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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama. Thriller El matrimonio Baines es personal de servicio de una embajada. La pareja cuida de Felipe, que es el hijo del embajador. El señor Baines (Ralph Richardson) y el pequeño son dos compañeros inseparables pero la señora Baines (Sonia Dresdel) trata de una manera dura y autoritaria al pequeño. Baines se enamora de una secretaria de la embajada. Felipe intenta ocultar el secreto. Pero la mujer se entera de lo ocurrido por la indiscreción del ... [+]
4 de septiembre de 2018
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
184/23(28/08/18) Curioso film británico realizado por Carol Reed, singular por adoptar el punto de vista de un ingenuo niño sobre el complejo mundo de los adultos, sus obsesiones, frustraciones, traiciones, mentiras, amores y desamores. Un año antes de "El tercer hombre", Carol Reed y Graham Greene ya habían colaborado juntos en esta película, esta vez el guión lo hizo Greene sobre un relato corto suyo (The Basement Room”), en "El tercer hombre" escribió primero el guión y después lo adaptó en novela (trabajaron otra vez más juntos, en “Nuestro hombre en La Habana”, 1959), habiendo mucho de la obra maestra “vienesa” en esta, sobre todo en la cinematografía, en su expresionismo, en esas tomas holandesas, con contrapicados, en el modo de filmar en la nocturnidad las solitarias calles de Londres, agrandando sombras. Pero en su contra hay que decir que le falta valentía y arrojo al relato, como si a medio camino decidieran caer en brazos de lo acomodaticio, esto lo aprecio el escritor Greene que dijo: "Me pareció que el tema no se podía filmar: un asesinato cometido por el personaje más comprensivo y un final infeliz". Reed, sin preocuparse, dio instrucciones a Greene para que hiciera algunos cambios alentadores, y estos cambios, incluida una conclusión positiva forzada, son lo que mantiene a The Fallen Idol de la grandeza. Además siento que la historia se estira demasiado en su parte policial, con interacciones con el chico que terminan por ser cansinas y hastiantes. Fue nominada para el premio de la Academia por Mejor Director (Carol Reed) y mejor guión adaptado (Graham Greene), y ganó el premio BAFTA a la mejor película británica.

El hijo de un diplomático, Philippe (Bobby Henrey), idolatra al mayordomo de su padre, Baines (Ralph Richardson). Baines ha inventado personalidad heroica para mantener entretenido al niño, y a menudo le cuenta historias de sus aventuras exóticas y audaces en África y en otros lugares, historias como sofocar un levantamiento nativo con una sola mano, matar a un hombre en defensa propia, disparar leones y así.

Reed desarrolla el relato en dos partes diferenciadas, en la primera presenta los personajes y sus demonios internos, ello desde la visión moldeable del niño, haciéndolo depositario de secretos que lo sumen en el desconcierto; en la segunda parte caemos en una subtrama policial algo endeble y poco creíble, donde se destapa la forma en que el niño intenta desenvolverse con los mayores, chocando con ellos de bruces; Esto lo desarrolla el realizador con buen pulso narrativo, con fluidez, apoyándose en un relato lleno de sencillez.

El escenario de la ampulosa embajada sirve como marco alegórico del mundo filtrado por el imberbe chaval, siendo la mayor parte el centro el gran lobby, con enormes ventanales, con techos altísimos, con su suelo alicatado a modo de tablero de ajedrez, sorteado por una pomposa escalera curva de mármol, especie de castillo donde el chico queda aún más empequeñecido. A través de este infante nos vamos enterando de lo que sucede a su alrededor, el mundo áspero de los adultos, un mundo retorcido ante la mentalidad pura del joven, está en una edad voluble, sugestionable, manipulable, ante la falta de unos padres atentos (la madre está ausente; y el padre lo deja al cuidado del servicio), buscando referentes y una brújula moral a la que asirse la encuentra en la figura cuasi-paternal del mayordomo, donde los mayores intentan aprovecharse de su bonhomía, haciéndole depositario de secretos, a los que él intenta responder con nobleza, y parta guardar estas confidencias cae en la mentira, pero siendo al final arrastrado por juegos de poder entre unos y otros que le hacen no entender lo que se cuece alrededor, máxime cuando intenta hacer lo correcto y nadie le hace caso. El chico bajo su frágil percepción distorsiona la verdad, no entiende las medias verdades, o que es lo moralmente justo, no sabe que es lo honrado, está confundido y desorientado (ejemplo diáfano es el tramo en que de noche en pijama huye de la embajada), el mundo decadente adulto le supera, su inocencia no sabe captar los matices entre el bien y el mal (ejemplo excelente es cuando es una prostituta en la comisaria la que le sonsaca la información, cuando él solo ve a una amable fémina).

Para el chico una simple visita al zoo con su “héroe” y su “sobrina”, vista por sus ojos como un día de fiesta, en realidad es una jornada furtiva de unos amantes, que lo llevan a él como especie de carabina, la pareja de amantes se cruzan miradas emocionantes que a la vista de Philip son inocentes, se toma un helado, visita a las serpientes, se sienta en un banco, pero tras esta jornada de ociosa se esconde un adulterio latente que él no llega a entender.

El guión surte de dos elementos muy simbólicos la trama: Por un lado está la serpiente, animal que es la mascota del pequeño Philip, que esconde tras un ladrillo, una alegoría bíblica sobre el pecado original, sobre la tentación, y en este caso podría ser sobre la pérdida de la inocencia que supone para el joven cuando se produce la catarsis por acción de la Sra. Baines; El otro elemento es la pistola, la vemos al inicio que Baines tiene un revólver en un cajón, elemento muy asociado al escritor ruso Antón Chéjov, sobre un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, o de lo contrario debe ser eliminado, si aparece la pistola en el primer acto debe tener su misión clave en el último, ello como recurso que revolotea por el metraje haciendo preguntarse al espectador que rol tendrá este objeto letal, pero esto está introducido de modo torticero, como si al final decidieran dar un cambia de rumbo facilón comercialmente que estropea la introducción del arma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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