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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Comedia Apulia, 1936. Entre los jerifaltes locales del partido fascista se corre la voz de que llega de Roma un funcionario de incógnito para auditar su actividad. Su preocupación para que no se descubran sus chanchullos los lleva a confundir a un pobre vendedor de seguros con el enviado de Roma. Así es como se desencadena una serie de equívocos que abren los ojos del joven Omero. (FILMAFFINITY)
2 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
187/39(30/06/23) Muy mordaz comedia italiana que deja huella por su mensaje crítico contra el fascismo. Dirige Luigi Zampa, con guion propio junto a Ettore Scola (“Una jornada particular”), Ruggero Maccari (“Yo la conocía bien”), sobre una historia de Zampa, Sergio Amidei (“Roma, ciudad abierta”), y Vincenzo Talarico (“Años difíciles”), inspirándose libremente en la comedia “El inspector general” de 1836 del ruso de origen ucraniano Nikolaj Gogol', en la obra se satirizaba al régimen Imperial Zarista, y en la cinta de Zampa se hace saña del régimen ‘mussoliniano’ enmarcando el relato en 1937 en un pueblo rural dela región de Apulia, protagonizado por un gran Nino Manfredi como un corredor de seguros tomado por jerarca fascio enviado por el Duce a fiscalizar los dineros mandados desde Roma, y las fuerzas vivas intentan con trampantojos dar imagen idealizada del pueblo. Mientras entre ellos también se guardan sus secretitos, como infidelidades. Es un film con claro sabor berlanguiano, como son algunos planos secuencia vigorosos siguiendo a varios personajes, no me creo que Zampa no hubiera visto “Bienvenido Mr. Marshall”, del que esta cinta tiene mucho, como es el acercamiento a los costumbrismos localistas. Manejando con ingenio los equívocos y el culto a las falsas apariencias, se hace un voraz ataque a los totalitarismos, a las tiranías, a los abusos del poder, a la intolerancia al que piensa distinto, y sobre todo a que todo poder absoluto conduce a la corrupción absoluta. Es una radiografía certera de la naturaleza humana cuando se le da el poder omnímodo, como lo utiliza en modo darwinista para avasallar, para robar, para manipular, chantajear, amedrentar, toda una madriguera donde reina la hipocresía, como ejemplo es que se suponen todos fieles a Mussolini y se afán Imperialista, pero sin embargo todos tiene excusas para no alistar se en el ejército (entonces les podrían haber mandado a Abisinia o a la Guerra Civil de España). La mezquindad y el patetismo afloran de modo magno cuando se creen ‘dioses’. Aquí no hay ideal fascista, solo el de la avaricia. Todo ello regado por un ingenioso sentido del humor punzante, como por ejemplo ese musical con chicas bailando de uniforme y llevando la esvástica, que a todo cinéfilo le recordará a la posterior película 'Springtime for Hitler' (1967) de Mel Brooks, que seguro se inspiró en esta escena.

Posee un inicio puntiagudo, viéndose imágenes de archivo filmadas al Duce que se proyectan en un cine, cinta de propaganda fascia donde se ve a Benito Mussolini dar discursos enardecedores, se le ve trabajar a pecho descubierto en los campos, vemos también desfiles militares ensalzando el poderío militar transalpino. Esto en contraste con la historia que veremos en este pueblo, donde reina el carroñerismo, el fariseísmo, el latrocinio y los prejuicios. Tras ello la noticia a este pueblo de que va allegar un Inspector desde Roma para comprobar que los fondos enviados allí han sido bien administrados, y el pavor cunde entre los que los han manejado, pues se han lucrado de ellos miserablemente y temen sus chanchullos salgan a la luz. Entonces surge el equívoco, pues toman a un comercial de seguros, Omero Battifiori (Nino Manfredi) por el Jerarca que viene de incógnito. Al que agasajan con todo tipo de lujos, incluso le proporcionan una joven. Ello mientras intentan engañarle mostrándole que la plata enviada ha sido bien empleada, ello con planes tan burdos como el de las vacas que llevan de una lado a otro para que el inspector crea hay diferentes granjas (con esa del cuerno roto que mira al ‘Inspector’, con un zoom gracioso sobre el rostro del vacuno).

Ello mientras vemos lo miserable de encerrar a los pobres tras muros para que no manchen la imagen del pueblo, encerrar a los potenciales subversivos, como llenan el pueblo de fotos del Duce, pintadas de frases del mismo, para hacerse notar más papistas que el papa, se muestra un aeropuerto de chirigota. Se hace una exhibición guiñolesca chufa con niños colocándose máscaras anti gas, pasean al ‘Inspector’ por una instalación es de gimnasia artística, donde Omero da una exhibición portentosa sobre las paralelas (en lo que para mí es desconcertante, pues pensaba esto entroncaría con alguna ocurrencia posterior, pero se queda ahí, y no entiendo el sentido de esta secuencia, más allá de dejar maravillada a Elvira, pues esta ya estaba seducida por el ‘Poder’ del ‘Inspector’; escena claramente hecha por otra persona suplantando a Manfredi). Hasta tenemos una caricaturesca manifa del 28 de octubre (fiesta nacional creada por Mussolini sobre la fecha en que se celebró la llamada 'Marcha sobre Roma', tuvo lugar el 28/10/1922), pero los campesinos reniegan de parar este día. Hay una divertida ‘inauguración’ de unas obras financiadas por Roma (en realidad un edificio de uno de los jerifaltes locales que luego tendrá que apañar los destrozos), dónde el picotazo testimonial se sale de madre y acaba en aparatoso chance. Todo esto provocado por como le ríen todas las gracias al ‘Inspector’, cada chascarrillo es seguido de risas, y aquí lo ven picar, pues el pueblo se pone en solfa picar. Por contra tenemos algunas valientes personas que critican el fascismo como el Dr. De Vincenzi (buen Salvo Randone), o una anciana que llama asesino a Mussolini.

Todo para desembocar en un rush final muy bien llevado, nada complaciente, donde todo implosiona cuando está rodeado de la pobreza y de la dignidad de un tipo moribundo que se niega aponerse la camisa negra (mussoliniana). Para tener el clímax en un sarao donde Omero con el acicate del alcohol suelta un a parrafada sangrante. Y teniendo además un epílogo notable en el tren (spoiler).

Film rodado en Ostuni, Alberobello, en los Sassi de Matera. Algunas escenas interiores se rodaron en el Teatro Mercadante de Altamura, con el telón original. A destacar las secuencias en exteriores de Alberobello en Puglia y sus viviendas trulis (viviendas de piso redondo y techo en cono).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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