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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
Drama “La Gaviota” es un caserón situado en las afueras de una ciudad del norte de España. En ella viven Agustín, médico y zahorí, su mujer, maestra represaliada por el franquismo, y su hija Estrella. La niña, desde su infancia, sospecha que su padre oculta un secreto. (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
152/19(28/10/13) Tras la maravillosa ópera prima ‘El Espíritu De La Colmena’ hubo que esperar diez años para el segundo film de Víctor Erice, otro hermoso logro del cine español. Adapta un relato de su entonces esposa Adelaida García Morales, una Obra maestra inacabada, que ha quedado como una de las mejores muestras de cine cargado de poesía, nostalgia y amor. Al igual que en su primera realización Erice nos expone la narración a través de los ojos de una niña y abordando con sutileza y minimalismo la separación entre españoles que nos trajo la Guerra Civil, convirtiéndose en un trémulo cuento melodramático sobre el despertar de la inocencia, donde una niña siente devoción por su enigmático padre. Omito la sinopsis por falta de espacio.

Es un film de una hondura estremecedora, toca temas como la soledad, el despertar de la inocencia, las frustraciones, las derrotas del destino, la sufrida rutina, el duro peso de los recuerdos, el matrimonio sin amor, la nostalgia por lo perdido, los fantasmas del pasado, el existencialista vacío espiritual, el amor de padre, el de madre, el de hija, ello narrado con un aura de melancolía trémula, con secuencias de una belleza excelsa envueltas en una música evocadora. Narrado de un modo intimista y sutil, cargada de oscuridad, emitiendo la frialdad del Norte, es una Obra fascinante que desborda con sentimientos contenidos, cine de silencios, de susurros, de miradas, de una emotividad a flor de piel, de una amargura de calado, nos habla del modo curioso en que los niños atisban a los mayores, la inocente visión de una niña intentado comprender el complejo mundo de los adultos, Estrella idealiza la misteriosa figura de su padre se siente turbada por este misterios hombre con un armario lleno de recuerdos que le atormentan. ‘El Sur’ es una Obra de cargada de sensibilidad, de un preciosismo que hace se fundan sus imágenes en sublimes lienzos. Es una historia creada a base de retazos de recuerdos de Estrella, con ellos anhela dar sentido al hierático comportamiento de su padre.

Desde su hermoso inicio Erice deja constancia de la maestría de su dirección, sobre un fondo oscuro una ventana deja entrar una tenue luz, se oyen ladridos de un perro, se hace un poco más de luz y se atisba una cama, vemos el rostro en primer plano de una muchacha acostada (Estrella), se oye a alguien llamar a Agustín, se oyen un perro ladrar fuera, alguien corre por la casa a fuera y vuelve a llamar viva voz a Agustín (Erice demuestra su maestría en los fuera de campo), la cámara sigue sostenida sobre Estrella, mira el reloj, se levanta, vemos un bello plano general en penumbra de la habitación, Estrella encuentra algo bajo su almohada, lo mira con dulzura en sus manos, lentamente entra más luz en el dormitorio, la cámara se fija en sus manos, tienen una cajita, la abre y saca un colgante-péndulo de zahorí (su padre), Estrella comienza su narración en off desde algún lugar del futuro diciéndonos que con la visión de este objeto sabe que no volverá a ver a su padre, cierra los ojos y le cae una lágrima, hay un fundido a negro y cuando vuelve la imagen estamos en el mismo dormitorio, Julia embarazada está acostada y junto a ella sentado está Agustín que sostiene el péndulo para adivinar el sexo del bebe, bellísimo cuadro, hay otro fundido a negro y la acción se traslada al pasado con una Estrella niña, a un lugar indeterminado en el Norte, a la vivienda llamada ‘La Gaviota’, vivienda situada en el campo, a pocos kilómetros del pueblo donde y Estrella nos cuenta que Agustín llamaba a la carretera ‘La Frontera’. Es una presentación de historia subyugante que nos hace sentir que estamos ante algo Único.

Estrella tiende a idealizar lo que desconoce, se siente cautivada por su misterioso padre, un tipo con poderes mágicos, es un zahorí, el laconismo de este hace que Estrella siente una enorme curiosidad por él, a esto se añade como ella también idealiza el Sur al que no ha viajado, para ella es un lugar lleno de luz, de felicidad, de música, así se lo imagina cuando admira postales andaluzas, a esto ayuda la visita de su abuela y sobre todo su criada, una extrovertida Milagros, toda una explosión dicharachera que contrasta con los largos silencios de ‘La Gaviota’, Milagros arroja algo de luz sobre el pasado de Agustín, pasado que nos retrotrae a la grieta entre los españoles de la Guerra Civil.

Todo esto es posible gracias a la extraordinaria fotografía de José Luis Alcaine (‘Amantes’, ‘Belle Epoque’ o ‘Volver’) que se convierte en un actor más que envuelve el relato en un halo cuasi-místico, una labor de sibaritismo, juega con los claroscuros, las luces, las sombras, las penumbras, letárgicos fundidos en negro, creaciones con reminiscencias pictóricas que ensalza los gestos nimios para expresar estados de ánimo sombrío, impresionante la imagen de Agustín golpeando con el bastón el suelo. Alcaine recubre la pantalla de tonos pálidos, realzando los paisajes por los que se mueven los personajes, maravillosa la carretera con los árboles, lo que Agustín llama ‘La Frontera’, experimenta con las degradaciones de luz de modo punzante, inspirándose claramente en la obra del holandés Johannes Vermeer, ANTOLÓGICA.

Los actores están de extraordinarios a descomunales, empezando por un majestuoso Omero Antonutti, resplandece con un aura de carisma Magno, su sobriedad y economía gestual acongoja, su atormentada mirada, su angustia existencial nos toca la fibra, su dolor y tristeza interior nos roza, excelente en su composición del complejo Agustín, sublime. Sonsoles Aranguren como la Estrella niña resulta asombrosa por el cariño natural que desprende, Icíar Bollaín como la Estrella adolescente demuestra una gran personalidad. Lola Cardona en su rol de madre exhibe una tremenda ternura. Rafaela Aparicio arrolla con su desparpajo fuerza vital, un torbellino de alegría que es el contrapunto al taciturno Agustín, soberbia. (Continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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