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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama. Thriller En 1973, el joven John Paul Getty III (Charlie Plummer) es secuestrado en las calles de Roma, y sus captores piden por él un rescate de 17 millones de dólares. A partir de ese momento su madre comenzará una desesperada lucha por conseguir que el abuelo del joven, el magnate del petróleo Jean Paul Getty (Christopher Plummer), uno de los hombres más ricos del mundo, pagase el rescate. Getty se niega a pagar un sólo céntimo por su nieto, ... [+]
22 de julio de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
143/25(30/06/18) El otrora gran Ridley Scott continua la senda de realizar obras bien envasadas, pero al vacío, el artífice de las memorables “Los duelistas”, “Alíen” o “Blade Runner” hace lustros navega por la senda de la irregularidad, ofreciendo más arena que cal. Aquí con guión de David Scarpa (“Ultimátum a la Tierra”), adapta la novela de John Pearson “Painfully Rich: The Outrageous Fortunes and Misfortunes of the Heirs of J. Paul Getty” (“Dolorosamente rico: la desorbitada fortuna y las desgracias de los herederos de J. Paul Getty”), la trama cuenta el relato biográfico de la negativa del empresario multimillonario J. Paul Getty en la década de 1970 a cooperar con las demandas de extorsión de grupo secuestradores del crimen organizado 'Ndrangheta (organización criminal de Italia, zona de actuación predominante es Calabria), había secuestrado a su nieto John Paul Getty III. Obra que no pasa de pasable, inane, sin dejar huella alguna, sin arriesgar, sin garra emocional, pretendiendo mucho más de que consigue, film plano, sin más alma que el retrato del “Ogro” de Paul Getty encarnado con carisma sublime por Cristopher Plummer (a sus 88 años), anhela ser radiografía de cómo llega a corromper el dinero, cómo la codicia aliena, como el capitalismo deshumaniza, como los ricos lo son por lavarse sus calzoncillos (literalmente), pero queda en una cinta rutinaria que llega a ofrecer lo peor que pueda dar una película, el tedio, y es que se alarga más que la visita de los suegros, con tramos superfluos que nada aportan, con redundancias remasticadas, sin más escena recordable que echar mano de una innecesaria secuencia gore (de casquería, el que la vea sabrá a que me refiero), con personajes (y actores) que no sabes que pintan allí, epítome el insípido e intrascendente Fletcher Chase (encarnado por el fútil Mark Wahlberg), con elipsis que descolocan, con artificiosos puntos de tensión, con un clímax acartonado, para desembocar en un final simplista y buenista que da grima.

Film que ya se hizo un hueco en todos los informativos del mundo por una noticia ajena a su trama o calidad, me refiero al escándalo de Kevin Spacey en relación a las acusaciones de acoso y abuso sexual, no desmentidas por éste, hacen que a menos de un mes de su estreno, Ridley Scott (con el beneplácito del estudio Sony) toma decisión de eliminar a Spacey (tuvo 22 escenas) de la película y volver a rodar todas sus escenas protagonistas con el veterano actor Christopher Plummer. Esto originó paradojas cumbres, una cinta que crítica la avaricia por obtener pingües beneficios, hizo un copioso gasto en estas alteraciones temiendo que la taquilla se resintiera por estar en ella “Verbal Kint”. Por su actuación como Getty, Christopher Plummer recibió la aclamación de los críticos y obtuvo nominaciones de los premios de la Academia, los Golden Globes y los BAFTA, entre otros.

Posee un prólogo sugerente con la voz en off del nieto de J. Paul Getty contando como su abuelo se convirtió en el hombre no solo más rico del mundo, sino el que más dinero había poseído jamás en la historia de la humanidad (¿?), lo hacen con unos flash-back sugestivos, ágiles, atractivos, de cómo llegó a amasar la infinita fortuna, y cómo se comportaba en su “trono” con un desmesurado despotismo con sus allegados, la frialdad por bandera, cómo uno de sus hijos es “acogido” en sus empresas para posteriormente corromperse. Para luego descubrirse uno de los personajes cruciales en la figura de la combativa (nuera del “millonetis”) Gail Harris, y como muestra su amor a sus hijos por encima de los petrodólares, teniendo luego que lidiar con la cicatería del suegro. A partir de aquí se convierte en un relato lineal y se hunde en situaciones funcionales que avanzan de modo liso, desinflándose en su propia falta de ideas para escapar de lo monocorde, con artificiosos repuntes de intensidad (spoiler), si giros que estimulen al espectador, con personajes (a excepción de el del millonario) que van de lo cliché a lo innecesario (el encarnado por Wahlberg), sin hondura dramática alguna, sin desarrollo, sin evolucionar, con unos secuestradores tópicos sin fuste alguno, con un supuesto villano con corazón que parece una caricatura acartonado en su rol de estereotipado calabrés. Es el relato de un secuestro, donde la madre del raptado se convierte en el eje, su lucha contra la racanería del billonario y contra la codiciosa criminalidad, llegando el director a asemejarlas, en una alegoría contra el capitalismo, pero esta bastante cogida con pinzas.

Cinta que posee arritmia punzante, adolece de garra, de valentía, de esquematismo en su idea de crítica. Suma lagunas producen incomodidad narrativa, ejemplo que los secuestradores no son precisamente genios meticulosos, sin embargo la policía italiana no es capaz de acercarse a ellos, no asistimos a investigación policial, como si permaneciera inerte durante el secuestro, mostrada como zoquetes inútiles; El rol encarnado por Mark Wahlberg, nos es presentado como la “leche” negociando, arregla dificultades del “viejo”, pensamos este tío será un “crack” indagando, pero conforme avanza el metraje nos preguntamos que pinta en la película, cuando acaba la indignación es palpable, nos damos cuenta es un bulto con ojos, sin más sentido que rellenar el cartel con un nombre supuestamente “taquillero”, tiene dos escenas para lucirse son puro relleno (huele a falso), sobre todo porque no se entiende la transformación de su personaje, simplemente por imperativo del guión; Se añaden unas elipsis mal trabajadas, torticeras, ejemplo el modo en que de la nada nos enteramos el padre del secuestrado ha pasado de trabajar con su progenitor a ser un “yonki”, o forma chusca en que nos enteramos han pasado meses a través de un hastiado secuestrador cuando no daba esta sensación, o lo mal estructurado está como pasa el reo de una banda a otra (estos últimos no son secuestradores, son inversionistas. Nos toman por idiotas?);… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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