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España España · Asturias - Madrid
Voto de david:
6
Romance. Comedia Eva (Julia Louis-Dreyfus), una madre divorciada que trabaja como masajista, ve con temor la inminente partida de su hija a la universidad. Al mismo tiempo que tiene un idilio con Albert (James Gandolfini), un hombre dulce y divertido que también padece el síndrome del "nido vacío", hace amistad con Marianne (Catherine Keener), una clienta que es poetisa. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
(...)

¿Qué le pasa al primer tercio de Sobran las palabras? ¿Qué es ese montaje? ¿Solo lo hemos notado nosotros? ¿Quién ganará el Mundial? El juego de planos de esta primera fase de la cinta es irritante, por lo torpe y antinatural. Da la sensación de que la directora, Nicole Holofcener, quería correr y presentarnos lo más rápido posible la relación de su pareja protagonista, pero algo extraño sucede con el montaje que le da un matiz artificioso al inicio de Enough Said.

Al margen de este detalle, los personajes resultan un tanto antipáticos y vulgares en su presentación. Eva (Louis-Dreyfus) es la clásica madre divorciada cool y vivaracha. Sus primeros encuentros con Albert (Gandolfini) transcurren entre chascarrillos de mediana edad y algunas sutilezas sexuales de sitcom. Y nos aburrimos. Hasta que Eva, ya en la cama con Albert, dice la primera frase sincera de toda la película. “Dios, estoy cansada de ser graciosa”.

Así es, los inicios de una relación están llenos de gracias forzadas y una vez que uno puede dejar de intentar ser divertido, la cosa empieza a funcionar. Como la película. Sobran las palabras es una comedia romántica sin pretensiones de cierto aroma independiente que disfrutarán, especialmente, espectadores que compartan algo con sus protagonistas. A medida que los vamos conociendo mejor, empiezan a despertar cierta simpatía. Salen a relucir algunos de sus particularidades y miedos y dejamos de verlos como meros clichés indies.

El guión se apoya, no obstante, en una premisa bastante inverosímil que ya irán descubriendo los espectadores… Pero cabe decir que el comportamiento de la protagonista es bastante ilógico una vez que se da cuenta de la coincidencia. (Eso no puede salir bien, Eva). La directora ( y guionista) se apoya también en el miedo a la soledad como pilar de la historia. Jóvenes que hace dos días eran niños y ahora se van para no volver. “Habrá que buscarse aficiones…”.

Los mejores instantes de Sobran las palabras llegan cuando se combina cierto drama con algunos golpes de humor. Julia Louis-Dreyfus domina la comedia con oficio, y a pesar de su tendencia a la sobreactuación, canaliza bien su personaje hasta lograr que compartamos algunos de sus temores. Y Gandolfini aporta un poco de sobriedad entre tanto gesto de su compañera. El resultado, al final, es una buena combinación. Mención aparta merecen las tres chicas jóvenes de la película. Todas ellas bastante atinadas y naturales en sus papeles.

Sobran las palabras nos gana in extremis, pero nos gana. Acompañamos con tristeza a Eva al aeropuerto y nos sentamos en el asiento del copiloto cuando observa desde la distancia la casa de Gandolfini. El final, por supuesto, no podía ser otro, pero Holofcener lo resuelve con mesura. El único momento en el que por fin, en Sobran las palabras, no hay palabras.

Lo Mejor: la segunda fase de la película. Cumple bastante bien como comedia romántica de aroma indie.

Lo Peor: El montaje y los diálogos de la primera parte. No aporta nada al género, aunque tampoco era su intención.

[crítica publicada en alucine.es]
david
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