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Voto de TOM REGAN:
6
7,4
10.433
Thriller. Intriga
Ming es un topo infiltrado en el departamento de policía. Se hizo policía a los 18 años siguiendo las órdenes del jefe de una sociedad secreta de carácter criminal. Por su parte, Yan es un topo de la policía infiltrado en la banda desde hace ya diez años. Ambos se sienten cada vez más atrapados en esos mundos a los que no pertenecen. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
147/31(28/05/20) Muy entretenido thriller producido en Hong Kong, donde fue todo un boom taquillero que llevó incluso a dos secuelas, amén de que Brad Pitt se fijara en él para comprar sus derechos para que finalmente Martin Scorsese realizara el remake hollywoodiense oscarizado “Infiltrados” (2006), siendo este co-dirigido por Andrew Lau (sin relación con uno de los co-protagonistas) y Alan Mak y escrito por Mak y Felix Chong superior en calidad y solidez, con menos petulancia y relleno naif, donde Marty necesitó 149 minutos para contar lo que la película primigenia hace en apenas 96, el film estadounidense altera el final sobre el original, debido también a la inclusión de un personaje nuevo. Aquí van directos al grano, van a lo importante, quitando mucha paja que el remake nos ofreció. “Juego sucio” cuenta la historia de un oficial de policía que se infiltra en una Tríada de Hong Kong, y otro oficial que trabaja en secreto para la misma triada pandilla narrado con ritmo vigoroso, con sensación constante de contrarreloj en el perverso juego del gato y el ratón que se establece entre los dos infiltrados por dar uno con el otro, con escenas cargadas de intensidad y suspense, aunque primando la intriga sobre la acción, con juegos de comunicación, con traiciones, asesinatos, mentiras, encubrimientos, sorpresas, ello gracias a un guión inteligente, pero que contiene entre sus debes que hay que darle licencias dramáticas por las muchas de casualidades que hay. Falla también en darnos un retrato de estudio de identidad confusa, pues nunca sientes que estén en medio de lealtades que deban torcer su sentido del deber, nunca vemos que el poli infiltrado haga algo inmoral, o que infiltrado en la policía sufre dudas en lo que hace, por lo que he leído en este respecto de cómo su doble vida afecta a su personalidad no lo veo por lado alguno. Tampoco su inicio me es alentador, pues puede crear confusión en el espectador su montaje caótico que puede despistar, tardando algunos minutos en centrarte. Fue seleccionada como la entrada de Hong Kong para la Mejor Película de Lengua Extranjera en los Oscar, no fue nominada. Abren y cierran la película con una cita budista sobre el sufrimiento eterno, sobre el título chino, "El camino incesante", una referencia a Avici, el nivel más bajo del infierno en el budismo, donde uno sufre incesantemente. El título en inglés es un juego de palabras que combina el adjetivo 'infernal' (sobre el infierno) con asuntos internos: el departamento de policía preocupado por investigar a sus propios oficiales.
Lau Kin Ming (buen Andy Lau), joven mafioso que es asignado en secreto por su jefe de tríada Hon Sam (el que mejor aprovecha su tiempo, Eric Tsang, muy superior en su sutil cinismo al pasado de vueltas Jack Nicholson de la versión USA) para infiltrarse en la fuerza policial. Se convierte en un buen policía, experto en su trabajo, suave en la política departamental, lo que le hace ascender, que además mantiene una relación con una aspirante a escritora, Mary (correcta Sammi Cheng). Chen Wing Yan (buen Tony Leung), joven recluta de la policía que es asignado para infiltrarse en la mafia. Al principio, solo dos miembros de la fuerza conocen su verdadera identidad, y finalmente solo hay uno: el superintendente de policía Wong Chi Shing (buen Anthony Wong), a quien recurre con creciente desesperación. En la vida de Chen tendrá importancia su psicóloga Lee Sum Yee (correcta Kelly Chen).
No es un film que pretenda otra cosa que entretener, ello haciendo tensionar al espectador con las estrategias de unos y otro por atrapar al otro, con cortes ágiles, con personajes empáticos, con diálogos diáfanos que van al grano, ello en un buen crescendo dramático donde sabes que las cosas van a terminar explotando, pero que en el modo de llevarlo hace que no se haga previsible, ello contribuyendo a generar interés dramático. Para estas contiendas es fundamental el teléfono móvil, para transmitir mensajes en morse, para sms, para sabotear persecuciones, para poner en contacto a los antagonistas, siendo elemento fundamental para hacer avanzar la trama en ese juego de atrapar el topo en la mafia y la bofia. Habiendo además notas de humor desengrasante, sobre todo en el personaje de Keung (Chapman To), tipo que trabaja para la triada, denota tener pocas luces, como en la escena en que juega a descubrir a espías-polis ocultos por la calle, actor que en su clímax demuestra buenas dotes interpretativas en una conversación que tiene con Cheng tras un tiroteo.
La cinta juega a los doppelgänger rozando, cuando n o traspasando los límites de lo creíble por lo voluble de la azarística, al hacernos ver al principio que los dos protagonistas se gradúan a la vez en la misma academia de policía, incluso los juntan años después en una tienda de altavoces, pero increíblemente no se reconocen. Hay una elipsis de diez años entre la graduación y cuando empieza el grueso de la historia, pues resulta que el encubierto de la triada ha conseguido llegar a la cuasi-cima policial, esto es verosímil, que un mafioso confíe en meter a un joven en la poli para que 10 años después sea su confidente, no hay por donde cogerlo (parte de la casualidad de que sea capaz de llegar a gerifalte), pues no pueden pasar cosas en una década, lo normal es que un mafioso soborne o chantajee a un poli, no que lo prepare con vistas a varios años, sin pies ni cabeza. Luego está la casualidad de que poli y triada se den cuenta a la vez que tiene un topo en sus filas, todo ocurre de modo tan medido que hay saltarse la credibilidad para disfrutarla, sobre todo cuando ambos protagonistas son asignados a encontrar a su némesis, se fuerza demasiado la coincidencia.
Lau Kin Ming (buen Andy Lau), joven mafioso que es asignado en secreto por su jefe de tríada Hon Sam (el que mejor aprovecha su tiempo, Eric Tsang, muy superior en su sutil cinismo al pasado de vueltas Jack Nicholson de la versión USA) para infiltrarse en la fuerza policial. Se convierte en un buen policía, experto en su trabajo, suave en la política departamental, lo que le hace ascender, que además mantiene una relación con una aspirante a escritora, Mary (correcta Sammi Cheng). Chen Wing Yan (buen Tony Leung), joven recluta de la policía que es asignado para infiltrarse en la mafia. Al principio, solo dos miembros de la fuerza conocen su verdadera identidad, y finalmente solo hay uno: el superintendente de policía Wong Chi Shing (buen Anthony Wong), a quien recurre con creciente desesperación. En la vida de Chen tendrá importancia su psicóloga Lee Sum Yee (correcta Kelly Chen).
No es un film que pretenda otra cosa que entretener, ello haciendo tensionar al espectador con las estrategias de unos y otro por atrapar al otro, con cortes ágiles, con personajes empáticos, con diálogos diáfanos que van al grano, ello en un buen crescendo dramático donde sabes que las cosas van a terminar explotando, pero que en el modo de llevarlo hace que no se haga previsible, ello contribuyendo a generar interés dramático. Para estas contiendas es fundamental el teléfono móvil, para transmitir mensajes en morse, para sms, para sabotear persecuciones, para poner en contacto a los antagonistas, siendo elemento fundamental para hacer avanzar la trama en ese juego de atrapar el topo en la mafia y la bofia. Habiendo además notas de humor desengrasante, sobre todo en el personaje de Keung (Chapman To), tipo que trabaja para la triada, denota tener pocas luces, como en la escena en que juega a descubrir a espías-polis ocultos por la calle, actor que en su clímax demuestra buenas dotes interpretativas en una conversación que tiene con Cheng tras un tiroteo.
La cinta juega a los doppelgänger rozando, cuando n o traspasando los límites de lo creíble por lo voluble de la azarística, al hacernos ver al principio que los dos protagonistas se gradúan a la vez en la misma academia de policía, incluso los juntan años después en una tienda de altavoces, pero increíblemente no se reconocen. Hay una elipsis de diez años entre la graduación y cuando empieza el grueso de la historia, pues resulta que el encubierto de la triada ha conseguido llegar a la cuasi-cima policial, esto es verosímil, que un mafioso confíe en meter a un joven en la poli para que 10 años después sea su confidente, no hay por donde cogerlo (parte de la casualidad de que sea capaz de llegar a gerifalte), pues no pueden pasar cosas en una década, lo normal es que un mafioso soborne o chantajee a un poli, no que lo prepare con vistas a varios años, sin pies ni cabeza. Luego está la casualidad de que poli y triada se den cuenta a la vez que tiene un topo en sus filas, todo ocurre de modo tan medido que hay saltarse la credibilidad para disfrutarla, sobre todo cuando ambos protagonistas son asignados a encontrar a su némesis, se fuerza demasiado la coincidencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tampoco es que las subtramas que se les ponen a ambos protagonistas sumen mucho a dar dimensión a sus roles, muy planas sus relaciones con sus parejas, el ‘malo’ con la escritora, sin fuste, inane. Y por otro lado la del ‘bueno’ con su terapeuta, que no se sabe que pinta en medio de una triada yendo a dormir al diván de esta mujer, un atropello a la inteligencia, como su forzada relación romántica, no digamos ya el parche de cuando el ‘bueno’ se cruza con una mujer por la calle que no veía en años, y se más que sugiere que la niña que lleva ella es hija de él, y de ello ya no se vuelve a mencionar, son pegotes mejorables, o incluso eliminables. Todos estos intereses amorosos en pos de delinear un carácter sentimental en los roles y que con ello nos sintamos más en conexión con ellos, pero del modo en que se trata no cuaja; Como no cuajan unos flash-back sentimentaloides que nos meten en determinados momentos que roan (siendo benévolo lo cursi), gran ejemplo de ello es un montaje que nos ponen tras la muerte de un crucial personaje (este incluso en blanco y negro [puaj!], adornado por una música pastelosa, y es que la música es otro de sus defectos, mal ensamblada a la historia).
Spoiler:
Momentos recordables: La caída del superintendente al vacío ‘amortiguado’ de modo brutal por el techo de un taxi. Estropeado el impacto por ela edición de un flash-back de la mente de Chen recordando momentos con el agente; El tramo en que Chen ha seguido a Sam al cine, donde tendrá el encuentro con el topo de la policía, manteniendo posteriormente una persecución muy tensa; El clímax donde Chen lleva a punta de pistola a Lau por el rascacielos, llama al ascensor y de modo shockeante alguien desde dentro le pega un tiro en la cabeza a Chen. Ello cuando Lau ya había decidido dejar atrás su pasado de topo, reafirmado cuando mata a Sam, siendo esto un cambio con respecto a la versión remake. Tras esto y ‘gracias’ a la censura de China, donde los malos nunca pueden ganar (puaj!), nos cuelan en el epílogo una sobreimpresión que nos dice que Chen fue descubierto era un policía encubierto, y vemos un curioso funeral oficial de la policía de chinos pero adornado por chinos ataviados al modo tradicional escocés, con kilt, y tocando la gaita. Luego nos enteramos también en sobreimpresión que Lau ha sido descubierto y arrestado, suponiendo esto un pegote difícilmente digerible.
Film ameno, pero tampoco es la gran película que muchos postulan, al menos bajo mi modesta opinión. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Momentos recordables: La caída del superintendente al vacío ‘amortiguado’ de modo brutal por el techo de un taxi. Estropeado el impacto por ela edición de un flash-back de la mente de Chen recordando momentos con el agente; El tramo en que Chen ha seguido a Sam al cine, donde tendrá el encuentro con el topo de la policía, manteniendo posteriormente una persecución muy tensa; El clímax donde Chen lleva a punta de pistola a Lau por el rascacielos, llama al ascensor y de modo shockeante alguien desde dentro le pega un tiro en la cabeza a Chen. Ello cuando Lau ya había decidido dejar atrás su pasado de topo, reafirmado cuando mata a Sam, siendo esto un cambio con respecto a la versión remake. Tras esto y ‘gracias’ a la censura de China, donde los malos nunca pueden ganar (puaj!), nos cuelan en el epílogo una sobreimpresión que nos dice que Chen fue descubierto era un policía encubierto, y vemos un curioso funeral oficial de la policía de chinos pero adornado por chinos ataviados al modo tradicional escocés, con kilt, y tocando la gaita. Luego nos enteramos también en sobreimpresión que Lau ha sido descubierto y arrestado, suponiendo esto un pegote difícilmente digerible.
Film ameno, pero tampoco es la gran película que muchos postulan, al menos bajo mi modesta opinión. Fuerza y honor!!!