hermana, Evelyn Keyes (Nancy Hobson), consigue un personaje que sobresale por su carisma, pero sin suficiente fuerza como mujer aguerrida. Mucho mejor, Ellen Drew, por lo ya expuesto, cuyo personaje -con variaciones- será rememorado en “Mujer Oculta”, por otra flaca preciosa llamada Peggy Dow.

El resto del reparto, Thomas Gomez (Marchettis), Lee J. Cobb (el inspector Koch), Nina Foch (Harriet) y demás actores de conjunto, inmejorables en la consolidación de un filme con el que empezaba una carrera que, sin lugar a dudas, consiguió dejar una honda huella en el arte cinematográfico.

Título para Latinoamérica: “LA ÚLTIMA HORA”
Luis Guillermo Cardona
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