Ya en su época, los hermanos Grimm tuvieron que dulcificar algunos de los cuentos que con tanto éxito recopilaron, procedentes de la tradición oral europea (principalmente alemana). Y es que entre las bien pensantes mentes burguesas no terminaban de parecer apropiados esos cuentos en los que madres abandonan a hijo, hay alusiones explícitas al sexo, etc.
Pero, aún así, sus relatos seguían teniendo mucho de grotesco, macabro y sangriento.

Encuentro ahora que a esta película se le critica justamente eso.
Y quiero pensar que no es ya por la moralina que los Grimm enfrentaron hacer dos siglos, sino porque tendemos a compararla con el célebre clásico de animación, incrustado ya en el subconsciente colectivo como si fuese la "verdadera historia" de Blancanieves.
Pero no debemos olvidar que Disney realizó una versión de este relato para niños de hoy en día (o de ), que no están acostumbrados a ver ejecuciones en la plaza mayor como estaban los de otrora, y por ello tan edulcorada como fuese posible con el propósito de alegrar los corazones de los más pequeños. Lejos intencionadamente del original.

Pero en esta película se toma el derrotero opuesto.
No solo no se evita ni se maquilla la parte más "gore" del relato, sino que se enfoca justamente desde esa perspectiva (como nos queda claro ya desde la primera escena, con el nacimiento de la protagonista), y para que no nos llevemos a engaño ya nos avisan en el título. Este es un cuento de terror.

El guión es definitivamente un gran acierto.
Se toma algunas licencias con respecto al original, pero notablemente bien enhebradas.
Como es habitual en todas las adaptaciones, Blancanieves no tiene 7 años sino que es una joven adolescente (para que le resulte más fácil de digerir al público actual).
Los enanitos no son en realidad enanos (bueno, uno sí) apoyándose en que en algunas versiones de este relato en realidad no son "enanos" sino "duendes" o "ladrones", o lo que es lo mismo, parias que viven al margen de la sociedad.
También varían las artimañas de la malvada madrastra y sus motivaciones, así como el final del cuento, aunque omito comentarlo para evitar spoilers.

Para seguir, el reparto resulta muy interesante.
Da gusto ver a Sigouney Weaver como villana, y su personaje resulta creíble (¡que no es poco!). El papel de su esposo es mucho menos relevante, un Sam Neill de factura impecable como siempre. Sorprende positivamente Monica Keena y Gil Bellows es un acierto de cast.

Esta película, eso sí, va justita de efectos (especiales y no tan especiales).
Simplista en general, lo cual puede no convencer a los más "modernos" pero que agradará a aquellos que no gusten de la pretenciosidad.

LO PEOR: Peter Gutenberg (personaje interpretado por un reteñido David Conrad).
LO MEJOR: Recordar que los cuentos de antes no son para niños de ahora.