224/13(29/10/12) Alan Parker nos ofrece aquí un turbador film que mezcla de modo lúgubre el cine negro, el terror y el suspense, el problema es una narración algo confusa y que con un segundo visionado pierde, se le ven los parches. En Nueva York en la década de los 50 un detective del montón, Harry Angel (gran Mickey Rourke), es contratado por un misterioso abogado, Louis Ciphre (gran Robert De Niro), para que encuentre a un otrora famoso músico, Johnny Favourite, desaparecido diez años atrás, conforme investiga los que parecen saber algo acaban brutalmente muertos, sus indagaciones le llevan de New York a Luisiana, allí la trama se vuelve más y más retorcida, mientras las sanguinarias muertes le siguen acompañando. Es la adaptación de la novela ‘Fallin Angel’ de William Hjortsber, escrita y dirigida por el británico Alan Parker, tiene varios puntos positivos apreciables, un arranque inquietante, con una presentación de personajes brillante, un prometedor punto de partida, una excelente puesta en escena, con un gran diseño de producción de Brian Morris (‘El ansia’, ‘Cumbre borrascosas’ o ‘Piratas del Caribe’), el calor pegajoso, la suciedad y el feísmo impregnan cada fotograma, algo que se transmite, una tenebrista fotografía de Michael Seresin (‘El Expreso de Medianoche’), jugando inteligentemente con las sombras y los claroscuros, envuelto esto en la trémula música jazzística de Trevor Jones (‘Excalibur’ o ‘El último mohicano’), con un montaje canalizador de estremecimientos de Gerry Hambling (‘Fama’ o ‘En el nombre del padre’), pero a medida que se hunde en lo sobrenatural lo se hunde en lo sobado, en territorios ajados, añadiéndose lo confuso, donde lo previsible es la nota predominante, para desembocar en un final aturullado, parece hecho con prisas, y las prisas son nunca buenas. Alan Parker peca de retrotraerse a su pasado videoclipero y de la publicidad, metiendo artificiosos elementos visuales que destripan más que suman. Mickey Rourke realiza un trabajo excelente, estaba en su zenit y lo demuestra con un rol cargado de emociones, su evolución hacia el Averno nos llega de modo nítido, muestra degradación física y psíquica, ropas arrugadas, sudorosas, cada vez más nervioso y enervado, en un increscendo depresivo doliente que nos llega. Luego está Robert De Niro, actor que come aparte, un aterrador rol que apabulla con cada presencia, desborda un omnímodo carisma que flota por cada fotograma, su economía gestual, su penetrante mirada, la estremecedora forma en que pela un huevo cocido, produce pavor, fascinante. Asimismo destaca la sensual presencia de Lisa Bonet, sabe dar a su personaje gran misticismo erótico, culminado en la fogosa escena de sexo con Harry, por cierto esto hizo que el humorista Bill Cosby que la tenía contratada para su serie la despidió por sus desnudos, menudo retrógrado. Le echo en falta mayor intriga con lo que está pasando realmente, demasiada exposición de datos, el protagonista se llama Angel, lo contrata Lou Cypher, para que encuentre a alguien que ha hecho un contrato con él y debe cumplir su parte, muchísimas referencias religiosas, todo muy obvio, no hay lugar a lo imprevisible. Aún así, una interesante propuesta, un relato pesadillesco sobre un descenso a los Infiernos, con un ritmo fluido que hace te atrape. Fuerza y honor!!!