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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama. Comedia. Romance Karl Heinrich, sobrino del rey de un pequeño país y príncipe heredero, se traslada a estudiar a Heidelberg acompañado por su tutor, el doctor Jüttner. Allí se enamora de Kathi, la sobrina del dueño de la posada en la que se alojan. Karl Heinrich es feliz, pero el rey muere y debe regresar para ocupar el trono. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2012
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
372/29(31/12/11) Melodrama mudo, una envejecida obra romántica del gran realizador alemán Ernst Lubitsch y del no acreditado especialista en el melodrama John M. Stahl, que me ha sido de lo más simple, únicamente su duro final te saca de lo rutinario y predecible. Gira en torno a un amor imposible, un príncipe, Karl Heinrich (buen Ramón Novarro), heredero a una corona de un país europeo que mientras estudia en la Universidad germana de Heidelberg se enamora de una camarera, Kathi (buena Norma Shearer), este tiempo para Karl es un oasis en su vida, pues ha dejado el acartonado protocolo de su corte y se comporta como una persona normal, pero debe abandonar repentinamente este ‘paraíso’ pues el Rey se está muriendo con lo que su ‘mundo feliz’ se desmorona, pues tras el fallecimiento de este él como Rey debe casarse con una noble y Kathi no lo es, esto le atormenta, mientras al pueblo de vez se le ve cuchichear que <Ser Príncipe debe ser maravilloso>, cosa que choca con la realidad. Es una cinta famosa en la filmografía de Ernst, pero el tiempo no le ha hecho bien, la ha apolillado en demasía, quizás se nota demasiado la mano de Stahl, es una opereta simplista y lineal, donde los personajes son más planos que una mesa, su desarrollo se me ha hecho lánguido, quizás porque no puedo empatizar con esta oda a la monarquía, esta especie de moralina de que los Reyes son infelices por que tienen que someterse a unas reglas me resulta no ñoña si no vomitiva, los protagonistas son meros arquetipos que funcionan como tales, las décadas pasadas la han machacado. Lo que si perdura es la maestría en la dirección de Lubitsch, tiene destellos de grandeza, la presentación de personajes es notable, en unos pocos trazos nos los ha dibujado, el modo en que vemos la infelicidad del príncipe de niño que tras una reja (metáfora constate de su ‘encarcelamiento’) ve jugar a unos niños en la calle y el está solo en el jardín es desolador, las escenas en Heidelberg son de gran lirismo, o la última imagen del film, pero el conjunto de la historia no me ha sido empatizable, la he visto como un folletín novelesco sin sustancia, y todo lo malo se lo achaco a Stahl porque me cae mejor el alemán. Recomendable a los amantes de Lubitsch (entre los que me cuento). Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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