Media votos
6,5
Votos
5.713
Críticas
5.211
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
7
7,3
277
Drama
Una joven ciega dominada por su madre conoce un día en el parque a un hombre con el que intima; lo que ignora es que se trata de un hombre de raza negra. (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
65/27(28/02/22) Cautivador drama que en gran parte del desarrollo es conmovedor, pero en su gramo final se queda a medio gas en su buenismo simplón. Dirigido y guionizado por Guy Green (anteriormente fue reputado director de fotografía, entre otros de David Lean en por ejemplo “Oliver Twist”) adaptada del libro de 1961 “Be Ready with Bells and Drums” de la autora australiana Elizabeth Kata, la trama difiere ligeramente de la película en que tiene un final menos optimista, relato sobre la disfuncional amistad entre una joven blanca ciega, Selina (Elizabeth Hartman), vive en un hogar problemático (su madre es prostituta y su abuelo un borracho) y un joven negro noble y atento (Sidney Poitier), teniendo en cuenta el contexto de un USA de la década de los 60, con el pujante movimiento por los derechos civiles, aunque esta problemática racial, extrañamente se toca de soslayo, sin hacer leña, se sugiere, pero no se entra con dramatismo en esto, en este sentido es poco valiente Guy Gree, esperaba un final catárquico que por el modo de transcurrir la acción fuese punzante, y sin embargo, con una evolución estupenda, se llega al rush final y se queda sin garra alguna. La idea de cómo la estupidez del racismo queda emparejada a la ceguera, y como ante esta todos somos iguales, solo nos medimos por nuestro interior, siguiendo aquello de que el amor es ciego (¿?).
Selina D'Arcey es una niña blanca ciega que vive en un departamento de la ciudad con su madre Rose-Ann, que trabaja como prostituta, y su abuelo Ole Pa. Ella ensarta cuentas para complementar los pequeños ingresos de su familia y gasta la mayor parte de su tiempo haciendo tareas. Su madre es abusiva y Ole Pa es alcohólico. Selina no tiene amigos, rara vez sale del apartamento y nunca ha recibido educación. Selina convence a su abuelo para que la lleve al parque, donde conoce a Gordon Ralfe, un hombre negro educado y de voz suave que trabaja en el turno de noche en una oficina. Los dos rápidamente se hacen amigos y se encuentran en el parque casi todos los días. Gordon se entera de que quedó ciega a la edad de cinco años cuando Rose-Ann le arrojó productos químicos mientras intentaba golpear a su esposo y que fue violada por uno de los "novios" de Rose-Ann. La amiga de Rose-Ann, Sadie, también es prostituta y, mientras lamenta la pérdida de su juventud, se da cuenta de que Selina puede ser útil en su negocio. Posteriormente, Rose-Ann y Sadie deciden dejar a Ole Pa, mudarse con Selina a un apartamento mejor y obligarla a ejercer la prostitución.
Tiene la película en las dos actuaciones femeninas dos portentos contrapuestos, por un la do Shelly Winters encarnando a esa madre vulgar, egoísta, violenta, una mujer arrolladora en su energía (de mala malísima), despreciable en cómo trata cual bruja a su pobre hija ciega, y lo hace sin caer en la caricatura, la humaniza, excelente actuación; Elizabeth Hartman llena la pantalla con su bondad, con su ternura, es una cenicienta en busca de su príncipe Azul, vive con una bruja y anhela la rescaten, la delicadeza que transmite es trémula, nos hace sufrir con ella en esas escenas en que vaga sola entre la multitud por la calle, nos angustia, y nos hace desear le vaya bien en la vida, verla sonreír es alumbrar los fotogramas, empatizamos con ella de modo maravilloso. Aunque es complicado entender que un ser tan dulce pueda germinar en un hogar de crápulas; También Wallace Ford como el ebrio Ole Pa está muy bien, con un rol que se mueve entre el patetismo, el amor a su nieta, y su adicción alcohólica; El que juega con la más fea con su papel más blandito es Sidney Poitier, tiene un rol de una nota en su bondad intrínseca, aunque lo hace suyo, con confianza y seguridad en sí mismo.
Como bien he leído, se puede ver como la precuela de la cintra de Stanley Kramer que se estrenó en 1967, “Adivina quién viene esta noche”, donde una joven blanca lleva a cenar a su novio que no conocen sus padres, la sorpresa para estos es que es negro, y precisamente el actor de color es interpretado también por Poitier.
La cinta se convierte en un retrato de personalidad de una chica que vive cual Mito de la Caverna en la penumbra de un deprimente apartamento, donde la madre lleva a sus clientes a fornicar, donde la maltrata, con un abuelo borracho constantemente, la madre la maltrata y veja. Pero encuentra en el parque y sentarse junto a un árbol a poner cuentas sobre un hilo una forma de escapar de la oscuridad del hogar, el aire fresco y el sonido de la gente la hacen libre, y esto se atomiza cuando traba amistad con Gordon, un tipo afable y cariñoso que se preocupa por ella, Selina se enamora de este hombre, el primero que la ayuda y la hace ver un mundo fuera de la inmundicia de su ‘hogar’, siente los picores sexuales de alguien que quiere dar lo más de sí misma. Todo esto se expone con notable sentido estético, comenzando por la fenomenal cinematografía en glorioso b/n de Robert Burks (habitual de Hitchcock con films como “Extraños en un tren”, “La ventana indiscreta” o “Vértigo”), sabiendo contrastar la opresión del apartamentucho deprimente en que vive Selina (visto con poca iluminación) con el exterior, o con el piso de Gordon, todo luminoso, teniendo momentos tan dramáticos con la aterradora escena en que la niña Selina queda ciega por una pelea de la madre, o la de la brutal violación vista en subjetivo desde ella. Esto contrastado con otras secuencias que transmiten la alegría de vivir, como cuando Gordon lleva a Selina de compras, o extasiantes, como cuando Selina agoniza de angustia bajo el árbol durante la lluvia y aparece de la nada Gordon para rescatarla cual Príncipe Azul. Y ello sin caer en manierismo sensibleros, dejando fluir las situaciones hasta calarnos las sensaciones de Selina, como sufre por no poder ir al parque, como intenta ir ella sola. También es a destacar la epidérmica música del maestro Jerry Goldsmith, que consigue elevar las sensaciones para acentuar las emociones.
Selina D'Arcey es una niña blanca ciega que vive en un departamento de la ciudad con su madre Rose-Ann, que trabaja como prostituta, y su abuelo Ole Pa. Ella ensarta cuentas para complementar los pequeños ingresos de su familia y gasta la mayor parte de su tiempo haciendo tareas. Su madre es abusiva y Ole Pa es alcohólico. Selina no tiene amigos, rara vez sale del apartamento y nunca ha recibido educación. Selina convence a su abuelo para que la lleve al parque, donde conoce a Gordon Ralfe, un hombre negro educado y de voz suave que trabaja en el turno de noche en una oficina. Los dos rápidamente se hacen amigos y se encuentran en el parque casi todos los días. Gordon se entera de que quedó ciega a la edad de cinco años cuando Rose-Ann le arrojó productos químicos mientras intentaba golpear a su esposo y que fue violada por uno de los "novios" de Rose-Ann. La amiga de Rose-Ann, Sadie, también es prostituta y, mientras lamenta la pérdida de su juventud, se da cuenta de que Selina puede ser útil en su negocio. Posteriormente, Rose-Ann y Sadie deciden dejar a Ole Pa, mudarse con Selina a un apartamento mejor y obligarla a ejercer la prostitución.
Tiene la película en las dos actuaciones femeninas dos portentos contrapuestos, por un la do Shelly Winters encarnando a esa madre vulgar, egoísta, violenta, una mujer arrolladora en su energía (de mala malísima), despreciable en cómo trata cual bruja a su pobre hija ciega, y lo hace sin caer en la caricatura, la humaniza, excelente actuación; Elizabeth Hartman llena la pantalla con su bondad, con su ternura, es una cenicienta en busca de su príncipe Azul, vive con una bruja y anhela la rescaten, la delicadeza que transmite es trémula, nos hace sufrir con ella en esas escenas en que vaga sola entre la multitud por la calle, nos angustia, y nos hace desear le vaya bien en la vida, verla sonreír es alumbrar los fotogramas, empatizamos con ella de modo maravilloso. Aunque es complicado entender que un ser tan dulce pueda germinar en un hogar de crápulas; También Wallace Ford como el ebrio Ole Pa está muy bien, con un rol que se mueve entre el patetismo, el amor a su nieta, y su adicción alcohólica; El que juega con la más fea con su papel más blandito es Sidney Poitier, tiene un rol de una nota en su bondad intrínseca, aunque lo hace suyo, con confianza y seguridad en sí mismo.
Como bien he leído, se puede ver como la precuela de la cintra de Stanley Kramer que se estrenó en 1967, “Adivina quién viene esta noche”, donde una joven blanca lleva a cenar a su novio que no conocen sus padres, la sorpresa para estos es que es negro, y precisamente el actor de color es interpretado también por Poitier.
La cinta se convierte en un retrato de personalidad de una chica que vive cual Mito de la Caverna en la penumbra de un deprimente apartamento, donde la madre lleva a sus clientes a fornicar, donde la maltrata, con un abuelo borracho constantemente, la madre la maltrata y veja. Pero encuentra en el parque y sentarse junto a un árbol a poner cuentas sobre un hilo una forma de escapar de la oscuridad del hogar, el aire fresco y el sonido de la gente la hacen libre, y esto se atomiza cuando traba amistad con Gordon, un tipo afable y cariñoso que se preocupa por ella, Selina se enamora de este hombre, el primero que la ayuda y la hace ver un mundo fuera de la inmundicia de su ‘hogar’, siente los picores sexuales de alguien que quiere dar lo más de sí misma. Todo esto se expone con notable sentido estético, comenzando por la fenomenal cinematografía en glorioso b/n de Robert Burks (habitual de Hitchcock con films como “Extraños en un tren”, “La ventana indiscreta” o “Vértigo”), sabiendo contrastar la opresión del apartamentucho deprimente en que vive Selina (visto con poca iluminación) con el exterior, o con el piso de Gordon, todo luminoso, teniendo momentos tan dramáticos con la aterradora escena en que la niña Selina queda ciega por una pelea de la madre, o la de la brutal violación vista en subjetivo desde ella. Esto contrastado con otras secuencias que transmiten la alegría de vivir, como cuando Gordon lleva a Selina de compras, o extasiantes, como cuando Selina agoniza de angustia bajo el árbol durante la lluvia y aparece de la nada Gordon para rescatarla cual Príncipe Azul. Y ello sin caer en manierismo sensibleros, dejando fluir las situaciones hasta calarnos las sensaciones de Selina, como sufre por no poder ir al parque, como intenta ir ella sola. También es a destacar la epidérmica música del maestro Jerry Goldsmith, que consigue elevar las sensaciones para acentuar las emociones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Aunque este cuento de hadas hace aguas por cómo nos muestran la situación de que nadie parezca extrañarse-escandalizarse por ver a un hombre negro con una joven blanca (y encima rubia), nadie arremete contra ellos, la madre grita en un momento dado pidiendo ayuda porque el tipo negro se la lleva y nadie hace nada, esto me chirría, esperaba un final catárquico en este sentido, pero solo parece alterada racistamente la madre, restod el mundo no parece importarle y esto chace que el escenario sea de inverosímil.
Los creadores de la película también realizaron un cortometraje sobre la selección de Hartman para interpretar el papel protagónico. El corto, titulado A Cinderella Named Elizabeth, se centra en su condición de actriz desconocida de Youngstown, Ohio, e incluye segmentos de su prueba de pantalla y una "prueba de personalidad" asociada , en la que se filma a la actriz siendo ella misma y respondiendo preguntas sobre la vida cotidiana temas como su gusto por la ropa. El corto también la muestra visitando el Braille Institute of America para ver cómo se entrena a personas ciegas para hacer trabajos manuales, similar al trabajo con cuentas que hace su personaje en la película, y para realizar tareas de la vida diaria y de cuidado personal, del tipo que el personaje de Poitier enseña a Selina a hacer.
Las escenas de los besos de Poitier y Hartman se eliminaron de la película cuando se proyectó en los cines del sur de los Estados Unidos. Estas escenas están intactas en la versión DVD. Según el comentario de audio del DVD, fue decisión del director Guy Green que A Patch of Blue se filmara en blanco y negro, aunque el color estaba disponible.
Shelley Winters ganó el Premio de la Academia a la Mejor Actriz de Reparto, su segunda victoria para el premio, luego de 1959 por “The Diary of Anne Frank”. Fue la última aparición en pantalla del veterano actor Wallace Ford. Fue la segunda de las dieciocho nominaciones al Oscar que Jerry Goldsmith acumuló a lo largo de su trayectoria (solo ganó por la música de “La Profecia”). También fue nominada a los Oscar a Mejor Actriz en un Papel Protagónico (Elizabeth Hartman), Mejor Dirección Artística-Decoración del Escenario B/N) (George Davis, Urie McCleary, Henry Grace, Charles S. Thompson), Mejor fotografía B/N. Hartman, de 22 años en ese momento, debutaba en el cine siendo la nominada a Mejor Actriz más joven, un récord que mantuvo durante 10 años antes de que Isabelle Adjani, de 20 años, rompiera su récord en 1975.
Spoiler:
El final me ha sido muy almibarado, y debería haber dejado huella, y sin embargo es anticlimático. Gordon quita sin más a Selina de los brazos de su madre (esta pretende prostituirla) en medio de un parque bullicioso que no mueve nadie un dedo ante la situación, la lleva su apartamento. Gordon no se sabe cómo, tiene contactos para poder hacer interna a Selina en un colegio para ciegos. Llega el bus, el chófer sube a tocar, encuentra a una joven blanca con el tipo negro y no se extraña, se la lleva. Gordon ve que se ha dejado la caja de música que tanto le gusta a ella y corre a dársela, pero el bus ya se ha ido, Fin. Parecía que la cinta nos encaminaba, en su crecendo y desarrollo vigoroso, a una conclusión incisiva, pero el director parece falto de coraje en este aspecto, al parecer el libro si es un final mejor.
La carrera de Elizabeth Hartman continuó hasta el éxito de taquilla Walking Tall (1973). Su carrera fue al sur a partir de entonces. Luchó contra la depresión y se divorció unos años antes de suicidarse a los 43 años.
Buen film, que podría haber sido más. Fuerza y honor!!!
Los creadores de la película también realizaron un cortometraje sobre la selección de Hartman para interpretar el papel protagónico. El corto, titulado A Cinderella Named Elizabeth, se centra en su condición de actriz desconocida de Youngstown, Ohio, e incluye segmentos de su prueba de pantalla y una "prueba de personalidad" asociada , en la que se filma a la actriz siendo ella misma y respondiendo preguntas sobre la vida cotidiana temas como su gusto por la ropa. El corto también la muestra visitando el Braille Institute of America para ver cómo se entrena a personas ciegas para hacer trabajos manuales, similar al trabajo con cuentas que hace su personaje en la película, y para realizar tareas de la vida diaria y de cuidado personal, del tipo que el personaje de Poitier enseña a Selina a hacer.
Las escenas de los besos de Poitier y Hartman se eliminaron de la película cuando se proyectó en los cines del sur de los Estados Unidos. Estas escenas están intactas en la versión DVD. Según el comentario de audio del DVD, fue decisión del director Guy Green que A Patch of Blue se filmara en blanco y negro, aunque el color estaba disponible.
Shelley Winters ganó el Premio de la Academia a la Mejor Actriz de Reparto, su segunda victoria para el premio, luego de 1959 por “The Diary of Anne Frank”. Fue la última aparición en pantalla del veterano actor Wallace Ford. Fue la segunda de las dieciocho nominaciones al Oscar que Jerry Goldsmith acumuló a lo largo de su trayectoria (solo ganó por la música de “La Profecia”). También fue nominada a los Oscar a Mejor Actriz en un Papel Protagónico (Elizabeth Hartman), Mejor Dirección Artística-Decoración del Escenario B/N) (George Davis, Urie McCleary, Henry Grace, Charles S. Thompson), Mejor fotografía B/N. Hartman, de 22 años en ese momento, debutaba en el cine siendo la nominada a Mejor Actriz más joven, un récord que mantuvo durante 10 años antes de que Isabelle Adjani, de 20 años, rompiera su récord en 1975.
Spoiler:
El final me ha sido muy almibarado, y debería haber dejado huella, y sin embargo es anticlimático. Gordon quita sin más a Selina de los brazos de su madre (esta pretende prostituirla) en medio de un parque bullicioso que no mueve nadie un dedo ante la situación, la lleva su apartamento. Gordon no se sabe cómo, tiene contactos para poder hacer interna a Selina en un colegio para ciegos. Llega el bus, el chófer sube a tocar, encuentra a una joven blanca con el tipo negro y no se extraña, se la lleva. Gordon ve que se ha dejado la caja de música que tanto le gusta a ella y corre a dársela, pero el bus ya se ha ido, Fin. Parecía que la cinta nos encaminaba, en su crecendo y desarrollo vigoroso, a una conclusión incisiva, pero el director parece falto de coraje en este aspecto, al parecer el libro si es un final mejor.
La carrera de Elizabeth Hartman continuó hasta el éxito de taquilla Walking Tall (1973). Su carrera fue al sur a partir de entonces. Luchó contra la depresión y se divorció unos años antes de suicidarse a los 43 años.
Buen film, que podría haber sido más. Fuerza y honor!!!