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Voto de Zaldivar Jr:
9
Drama. Cine negro Verano de 1949. Ed Crane (Billy Bob Thornton), un introvertido barbero de un pueblecito del norte de California, se siente insatisfecho de su rutinaria vida. Las infidelidades de su mujer (Frances McDormand) le brindan la oportunidad de ejercer un chantaje que podría ayudarle a cambiar su apática existencia. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se habla del cine negro moderno, del post-noir, o el neo-noir, es algo obvio que el apellido Coen sale a la palestra, han reinventado el género de mil maneras y probablemente sean los mejores directores actuales en prestar inspiración a la hora de sacar una nueva historia que pasea entre las columnas que cimientan los policiales y el cine negro.

En 'Fargo', en 'Muerte entre las flores', en 'El Gran Lebowski', en 'No es país para viejos'... en tantos estilos de cine negro que desembocan en la américa profunda y los americanos corrientes que son tan cretinos que hacen que América sea una creación de los Coen. Y 'El hombre que nunca estuvo allí', es la obra que más cine negro clásico rezuma, no solo por la ambientación, sino por la trama. La historia de como puedes mandar tu vida a la mierda, de cómo prefieres jugarte la vida a seguir el falsamente bonito 'American Way of Life'. Parece una novela de James M. Cain, es retorcida, triste y desencantadora. Un escritor que trató el hastío y mal estar de los americanos en obras como 'El cartero siempre llama 2 veces' o 'Perdición'. El hombre que le dio amargura a la intenciones humanas y sembró la maldad en cada acción potencial de los americanos.

El querer algo más, el querer recompensarte por evitar comerte una vida resuelta pero aburrida. Aceptar la primera oferta que te llegue sin pensar si es un farol o no, ver a tu lado cualquier opción de extorsión o asesinato y pasear en la cuerda floja que supone el reposabrazos de la silla eléctrica. Huir de los problemas para comerte mierda por cualquier otra cosa, porque la vida es fatal, el protagonista lo sabe y no le queda otra que lidiar con la fatalidad que siendo un elemento fatalita sin escrúpulos.

Dicho esto, 'El hombre que nunca estuvo allí' es una obra maestra resultante por una asimilación y comprensión de un género ácido y desencantador, que retrata con una puesta en escena lúcida y hermosa, y una fotografía que hace de la realidad una pintura de Caravaggio. Con un totémico Thornton que nos acompañará de la oscuridad al blanco resplandeciente.
Zaldivar Jr
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