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Voto de Natxo Borràs:
5
Terror. Ciencia ficción. Thriller Un joven descubre que sus padres habían sido utilizados en un experimento con armas atómicas, poco antes de que él naciera, y que los resultados han tenido algunos efectos inesperados sobre él. (FILMAFFINITY)
2 de noviembre de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sam (Brad Dourif) es un maestro de escuela cuyos padres murieron en un revolucionario, como frustrado, experimento al crear una vacuna contra la radiación. Sam ha heredado la facultad pirotécnica de encender todo lo que toca, y a veces incluso en contra de su voluntad. Cuando se da cuenta de que ha vivido una falsa vida, rodeada por los que le han controlado, desata su furia de lanzallamas convirtiendo en antorcha humana a todo aquel con quien se cruza.

La piroquinésis de origen científico con resultados más o menos catastróficos ya había sido llevado al cine, en formato novela de Stephen King, con “Ojos de Fuego” (Firestarter, 1984), peliculíta que intentaba ampliar la carrera de la niña de “E.T”, Drew Barrymore a unas cotas de público más adulto. Hooper creó un personaje parecido, pero menos inocente y más nervioso que su antecesora rubita con cara de muñeca y ojos de piñón, dispuesto a buscar justicia y venganza. El actor Brad Dourif (el inolvidable Billy Bibbit de “Alguien voló sobre el nido del cuco”) era el indicado para el papel.

No se trata del mejor film de Hooper, ni le ayudó a salir del lastre repercutido en los fracasos de las secuela de “La Matanza de Texas” y la barroca cinta de Ciencia-Ficción “Fuerza Vital” (Lifeforce, 1985). Atención a la breve aparición de John Landis en una traumática escena.
Natxo Borràs
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