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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Terror. Intriga. Thriller Tom y Evelyn son una pareja de turistas ingleses que viaja a una población costera española para disfrutar al fin de una tardía luna de miel. Sin embargo, cuando llegan, se quedan decepcionados: el lugar es demasiado bullicioso para pasar las tranquilas vacaciones que ellos habían planeado. Deciden entonces alquilar una barca para visitar una pequeña isla en la que Tom había estado cuando era más joven. Su sorpresa será mayúscula cuando ... [+]
30 de agosto de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
249/05(03/08/11) Fascinante film de terror hispano, dirigido por Narciso Ibáñez Serrador y escrito por él con su pseudónimo Luis Peñafiel, adapta una novela de Juan José Plans ‘El juego de los niños’, con un prólogo manipulador en el que con imágenes de archivo destroza a nuestra sociedad y en la que pone en el centro a los niños, los que siempre se llevan lo peor de nuestras miserias, en guerras y hambrunas son ellos los primeros en caer. Una pareja de casados de turistas ingleses, Evellyn (correcta Prunella Ransome), embarazada de 7 meses y Tom (buen Lewis Fiander), llegan de veraneo en una pequeña barca alquilada a una pequeña isla española del Mediterraneo, Almanzora, Tom había estado allí de niño y la recuerda muy tranquila, su sorpresa llega cuando se encuentran las calles desiertas, las casas vacías, el hotel inhabitado y su ansiedad va en aumento cuando empiezan a atisbar a algunos enigmáticos niños. El pilar más fuerte de la cinta es su asfixiante puesta en escena, de una claustrofobia opresiva aplastante, donde la maravillosa fotografía de José Luis Alcaine (‘El Sur’, ‘‘El viaje a ninguna parte’, ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, ‘Átame!’, ‘Ay, Carmela’, ‘Amantes’, ‘Belle epoque’ ‘Jamón, jamón’, ‘Volver’ y más y más’) se eleva a los altares de los más grandes nuestro ibero país, donde el calor te cala, te sofoca, inunda la pantalla del color blanco de la inocencia, la inocencia que son los niños y que de tanto respirar maldad están dispuestos a devolverla, ello envuelto en una deliciosa música de Waldo Rios (‘El trapero’, ‘La residencia’ o ‘El televisor’), aunque demasiado reiterativa que roza lo maniqueo, donde lúgubres sonidos corales infantiles te ponen el vello de punta. La historia posee un ritmo pausado y penetrante que a medida que avanza se hace punzante, con secuencias de gran turbación malsana, todo sucede por un día soleado, donde una ansiedad creciente atrapa a los dos protagonistas, donde el terror psicológico es muy superior al físico. El horror, el suspense y la intriga está multiplicada por el hecho de que los malos sean los más cándidos, los poseedores de la inocencia, los portadores de nuestro futuro, si ellos están contaminados por la maldad el mundo ya no tiene esperanza. Hay unas cuantas escenas escalofriantes, el siniestro paseo de la llegada de la pareja, la piñata de los niños vista en tremebunda elipsis, y más. Por debajo subyace una nítida y simplista crítica a nuestro mundo, que Chicho ya nos da masticada en su nada sutil antes mencionado prólogo, no hay que estudiar en Harvard para saber lo que ocurre y esta es su mayor tara, la nula sutilidad en su moraleja, nos la han metido antes de empezar a empujones. Recomendable a los que gusten de buen e inquietante terror psicológico. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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