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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia. Drama Roberto, un hombre marcado por un duro revés que arruinó y paralizó su vida hace más de veinte años, vive atrincherado frente al mundo y en completa soledad en su ferretería. Sin embargo, un día, un extraño acontecimiento logra sacarlo de su aislamiento y ponerlo de nuevo en contacto con la realidad: en su vida aparece un chino que no sabe una palabra de español, y Roberto desea devolver al joven con los suyos. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
206/31(26/06/11) Agradable tragicomedia argentina que si tiene a Ricardo Darín de protagonista tiene ya mucho ganado. Es un tema recurrente en el cine la radiografía de la soledad, de cómo un tipo gruñón, hierático, misántropo, solo está a gusto con sus demonios internos en este caso la Guerra de las Malvinas, y como choca al tener que convivir con otra persona, me recuerda a ‘El prestamista’ de Sidney Lumet. Gira en torno a Roberto De Cesare (gran Ricardo Darín), lleva en solitario una pequeña ferretería, es un ser minucioso que se entretiene en contar los tornillos de las cajas que le mandan, es un veterano de la Guerra de las Malvinas y que sus pasatiempo son coleccionar recortes de periódicos de noticias insólitas, coleccionar figuritas de cristal y ver aterrizar aviones, hay una mujer, Mari (buena Muuriel Santa Ana), que está interesado en él pero este pasa de ella, sola la ve como una amiga, esta ordinaria vida se ve alterada cuando Roberto se hace cargo de un chino, Jun (buen Ignacio Huang), al que por azar recoge de la calle malherido, lo lleva a su casa, no habla nada de castellano, no tiene dinero y busca a su tío que se supone en alguna parte de Argentina, la arisca personalidad de Roberto se ve alterada con este chino, él no sabe vivir acompañado le que causará más de un conflicto, el contrapunto es la dulce Mari que encuentra en Jun un nexo por el que conectar con Roberto. Con este argumento se nos habla de la incomunicación, de la necesidad de ser amados, de la buena y mala suerte, lo hace con un guión del propio realizador, Sebastián Borenzstein, el ritmo es pausado para transmitirnos el estancamiento social en el que está Roberto, este ritmo es solo roto con reconstrucciones visuales de las absurdas noticias que lee, pero cuando llega Jun la acción coge algo más de velocidad para emitirnos el caos en que se ve envuelto el protagonista, las notas de humor no son hilarantes, son sutiles e inteligentes, las dosis de dramatismo no caen en la sensiblería, Borenzstein no cae en maniqueas escenas sentimentales, no nos sentimos manipulados, sabe no hundirse en lo fácil, lo que le imprime fuerza a la historia, aunque como defectos estarían alguna escena forzadísima, como todo lo que tiene que ver con el policía, y que resulta bastante predecible su desarrollo, incluso final me recuerda bastante ‘El secreto de sus ojos’, tampoco la poca compenetración con Muriel ayuda a emocionarnos. Ricardo Darín es la película, compone un rol ‘Walter Matthau de Billy Wilder’, es decir un asocial antipático que nos cae de maravilla, lo borda, su dominio gestual lo lleva a no hablar en muchos tramos y aún así decir mucho, es un portento a la hora de transmitir sensaciones, como dota a su huraño personaje de alma. Todo sumado nos da una simpática y previsible cinta, que te deja un poso agradable de buen rollo, pero que no te dejará marcado. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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