127/04(07/08/15) Irregular serie americana creada por Chad Hodge, 10 episodios que van claramente de más a muy menos, a partir del cuarto episodio pierde la mística que revoloteaba a su alrededor, cayendo en lo chabacano. Es la adaptación de una trilogía de libros de misterio del escritor Blake Crough, el primero “Pines” (2012), desarrollado en los 5 primeros episodios, los otros 5 restantes cubren “Wayward” (2013), al parecer bastante fiel a estos dos libros la serie, y el tercero y último “The last down” (2014), este se escribió mientras se rodaba la serie, por ello hay ciertas diferencias. El episodio piloto está dirigido por el otro promesa de Hollywood M.N. Shyamalan (también productor de la serie), ahora caído en desgracia, tras leer el material de origen Shyamalan dijo que la haría <Siempre y cuando no todo el mundo esté muerto al final>, el realizador desarrolla el mejor episodio de todos, rebosante de intensidad, de suspense, de intriga, crea un ambiente inquietante y denso, al parecer cuenta tanto porque es la mitad del primer libro, cimenta las bases sólidas de un extraño microcosmos cerrado que te deja muchas preguntas en el aire, continúan los capítulos y la intriga evoluciona de modo artificioso-forzado pero con atractivo, pero a partir del quinto episodio la serie cae en picado, la continuas viendo por inercia, no por calidad, llevándote a un sinsentido de respuestas torponas y encajadas chirriantemente, sin coherencia alguna, sintiéndose engañado el espectador por tanto conejo mal salido de la manga, por giros sorpresa chuscos, por un final metido con calzador. Nunca el castigo de no renovarse para una segunda temporada fue tan justo, y esto a pesar de un elenco actoral formidable pero muy mal situado. Una especie de mezcla bastardeada entre lo peor de “Perdidos”, unas gotas de ambientación a lo “Twin Peaks”, una sociedad cerrada multivigilada a lo “Show de Truman”, un pueblo del que no se puede salir rodeado de un mal cuasi-místico a lo “El bosque”, con interesantes dosis de misterio a lo “X-Files” y “La Dimensión desconocida”, pero todo muy mal cosido, se deshilacha de modo tremendo con un poco de pensar en ella.

Ethan Burke (Matt Dillon) es un agente del servicio secreto USA que va de camino a Wayward Pines en Idaho a investigar junto a otro compañero la desaparición misteriosa de otros dos agentes. De repente Ethan se despierta en el hospital de Wayward Pines, le dicen que ha sufrido un accidente de coche, no lleva documentación que acredite su identidad. Sale al pueblo, y se encuentra una tranquila localidad, con bonitas casitas de madera. Intenta comunicarse por teléfono con el exterior y no puede. Tras hablar con varias personas del pueblo detecta un ambiente de felicidad fingida, al parecer nadie puede salir de la villa, sin saberse realmente el motivo. En la historia tendrán importancia personajes como el enigmático Dr. Jenkins (Toby Jones), la enfermera Pam (Melissa Leo), Kate Hewson (Carla Gugino) es una antigua amante de Ethan, el estricto Sheriff Arnold Pope ( Terrence Howard ), Megan Fisher (Hope Davis), la profesora, Theresa (Shannyn Sossamon) es la esposa de Ethan, Ben (Charlie Tahan) es el hijo adolescente de Ethan, o Beverly Brown (Juliette Lewis).

Shyamalan nos regala una gran entrada en la serie, con una fascinante ambientación, sembrando de incógnitas y de misterio inquietante el relato, porque no suenan los grillos? Por que sustituyen su sonido por altavoces escondidos? Porque no se puede salir del pueblo? Porque no se puede hablar del pasado? Porque la gente parece con felicidad fingida? Y más porqués... Nos muestran un universo de personajes extraños, donde reina la paranoia, el miedo, un estricto y letal código de conducta. Es una serie que mientras se mantiene habla con vigor temas como las innatas ansias de libertad del ser humano, de las ansias de algunos en creerse salvapatrias adanistas, sobre el innato liderazgo, sobre las ansias de controlarnos de las autoridades, siempre con la excusa que es por nuestra seguridad. Pero a partir del quinto capítulo al parecer (siempre me quedó la esperanza de un giro que lo cambiara todo) se destapa todo, y lo hace con unas respuestas ramplonas, estridentes, sientes te han estafado, pues resulta que algunos flash-backs que nos habían metido son trucos de mal trilero, solo queda una penosa alegoría de “1984” de Orwell, con ideas más manidas que las tetas de una actriz porno, con unas reacciones de personajes ininteligibles, con otros personajes que dan bandazos de un lado a otro sin el menor sentido, en un increscendo dramático burdo. (más en spoiler)

El elenco actoral no puede estar más desaprovechado, con actores de enorme talento como Matt Dillon, Toby Jones, Melissa Leo, Terrence Howard, o Juliette Lewis con personalidades difusas, discordantes, mal expuestas, meros famosos puestos al servicio de un producto errado.