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Voto de TOM REGAN:
7
1941
Gabriel Pascal, David Lean ...
6,0
105
Comedia
Sátira social basada en una obra del escritor irlandés George Bernard Shaw (1856-1950). Barbara Undershaft es una mujer idealista con un cargo de responsabilidad en el Ejército de Salvación. Lo que la llena de inquietud es la idea de que todos sus esfuerzos no servirán para nada mientras su padre se dedique a la venta masiva de armas. Mientras tanto, al señor Undershaft lo único que le preocupa es encontrar a alguien que herede su ... [+]
25 de marzo de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
94/29(22/03/21) Ingeniosa comedia, aunque algo irregular, esta cinta británica dirigida (y producida) por Gabriel Pascal y editada por David Lean, este también fue director (sin acreditar, como Harold French) en su debut en la labor (aunque la mayor parte fue dirigida por Pascal), guionizado por Marjorie Deans, Anatole de Grunwald, adaptando la obra de teatro de 1905 “Major Barbara” del dramaturgo Premio Nobel de Literatura (1925) George Bernard Shaw, que también ayuda al guión de cine. Gabriel Pascal fue productor y ocasional director de origen húngaro -como los hermanos Korda-, después de trabajar en Francia y Alemania, se hizo amigo de George Bernard Shaw tras mudarse a Inglaterra, este le dio permiso para filmar sus obras, y Pascal acabó produciendo cuatro de ellas. Su primera película como director (co-dirige junto al protagonista Leslie Howard) fue una obra del dramaturgo como “Pigmalion” (1938), esta que me ocupa es una sátira inteligente que enfrentan el idealismo espiritual de la moralidad de la fe religiosa redentora (encarnada en la Mayor Barbara) frente al pragmatismo (supuestamente amoral) materialista-capitalista (encarnado en Andrew Undershaft), ello desarrollado con situaciones sutiles y diálogos algunos mordaces en el choque de ideologías, ello haciéndome recordar en su conclusión aquello de que es “Mejor enseñar a pescar (capitalismo) que dar un pescado (altruismo pedigüeño)”. Siendo además un instrumento propagandístico en favor de la industria armamentística en pleno apogeo de la WWII y su ‘blitz’ (bombardeos aéreos nazis) sobre Inglaterra. También reseñable la fotografía de Ronald Neame (“Cadenas rotas” o “La aventura del Poseidón”) y la dirección artística de Vincent Korda (“El ladrón de Bagdad” o “El tercer hombre”).
Barbara Undershaft (Wendy Hiller), es una Major idealista del Ejército de Salvación, la mayor de tres hermanos acomodados, ella ha renunciado a los lujos en favor de su ‘vocación’ social de intentar reconducir a almas descarriadas por la senda de la fe religiosa, esto lo ejemplifica sobre todo en como manipula a Bill Walker (Robert Newton), un maleante pendenciero al que con una labia proverbial intenta llevar ‘al buen camino’. También vemos como reúsa tomar dinero que viene según ella viene del ‘lado oscuro’, epítome el que es donado por su según ella corrupto padre, magnate armamentístico; Frente a ella está el antagonista Andrew Undershaft (el padre de ella), el ejemplo del capitalismo, un cínico caustico que disfruta mal metiendo en la estructura ética de su vástaga, intenta con ingenio mordaz doblegar la pureza inflexible de ella, socavando los valores a su alrededor que ella creía sólidos, haciendo tambalear su micromundo, haciéndole ver que lo que ella creía con férreas creencias morales se tuercen con facilidad ante la visión de la plata.
Tiene en sus potentes bazas un elenco de intérpretes estupendo, encabezado por una vivaraz Wendy Hiller como la epónima del título, la que sufre un arco de desarrollo más pronunciado, desde su idealismo puro de querer convertir a pecadores en almas limpias desde lo fe cristiana (ya trabajó con Pascal en “Pigmalion”); con un espléndido mefistofélico Robert Morley, desplegando una vis cómica ladina arrolladora. Sensacional sus momentos alegóricos frente a la chimenea está crepitando cual si fuera el Diablo; Rex Harrison como el sugestionable prometido de la Mayor, un enamoradizo docto en cultura griega, n un papel un tanto desrumbado, pues parece va a ser el protagonista, luego se desdibuja, vuelve a tener fuerza y se pierde en el tramo final. No se sabe bien que pinta en la historia o que aporta, aparte de la nula química con la Hiller; Robert Newton se convierte en un electrizante roba-escenas con su bad-ass cockney que parece salido de una obra de villano dickensiano (“A cuanto está la salvación ahora?” comenta de modo hiriente), radiante de energía y malicia gamberril; Deborah Kerr debuta en cine con un tierno rol.
Barbara Undershaft (Wendy Hiller), es una Major idealista del Ejército de Salvación, la mayor de tres hermanos acomodados, ella ha renunciado a los lujos en favor de su ‘vocación’ social de intentar reconducir a almas descarriadas por la senda de la fe religiosa, esto lo ejemplifica sobre todo en como manipula a Bill Walker (Robert Newton), un maleante pendenciero al que con una labia proverbial intenta llevar ‘al buen camino’. También vemos como reúsa tomar dinero que viene según ella viene del ‘lado oscuro’, epítome el que es donado por su según ella corrupto padre, magnate armamentístico; Frente a ella está el antagonista Andrew Undershaft (el padre de ella), el ejemplo del capitalismo, un cínico caustico que disfruta mal metiendo en la estructura ética de su vástaga, intenta con ingenio mordaz doblegar la pureza inflexible de ella, socavando los valores a su alrededor que ella creía sólidos, haciendo tambalear su micromundo, haciéndole ver que lo que ella creía con férreas creencias morales se tuercen con facilidad ante la visión de la plata.
Tiene en sus potentes bazas un elenco de intérpretes estupendo, encabezado por una vivaraz Wendy Hiller como la epónima del título, la que sufre un arco de desarrollo más pronunciado, desde su idealismo puro de querer convertir a pecadores en almas limpias desde lo fe cristiana (ya trabajó con Pascal en “Pigmalion”); con un espléndido mefistofélico Robert Morley, desplegando una vis cómica ladina arrolladora. Sensacional sus momentos alegóricos frente a la chimenea está crepitando cual si fuera el Diablo; Rex Harrison como el sugestionable prometido de la Mayor, un enamoradizo docto en cultura griega, n un papel un tanto desrumbado, pues parece va a ser el protagonista, luego se desdibuja, vuelve a tener fuerza y se pierde en el tramo final. No se sabe bien que pinta en la historia o que aporta, aparte de la nula química con la Hiller; Robert Newton se convierte en un electrizante roba-escenas con su bad-ass cockney que parece salido de una obra de villano dickensiano (“A cuanto está la salvación ahora?” comenta de modo hiriente), radiante de energía y malicia gamberril; Deborah Kerr debuta en cine con un tierno rol.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película entra en una fase un tanto remasticada y de homenaje a la Industria de las Armas demasiado panfletaria (propia del contexto temporal WWII), pero que a pesar de extenderse demasiado deja un buen sabor d evoca en su mensaje directo y diáfano de los valores del pragmatismo frente al misticismo etéreo del bien vacío de contenido, ello con epicentro en la fábrica del padre, donde hay una especie de reino utópico, donde hasta el bad-ass Bill ha encontrado su lugar en el mundo trabajando allí, siendo este el reflejo del mensaje de la cinta, de cómo la Fe no lo ha domado y si ha sido el trabajo.
“Querida Barbara, el alcohol es un producto muy necesario, cura a los enfermos... hace llevadera la vida de millones de personas, que no la soportarían de estar sobrias.”
“No sabes nada y crees saberlo todo, eso apunta claramente a que puedes ser político.”
“Este amor por la plebe puede agradar a la nieta de un conde y a un profesor universitario pero yo he sido pobre y parte de la plebe y ello carece de toda pasión para mí”
Me queda un reivindicable film que hubiera ganado quitando sus michelines en forma de estirar demasiado el metraje como es el personaje innecesario de Adolphus. Fuerza y honor!!!
“Querida Barbara, el alcohol es un producto muy necesario, cura a los enfermos... hace llevadera la vida de millones de personas, que no la soportarían de estar sobrias.”
“No sabes nada y crees saberlo todo, eso apunta claramente a que puedes ser político.”
“Este amor por la plebe puede agradar a la nieta de un conde y a un profesor universitario pero yo he sido pobre y parte de la plebe y ello carece de toda pasión para mí”
Me queda un reivindicable film que hubiera ganado quitando sus michelines en forma de estirar demasiado el metraje como es el personaje innecesario de Adolphus. Fuerza y honor!!!