Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Serie de TV. Drama. Bélico 14 Episodios de una hora cada uno. En esta miniserie continúa la historia de la familia de Alex Haley, algún tiempo después de haber concluido la Guerra de la Secesión americana (1861-1865). Si la primera serie abordó la lucha por la libertad de los esclavos, esta segunda parte narra la lucha por la igualdad. Raíces II comienza en 1882, doce años después de finalizada la primera parte, y llega hasta 1967, el año en que Alex Haley, el ... [+]
31 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
262/30(27/12/16) Bajón con la continuación de la serie “Raíces”, la que fue un inesperado éxito de la cadena ABC. Dos años después de llegó esta secuela, la historia comienza donde finalizó la primigenia, en 1882, momento en el cual Tom Harvey, el bisnieto de Kunta Kinte se estableció como herrero en Henning (Tennessee), llegando a la década de 1960, cuando el propio Alex Haley ( James Earl Jones), inicia su investigación histórica sobre los orígenes africanos de su familia, hasta remontarse a su antepasado africano, Kunta Kinte (LeVar Burton), y de este modo cerrar el círculo genealógico, en un ejercicio por buscar la identidad y dignidad perdida con la esclavitud. La serie tiene entre sus atractivos la aparición de grandes actores clásicos, como Henry Fonda, Olivia de Havilland o Marlon Brando, así como reconocidos actores de color como James Earl Jones, Irene Cara, Ossie Davis o Pam Grier. En su debe está el gran recuerdo de la primer parte, donde la intensidad era enorme, donde los choques raciales eran fulgurantes, aquí todo resulta liviano, artificioso, como no queriendo hacer mucho ruido, siendo el núcleo los choques generacionales más que los xenófobos, repitiéndose varias veces como un mantra que el padre de esta cadena familiar está en contra de lo que la hija/o quiere hacer con su futuro, demasiados clichés rancios folletinescos, aminorando la carga del mensaje contra la intolerancia, pues esta, está presente, pero en mucha menor escala, presentándose el Ku Kux Klan casi como unos domingueros revoltosos, retorcido y que nos quieran hacer creer que en una comunidad racista del sur USA el KKK queme una casa de un judío y los negros vivan sin problemas (¿?), siendo esto un insulto para los negros que padecieron sus linchamientos, apenas hay que a un negro al que no le dejan votar que deriva en el linchamiento de otro, una revuelta de blancos contra los de color en una ciudad (que pobre de medios esta escena), y que a otro no le dejan dormir en un motel, esto salpicado por 10 horas y media queda muy difuso. Nada se habla de los movimientos por los derechos civiles liderados por Martin Luther King, de las manifestaciones, de las marchas contra la segregación, aminorando la dimensión que si tuvo “Raices”.

Es una serie que al contrario que “Raices” no ha envejecido bien, se nota acartonada, ajada, vetusta, enredándose en relaciones familiares de culebrón venezolano: Debería de retratar el final del SXIX y la mitad del XX en USA y esto queda en un esbozo, ejemplo es como transitan por la Segunda Guerra Mundial, el protagonista se alista en la marina antes del comienzo, dan la noticia del ataque a Pearl Harbor y a continuación vemos en un periódico el ataque nuclear a Hiroshima, demasiado esquemática. No hay activismo social, todo resulta más liviano, contemplativo. Adoleciendo de momentos de intensidad, de esos que si había en “Raíces”, aquí todo resulta más plano, solo salvable por la estelar aparición de un titánico Marlon Brando (ganó un Emy por solo una escena de unos pocos minutos) que en escasos minutos absorbe sobre sí el peso del film como el pérfido líder (real) de los nazis USA, George Lincoln Rockwell.

Se añade una pobreza de medios lastimera, denotándose el decorado de cartón por todos lados, esto se hace palpable y sangrante en lo que debería haber sido el clímax, con Alex Haley en el poblado de Gambia (África) de Kunta Kinte, rodada en plató, restando realismo y con ello dramatismo. Tampoco el trabajo de maquillaje resulta muy estimable.

En conjunto me ha resultado decepcionante, que no mala, se ve bien, pero no cala esta continuación salvable por ver a mitos del cine como Fonda, de Havilland o Brando, y por uno de los discursos enardecedores de Malcolm X (buen Al Freeman). Quedando escasa en lo que debería ser su crítica al racismo imperante en los Estados Unidos y más concretamente en los estados sudistas en este tiempo conflictivo de fuerte ideología de supremacía blanca. Fuerza y honor!!!

Comentario nada políticamente correcto en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow