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Voto de Natxo Borràs:
10
Thriller. Drama Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por la vida que llevan los gángsters de su barrio, donde la mayoría de los vecinos son inmigrantes. Paul Cicero, el patriarca de la familia Pauline, es el protector del barrio. A los trece años, Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados; muy pronto se gana la confianza de sus ... [+]
3 de junio de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si revisamos la filmografía de uno de los directores más influyentes de las últimas décadas, quedaríamos sorprendidos que después de un buen arranque con películas que brillan por su visceralidad cruda y real, exponiendo un rostro nada amable del sueño americano (Malas Calles; Taxi Driver y Toro Salvaje) e interpretados por unos anti-ídolos marcados por su destino con el sentimiento de culpa hacia una redención desembocada en el desenlace. No obstante los ochenta no fueron una etapa propicia para un Martin Scorsese irregular (“El Rey de la Comedia” y “¡Jo! Que Noche” se aceptan como tragicomedias que van más allá de lo políticamente incorrecto) pero no exento de polémica (como se dio en el caso de “La última Tentación de Cristo”).

Alcanzar las cotas de la fama y la popularidad en el seno de varios grupúsculos como la mafia, entran dentro de ese sueño. Y de allí partió de la base que retomando la vida de Henry Hill (un testigo protegido del FBI desde 1980) que sirvió desde 1955, siendo un adolescente, al clan criminal de la Familia Lucchese. Su testimonio inspiró para que Nicholas Pileggi (autor por cierto de otro desglose mafioso como sería una segunda colaboración con Scorsese en “Casino”) escribiera “Wiseguy” hasta que el director de la “Edad de la Inocencia” (The Age of Innocence, 1933) le dio vida en carne y hueso el ascenso y caída en el si del crimen organizado de Henry Hill (Ray Liotta) mitad irlandés, mitad siciliano que hace novillos en clase trabajando en el restaurante de Paul Cicero (Paul Sorvino) y haciendo amigos como Tommy (Joe Pesci) y el respetado Jimmy Conway (Robert De Niro) así como una tempestuosa relación que mantiene con Karen (Lorraine Bracco) , de origen judío y de buena familia.

Con un ritmo narrativo impecable amenizado por una banda sonora que incluye autores como Derek and The Domino´s, Eric Clapton o the Shangri-Las, el tiempo pasa para sus protagonistas hasta que las inalcanzables cotas de la gloria provocan su derrumbe. Joe Pesci se llevó un merecidísimo Oscar (de los seis a los que estaba nominada la cinta) a la mejor interpretación de reparto en su papel de Tommy DeVito, el violento y sanguinario (genial su carta de presentación como improvisación en el que su personaje se siente ofendido por ser gracioso, cuya actuación que no estaba en el guión) que no obstante se convierte en el amuleto (“al fin uno de los nuestro iba a formar parte de La Familia”, como confiesa Henry en uno de los momentos más clave de la película) de sus dos principales amigos.

Imprescindible.
Natxo Borràs
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