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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
5,8
11.402
Animación. Aventuras. Ciencia ficción. Comedia La historia del origen de Buzz Lightyear, el héroe que inspiró el juguete, y que nos da a conocer al legendario Guardián Espacial que acabaría contando con generaciones de fans. (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2024
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99/17(23/04/24) Convencional y académico film infantil de animación por ordenador creado por la casa del logo del flexo saltarín, Pixar. Film de aventuras espaciales que es una especie de spin-off de la serie de películas Toy Story, pero no tiene lugar en el mismo universo ficticio que ellos, se presenta como la película ha visto Andy, por la que se hizo fan del personaje guardián espacial Buzz Lightyear uy por la que le regalaron este juguete, en esta película es un ser humano y no juguete. El prólogo nos informa que en 1995 el pequeño Andy recibió el muñeco de Buzz Lightyear luego de haber visto un film sobre el heroico guardián del espacio que se convirtió de inmediato en su título favorito, Lightyear es esa película. Dirige Angus MacLane (animador de Pixar en todas sus grandes producciones, desde films como “Bichos, Toy story 2, Buscando a Nemo, Cars, Monstruos, S.A., Los Increíbles, WALL·E, UP, o Toy Story 3), a partir de una historia propia y de Jason Headley, que coescribieron con Matthew Aldrich (“Coco”); Los grandes de la compañía Pete Docter y Andrew Stanton son los productores ejecutivos. Pixar parece haber perdido su lustroso brillo de antaño, y lo demuestra esta correcta cinta, tan entretenidilla, como olvidable, es ágil, con acción vistosilla, pero nunca termina de despegar (¿?), su historia resulta ajada, su tono es desequilibrado, pues es demasiado adulta para los niños y demasiado pueril para mayores, carece del encanto de la original, a al que es imposible no referirse, no hay roles que trasciendan la pantalla. Buzz en Toy Story es muy bueno por el contraste con los otros muñecos, pero aquí su personalidad mesiánica queda muy poco estimulante. Tampoco los secundarios son muy allá, ni tan siquiera el muy loado en algunas críticas gato Sox me ha sido especialmente simpático. Y cuando nos referimos al villano de turno, amén de tener un origen muy rebuscado en medio de paradojas temporales que pueden provocar taquicardias en los peques, resulta que es un torpedo grotesco al grandioso malo de Toy Story 2, al querer ser originales se pegan un tiro con bazuca en el pie.

Los temas de saber aceptar la realidad para no intentar querer cambiar lo que tal vez esté bien, la loa a la amistad, los sueños perdidos, el saber disfrutar de la vida en el día a día, y querer buscar otros caminos, cuando la felicidad puede ser el camino y no la meta, o el canto a los marginados. Todo ello abordado tantas veces en Pixar, y lo que es peor aquí, se da sin chispa alguna, nada sorprende, los pretendidos giros se quedan (sobre todo el referido del villano) en fuegos de artificio que en el mejor de los casos te hacen arquear la ceja, siendo una de sus taras que se toma demasiado en serio a sí misma. Un producto que parece hecho solo para alargar la explotación de la franquicia Toy Story, un afiche sin fuste para tener poso de permanencia. Puede que el momio se este agotando, pues esta peli con un cuantioso presupuesto de 200 millones (Toy Story tuvo 30 millones), y ha recaudado 150 millones en el mercado internacional (Toy Story, recaudó 363 millones en la taquilla internacional), teniendo grandes pérdidas, estimadas en más de 100 millones. La plata gastada está en la puesta en escena, en la escenografía del planeta y de la base, en las escenas espaciales, pero nada de esto marca algo novedoso o arriesgado lo más mínimo, todo, aunque bueno, solo funcional. Tanto como la música de Michael Giacchino (“Perdidos” o “Los Increíbles), que se amolda bien, pero sin ser recordable.

Con su clásico tic de hablarle a un supuesto grabador que está en su brazo a modo de relato y su famoso ‘Hasta el infinito y más allá’, Buzz es un space ranger aplicado que intenta reparar un error cometido cuando una de sus exploraciones espaciales sale mal y obliga a la tripulación de su nave a quedarse un extraño planeta habitado por peligrosas criaturas sin poder salir de allí. Para reparar su error, Buzz se obsesiona con viajar superando la velocidad de la luz, pero al regresar sin poder lograrlo se da cuenta que en su poco tiempo de viaje pasaron cuatro años en la colonia humana que se fue formando ahí. Y así sigue, el hombre, intentando conquistar el tiempo mientras toda su gente –incluyendo su gran amiga Alisha Hawthorne– envejece, tiene hijos y muere. Y eso es solo el principio de la historia, ya que Buzz termina conectándose con Izzy, su nieta, y su grupo de torpes ayudantes cuando una enorme nave espacial aparece sobre ellos y envía amenazantes robots a liquidarlos. Todos comandados por Zorg, personaje conocido ya de la saga TOY STORY.

Tiene guiños a Toy Story en su inicio cuando se dicen que no nos mataremos con pistolas comienza como si fuera un wéstern (claramente refiriéndose a al muñeco pistolero Woody), también se pueden atisbar otros a Star Wars , Alien , 2001: A Space Odyssey, e incluso Gravity.

Pero sobre todo el cuasi guiño Pixar es a Up con su hermoso comienzo donde se resume con una poesía estremecedora una cariñosa vida en matrimonio. Aquí se da algo parecido con la compañera de Buzz, con la capitana Alisha Hawthorne, que vemos construye una familia a partir de la unión con su pareja, ello en cortantes elipsis de cuatro años, vemos en lapsos de tiempo a la parejita enamorados, besarse, tener hijos, y envejecer hasta morir, esto es de lo más salvable de la narración. Tiene además la particularidad de que la persona emparejada con la capitana (es negra) es una mujer y blanca, con lo que se da altavoz a uno de los mantras woke de visibilizar a las minorías, en este caso una pareja lesbiana interracial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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