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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama Emad y Rana deben dejar su piso en el centro de Teherán a causa de los trabajos que se están efectuando y que amenazan el edificio. Se instalan en otro lugar, pero un incidente relacionado con el anterior inquilino cambiará dramáticamente la vida de la joven pareja. (FILMAFFINITY)
7 de enero de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
289/09(13/12/17) Sugerente film iraní del más distinguido de los realizadores persas del momento, Asghar Farhadi, obra que mezcla de modo incisivo las relaciones matrimoniales puestas ante un hecho disfuncional, esto entrelazado a la singularidad de la cultura iraní, relato que bajo un engañoso entramado de thriller (con crímenes, ansias de venganza, investigación cuasi-detectivesca, secuestros), se esconde una ácida reflexión sobre la fragilidad de la institución del maridaje, sobre el sentido del honor (visto desde el enfoque del macho alfa), la frustración, la vergüenza, el sentido de la culpa, sobre una sociedad donde el hombre es el responsable total de su familia, sentido patriarcal donde la mujer debe ser protegida, derivando en un drama psicológico sólido. Todo esto entrelazándose con una presentación teatral de “Muerte de un viajante” del dramaturgo estadounidense Arthur Miller, funcionando esto en dos sentidos, primero en que son los protagonistas preparando y actuando, y después de modo alegórico donde al igual que en la obra vemos la desintegración de un matrimonio forzado por el enraizado machismo hetero-patriarcal anudado en nuestro mundo, en la obra y su guión, Farhadi dijo encontró temas paralelos de "humillación", comparó la relación entre sus personajes Rana y Emad con la de Linda y Willy Loman. Se agregó más simbolismo con edificios derruidos, según Farhadi representan relaciones desmoronadas. En 1949 se estrena por primera vez Muerte de un viajante, obra que otorga a Arthur Miller un éxito internacional inmediato, su crítica del utópico sueño americano y la presentación del núcleo familiar como ente desestructurado situaron a este trabajo en el olimpo de la atemporalidad. Cinta que recuerda en muchos aspectos al film de Denis Villeneuve “Prisioneros” (2013). “El viajante” se estrenó en competición en el Festival de Cine de Cannes 2016, donde ganó dos premios: Mejor guión para Farhadi y Mejor Actor para Hosseini, además y ganó el Premio de la Academia a la mejor película de habla no inglesa, Farhadi no asistió a la ceremonia a recoger el Oscar como protesta por la política de inmigración del presidente USA Donald Trump.

Posee un inicio potente en tensión trasladada con el desarrollo a una alegoría sobre las grietas que hacen resquebrajarse la sociedad, ello donde un edificio de pisos residenciales debe ser desalojado apresuradamente debido a que la estructura se resquebraja, esto filmado con una cámara en mano emitiendo caos y zozobra ambiental, dejando la última imagen del cristal roto, presagiando el escenario que se irá agrietando socialmente y poniendo a los protagonistas al borde del derrumbe. Este colapso se irá reflejando en el matrimonio protagonista, de como al principio vemos una pareja de enamorados, pero como un hecho azarístico, un “accidente” provocará que las convicciones del hombre y la mujer queden desnudas, de la luz del amor se hace una sombría travesía a la oscuridad del alma humana, donde los resortes de la ancestral visión de que el macho alfa debe cuidar de la manada, en este caso de su esposa, creando una obsesión enfermiza de venganza que puede devorarnos en pos de paliar la ofensa de habérsele mancillado su honor en la agresión a su esposa , ello aunque su esposa desee pasar página, eso da igual pues la dignidad y hombría del marido ha sido vejada, estos sentimientos envuelven a la relación en un halo de autodestrucción. Esto el director lo muestra con sutileza, con gradualidad, exponiendo la ambigüedad del ser humano, sus complejidades, sus contradicciones, sus debilidades, sus inseguridades, manejando la subtrama de la representación teatral de “Muerte de un viajante” como potenciador incisivo, ello sin paralelismos subrayados remasticados, ello para hablarnos en dualidad del hetero-patriarcado, de los miedos, de los sentimientos de redención, de la desesperanza, del dolor (físico y moral) de las dudas, evolucionando su relación con diálogos inteligentes, hábiles, de calado emocional, con intensidad, en un crescendo dramático muy bien llevado para desembocar en un rush final desasosegante, donde se pone al espectador contra la pared de que harían ellos en esa situación, para al final pellizcarle el corazón en su conclusión. Aunque en su debe hay que mencionar algunas incoherencias-trampas (spoiler) que restan poder de punción y dejan ver algunas de sus sagaces costuras.

Farhadi juega con el espectador, proponiendo lo que puede parecer un thriller subgénero “Home Invasión”, con una investigación, con elementos para el detective aficionado como las llaves de la furgoneta, el vehículo, el dinero que deja en el dormitorio, pero en realidad lo que subyace es un drama psicológico que deconstruye al machismo, a las ansias revanchistas, al honor, al perdón. Exhibe el realizador un microuniverso de personajes grises, donde el mal puede ser producto del prisma con que se mire, y este puede ser fomentado por personas sin ansias de inducirlo, personas buenas, que en realidad no somos más que humanos con nuestras falencias.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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