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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia y adolescencia, que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chiron tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2017
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
21/21(29/01/17) Sobrevalorado drama realizado y guionizado por Barry Jenkins, y es que al estar avalado por la cuasi-unanimidad de la crítica (Globo de Oro al mejor drama, y sus numerosas nominaciones al Oscar) esperaba mucho más, pero me ha sido una cinta de bajo perfil, con marcado sino independiente, en el que se mezcla el despertar sexual con la marginalidad, con el buylying, pero nunca arriesgando, sin rascar, quedándose en la superficie, eso sí, transpirando realismo en las interpretaciones. Se mete en un coctel disperso el mundo de las drogas, la precariedad familiar, los abusones escolares, y sobre todo la búsqueda de la identidad sexual, en este caso la latente homosexualidad del protagonista. Y es que tengo la impresión viendo la galería de películas nominadas este año, hay cierto sentimiento de culpa entre los miembros de la Academia hollywoodiense por lo que se les acusó el año pasado, de ser racistas (se popularizó el hashtag #OscarSoWhite) al no estar nominada gente de color a categoría alguna, y en esta edición parece anhelan el perdón nominando a cintas donde la relevancia de etnias minoritarias es notoria, “Lion” de gente hindú, y por supuesto a los afroamericanos, “Fences”, “Figuras ocultas”, en los documentales con “La enmienda XIII”, “I am not your negro” o “OJ Made in America”, y este melodrama que me ocupa, y no puede ser casualidad, más parece una expiación de pena y asunción de disculpa, que una meritocracia, pues no creo que este correcto film, políticamente correcto, con escenas bien construidas, pero adolece de trascendencia, de poder de traspasarte (por lo menos a mí), donde habiendo negros no se habla de racismo, donde tocándose el tema de la homosexualidad no hay homofobia, hablándose de las drogas apenas hay resquicio de este submundo (solo la madre), de hecho el traficante que acoge en su “regazo” al protagonista, es visto de modo idealizado, todo muy buenista, y donde la poesía sensorial que muchos comentan me ha sido artificiosa. Se hace el retrato de un chico en tres fases-episodios (Pequeño, Chiron, Black) de su vida, Infancia, adolescencia y adultez, donde a través de etas etapas el introvertido protagonista deberá conocerse a sí mismo en medio de un barrio marginal de Miami. Film basado en la obra teatral de del escritor homosexual Tarell Alvin McCraney que vivió en el mismo barrio. Película que como muy bien he leído puede ser un cruce entre “Brokeback Mountain” y “Precious”.

Un sensible relato que (a mi modesto entender) pretende dar más de lo que puede, despega en su primer capítulo de modo atractivo, con ese chico desorientado en un mundo que lo oprime por su fragilidad, debilidad, ensimismamiento, y que en su huida a ninguna parte encuentra refugio en un disfuncional personaje, pero esto me llega impostado, dulzón, queriendo ensalzar la figura del buen narcotraficante, el que vive en una bonita casa, con una bonita y tierna pareja, los dos preocupándose del chaval, menuda hipocresía, el narco vendiendo “muerte” (espiritual y física) y por otro queriendo hacernos ver que es buena persona, se me hace bola, no me lo trago. En este capítulo tenemos que hacer de sesudos exégetas para saber lo que pasa por la cabeza del chico o lo que yo creo, que el director cree que todos nos hemos leído la sinopsis para saber lo que ronda por la mente del protagonista, y así discernir de modo tópico que si eres frágil, introvertido, no te gusta el futbol, súmalo y te da que eres homosexual, menudo sesudo estereotipo simplista que debería ofender a los gays. Se nos quiere hacer ver el mundo interior de Chiron a través de sus silencios, pero esto es una pretenciosa intensidad manufacturada, que no es más que un intento de enmascarar la falta de recursos orgánicos para emocionar de modo incisivo al espectador. Y por cierto, donde se ha metido el mentor narco de Chiron?; En el segundo capítulo hay una elipsis temporal, y ahora el adolescente protagonista sigue siendo débil y por tanto “subliminalmente” remarcando su homosexualidad, por lo que los compañeros de colegio lo siguen humillando. El chaval encuentra un amigo que le hace ver su identidad sexual, mostrado en una escena (a mi modesto entender) efectista y artificiosa. Este tramo me resulta igualmente manufacturado, hecho en base a golpes de efecto arteros; El tercer capítulo saltamos en otra elipsis, un tanto brusca y descolocante por el cambio físico radical de Chiron, ahora se ha convertido en lo que fue su mentor, un narcotraficante de aspecto hipermusculado. Tiene Chiron un encuentro con su madre un tanto chirriante, incoherente, grimante, no me convence este encuentro, demasiado meloso. Chiron es un aparente tipo duro que tras una llamada tiene un sueño húmedo que lo turba. Aquí se producen las dos mejores escenas para mí de la cinta, por la naturalidad y frescura que emiten, primero la cena en la cafetería, con una deliciosa charla entre los dos “amigos”, y luego la posterior en casa de Kevin, donde los sentimientos se destapan. Aquí si hay emotividad, conmueve, sin caer en sensiblerías, destilando melancolía y asentimiento de la identidad sexual, del amor ansiado. Donde los dos actores componen una especie de corto que deslumbra por la crudeza verité que transmiten con sus miradas, sonrisas, silencios, gestos, lástima de que su final resulta tan correcto y poco arriesgado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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