234/34(19/06/21) Sugestiva dramedia mexicana dirigida por Alfonso Cuarón, coescrita por él y su hermano Carlos. Una road-movie, que como toda que se precie en este sub género es una historia de crecimiento personal, de despertar (en este caso a la madurez), donde además los ‘cuarones’ proyectan ansias de crítica social, exponiendo el clasismo de una clase acomodadas como la del trío protagónico, gente sin problemas económicos que disfrutan alegremente de la vida, donde solo parecen pensar en el sexo, ello frente flashes salpicados por el metraje de la vida convulsa mexicana en el año 1999, cuando el PRI (que llevaba en el poder siete décadas ininterrumpidas de presidentes del Partido Revolucionario Institucional y el ascenso de la oposición liderada por Vicente Fox) fue desalojado del poder por las urnas, esto potenciado por el recurso (muy Nouvelle Vague) de salpicados en que el sonido para y una voz en off (Daniel Giménez Cacho) narra sucesos paralelos del pasado y futuro de gentes que vemos (Pasan puestos de control de la policía, redadas de drogas y accidentes de tráfico, pasan por barrios marginales y son detenidos en un control de carretera con flores por los aldeanos que exigen donación para su reina, una niña vestida de blanco nupcial, que representa a la Virgen, etc...), otorgando un contexto sociopolítico, aunque esto me resulta más pretencioso que efectivo, pues me queda esquemático, apuntes a pie de página.

Ello con un inicio que parece situarnos en una comedia trivial de adolescentes que con travesuras sexuales veraniegas, donde cual jóvenes ‘rodríguez’ se quedan sin las novias al viajar estas a Europa, y convencen a una atractiva mujer de que los acompañe a una supuesta playa paradisiaca (la ficticia Boca del Cielo), pero donde el sexo es bastante explícito tanto visualmente (me resulta incluso molesto tanta exposición), como verbal, donde la promiscuidad es sudorosa y latente. Film que nos habla de los límites difusos entre la amistad y el sexo, sobre la represión sexual, sobre las inhibiciones que nos auto-imponemos, sobre las inseguridades de la juventud, sobre el ‘carpe diem’ (vive el momento). Ello en miscelánea con el retrato de un México cercano, donde destaca la primorosa fotografía del maestro Emmanuel ‘Chivo’ Lubezki (tri-oscarizado en años consecutivos: “Birdman”, “Gravity” y “Renacido”), ensalzando los escenarios naturales, dotando de dinamismo cuasi-documental con las tomas cámara en mano, con largas tomas ininterrumpidas, destacando esa toma en el tramo final de la Verdú mirando a cámara acercándose a los amigos, un juego de seducción fascinante. Todo ello protagonizado por un trío en estado de gracia como son los aztecas Gael García Bernal y Diego Luna, como dos amigos cuasi-siameses en su compenetración, y la madrileña Maribel Verdú, como especie de gurú que abre una visión nueva del mundo a los amigos.

La película comienza con dos mejores amigos adolescentes, Julio (Gael García Bernal) de clase trabajadora y Tenoch (Diego Luna) de clase alta, cada uno teniendo sexo con sus respectivas novias antes de que las chicas partan de viaje a Italia. Sin sus novias, los chicos aprovechan la oportunidad para vivir como solteros. En una boda conocen a Luisa (Maribel Verdú), la esposa del primo de Tenoch, Jano. Tratando de impresionar a Luisa, los chicos hablan de una playa ficticia y aislada llamada Boca del Cielo; sin embargo, inicialmente rechaza su invitación para acompañarlos allí. Luego, Luisa visita a un médico; después de su cita, recibe una llamada telefónica de un Jano borracho, quien confiesa entre lágrimas que la engañó. Al día siguiente, Luisa llama a Tenoch y le pregunta si su oferta para acompañarlos a la playa aún está abierta. Aunque Julio y Tenoch tienen poca idea de a dónde irán realmente, los tres partieron, conduciendo por las zonas rurales de México. Hablan de sus relaciones y vivencias sexuales para pasar el tiempo: los chicos se jactan de sus hazañas, mientras Luisa habla de Jano y recuerda a su primer amor, que murió en un accidente de moto.

Empieza marcando las cartas de su tono irreverente con respecto al sexo, vemos a Tenoch fornicando desnudos en el dormitorio de ella, bajo un cartel del film de Hal Ashby “Harold y Maude” (1971), que es una señal subliminal sobre lo que irá la cinta, pues la referida del poster narra un amor disfuncional entre un joven que tiene una aventura con una mujer septuagenaria, ello en medio de un contexto convulso político de la tente oposición de la sociedad USDA al conflicto en Vietnam. Tras lo que pasamos a l otro vértice joven que también tiene sexo con su novia en su dormitorio, cuando son interrumpidos por la madre de ella, Julio salta raudo al otro lado de la cama para no ser pillado in fraganti.

Luego está el tramo en que nos muestran la fuerte amistad entre Julio y Tenoch, pero todo mayormente dese una visión sexual (incluso osteológico, con el festival de pedos en el auto. Humor inteligente!), donde los dos se bañan desnudos en al piscina, se masturban tumbados en trampolines (había necesidad de ver el semen mezclado con el agua?), se duchan mirándose los penes. Son dos colegas que compiten permanentemente con situaciones superficiales, hasta que todo explota. Llegando al bloque central donde se da el viaje iniciático, donde Luisa se erige en manipuladora transgresora d estos jóvenes, a los que con libidinosos argumentos de libre amor despoja de sentimientos cualquier sexo, les habla del sexo sin tapujos, les bromea y los enfrenta. Mujer convulsa internamente, pensamos es por una infidelidad del marido, pero con el rush final descubrimos era algo más profundo, y que da un sentido de hondura emocional a todo, ‘Carpe Diem’.