Tercer largometraje de Pedro Almodóvar, influenciado más que nadie por la “movida madrileña” aunque ya empezaba expresar diferentes inquietudes fuera de esa corriente.

El director de “Hable con Ella” (2002) ambientó su “Entre Tinieblas” en los muros de un convento en pleno corazón de Madrid e interiorizar en las tentaciones y pecados de la Orden de las Redentoras Humilladas con Julieta Serrano de madre Superiora y secundada por Sor Víbora (Lina Canalejas), Sor Perdida (Carmen Maura), Sor Rata de Callejón (Chus Lampreave) y Sor Estiércol (Marisa Paredes). Cada una con sus pecados y que no se dmuestran en toda su plenitud lisérgica hasta la llegada accidental de una cantante llamada Yolanda Bell (Cristina S. Pascual) que tras la muerte de su novio (interpretado por el alucinado protagonista Will More, de “Arrebato” de Ivan Zulueta (1979)) decide compartir la vida monástica de unas comunidad ya por si sola en peligro de desahucio por falta de fondos.

Sin excederse pero sin olvidar su particular estilo de colorear comedia y melodrama, el director manchego aún no había apuntado muy alto en el panorama del nuevo cine español, con sus prometedores talentos y subvenciones que en ésa década llegarían por doquier. Se estimula como una rareza almodovariana sin caer en el gamberrismo de sus dos anteriores obras; “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” (1980) y “Laberinto de Pasiones” (1981).