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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Thriller Craig, un padre de familia en plena crisis económica, ahoga sus penas en un bar cuando un desconocido le propone un trato: le dará cierta cantidad de dinero si va cumpliendo una serie de acciones, a cada cual más extraña y violenta. Lo que comienza como un juego terminará en delirio. (FILMAFFINITY)
19 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
171/10(13/11/14) Interesante debut en la dirección de E.L. Katz con un film sin demasiadas pretensiones en el que aborda con mucho humor negro el manido tema de hasta donde estas dispuesto a llegar por conseguir dinero? Qué precio tiene tu dignidad? Cuánto valen tus principios morales? Hay alguna línea que no rebasarías por tener más plata? El film intenta hacerte reflexionar sobre este sempiterno tema, aunque lo hace sin profundidad, porfiando más sus bazas en el humor que en transmitir hondura y debate filosófico.

El protagonista es Craig (buen Pat Healy), mecánico de automóviles que pierde su empleo el día que le llega una orden de o pagan lo que deben de alquiler, 4500 $, o los desahucian, a él su esposa e hijo, ahogando sus penas en un bar se reencuentra con un viejo amigo de la infancia, Vince (Ethan Embry), un macarrilla que se dedica a lo que puede, trapicheo de drogas o palizas por encargo, allí traban relación con una pareja, Colin (David Koechner) y Violeta (Sara Paxton), unos adinerados que celebran el cumpleaños de ella, estos ricachones deciden jugar con Craig y Vince aprovechándose de su precaria situación económica, imbuyéndolos en una competición a ver quién de los dos es capaz de hacer las pruebas que el matrimonio les propone, comenzando livianamente, con a ver quien se toma primero un chupito, quien hace que una mujer les dé un guantazo, quien le toca el culo a una stripper, que le den un golpe a un matón de club, quien aguanta más la respiración, y así en un increscendo bizarro que deriva en una escalada cada vez más “camino sin retorno”.

El guión de Trent Haaga y David Chirchirillo de forma un tanto lineal, sin giros, nos expone un triángulo, dos “concursantes” bastante divergentes, Craig un padre de familia trabajador, pero en mala racha, Vince un matoncillo insignificante, el otro vértice es para la pareja de desaprensivos que se divierten denigrando a estos infelices, en los “concursantes”, dos patéticos tipos que el guión hace que evolucionen (involucionen) por una senda oscura en la que cada prueba es una valla en la que su orgullo y dignidad queda más lejos, siendo el poder del dinero un vellocino de oro por el que no dudaran en ir escalando niveles de inmoralidad, lo empezó como un trivial juego hará que su codicia ante el brillo de los billetes les haga deshumanizarse. La cinta puede ser vista como una alegoría en contra del capitalismo en que los ricos en su decadencia y aburridos de tener todo lo material ansían el alma de las personas, en este caso unos pobres necesitados de los que se ríen y denigran cuanto pueden, llevándolos al límite y un poco más, los enfrentan para su regocijo, estos pobres diablos en su periplo ven el enemigo en el “otro concursante”, cuando en realidad es el “Gran Hermano” (la parejita) que los utiliza y maneja a su antojo. Se podría hacer un paralelismo con los concursos que proliferan en que se hacen a los personajes toda clase de pruebas para entretener al telespectador, cual Circo Romano se hace del sufrimiento y degradación de la gente un pasarratos, toda clase de realitys vomitivos, auténtico veneno para el público, pero que demuestra que muchos llevan dentro el espíritu de esta pareja de ricos.

El ritmo de la cinta es trepidante, con cierto aroma a Tarantino, además ayudan su metraje que no llega a la hora y media, con inteligencia no tarda en meternos en el meollo de la historia, con ingenio nos imbuyen en un hábil increscendo de suspense por saber cuál será el siguiente reto, todo el desarrollo salpicado con numerosos toques de humor (bizarro), esto siendo agradable resta posibilidad de calado, aportando trivialidad a lo que vemos, también son numerosos las dosis de toques entre lo estrafalario, lo escatológico y el gore, ello para llevarnos a un final impactante, aunque algo forzado (spoiler), el epílogo es sugerente.

Los actores cumplen, con un Pat healy que emite ser un perdedor, con un Ethan Embry que emite ser un tunante de cuaidao, un David Koechner estupendo como ricachón juguetón, y la más floja interpretación, Sarah Paxton, se la ve fría, distante, sin personalidad, preciosa pero un tempano que no te crees esté divirtiéndose, le ves la cara y parece darle igual lo que le rodea, muy floja, siendo benévolo.

La puesta en escena resulta sobria, plana, se agradece que los momentos desagradables se haga un fuera de plano, no tenía interés en ver físicamente defecar a alguien, o ver como se mutila a alguien, por cierto, este corte de dedo es un plagio-homenaje a un capítulo de “Alfred Hitchcok presenta”, que a su vez plagiaron en “Four Rooms”. Hay un momento que me es un tanto chirriante, cuando Violet fornica con Craig, todo esto está filmado sin fuerza dramática alguna, ni tan siquiera humor, resulta nada creíble, y encima hay que ver al marido masturbándose, da grima, no encaja con el resto de metraje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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