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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Aventuras. Drama Inuk (Anthony Quinn) se siente solo en su iglú, pues, no tiene a una mujer que le haga "reír"... pero la vida va a mostrarse generosa con él, y pronto llegarán dos guapas muchachas entre las que tendrá el privilegio de elegir. Las costumbres y los grandes valores de su cultura, van a quedar bellamente recreados.
24 de febrero de 2010
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
065/27(19/02/10) Muy buen film de carácter antropológico, que nos adentra en un mundo desconocido como es el de los Inuits (‘El hombre’), para nosotros esquimales (despectivamente ‘Los que comen carne cruda’), es un semidocumental que recuerda bastante al antiguo de Robert Flaherty ‘Nanook el esquimal’. Una voz en off nos narra los usos y costumbres de esta gente, mientras seguimos las andanzas del protagonista Inuk (maravilloso Anthony Quinn), lo vemos cazar, buscar mujer de forma casi troglodita, lo vemos como se deshace de la gente mayor, tener un hijo, y el momento crucial el choque de dos mundos que para él supone el encuentro con el extraño ‘Hombre blanco’. Es un tipo de vida dura pero todo lo hacen de buen humor, riendo no paran de reír, incluso a realizar el sexo lo llaman reír, es un modo de vida tan hospitalaria que cuando les caes bien te piden reír con su mujer, es una cultura primitiva, que apenas ha tenido contacto con la nuestra, que nos dan a entender que ellos viven como les gusta, disfrutan, no le hacemos falta ni con nuestros avances, ni con nuestra religión, es un mundo que queda ennoblecido por el tono del film, tanto es así, que el nuestro es casi ‘El Infierno’, pues el embrujo de la civilización, ‘El hombre blanco’ lo representa un rifle, o sea la violencia, como en ‘2001, una odisea’ que al principio los monos descubren las ‘armas-hueso’, y cuando se encuentran con él descubren sus aficiones, o sea emborracharse con alcohol, para después querer civilizarlos a base de evangelización, y como esta evangelización es un insulto para ellos, vamos, que los ‘blancos’ quedan como perversores de cuerpo y mente, como demonios, mientras los Inuits son la pureza del alma. Las escenas en campo abierto son de una gran belleza, en las que queda patente la pequeñez del hombre ante la Naturaleza, son paraísos en los que la ‘Civilización’ aún no ha puesto sus pezuñas, rodadas en varios países, Alaska, Groenlandia, Norte de Canadá, y lo que rompe el encanto son las escenas realizadas en los Estudios Pinewood, me sentí al verlas como si en ‘La rendición de Breda’ hubiera aparecido Robocop, chirriaban hasta la dentera, imperdonable. Resaltable es el colosal trabajo de Anthony Quinn, el gran camaleón del cine, no te puedes imaginar a otro haciéndolo, lo borda, lo ves y es un oso blanco, una poderosa presencia que desborda la pantalla. Una licencia que se toma la película es el tema del lenguaje cuando se cruzan con ‘los blancos’, no creo que hablaran del mismo modo, beberían habérselo currado y no tirar por la calle fácil y simplemente <no hay problema, hablan lo mismo>, pierde fuerza la cinta. Recomendable a los que gusten de dramas costumbristas didácticos. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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