Que no Neptuno. Es uno de los pocos fallos de esta película, que sin embargo cuenta con la soberbia actuación de Kirk Douglas como el mítico creador del caballo de Troya. La bella Silvana Mangano realiza un doble papel (Penélope y Circe, para embrujar aún más a Ulises) y Anthony Quinn borda el de Antínoo, pese a que es el pretendiente que más tarde llega a Ítaca y sale pocos minutos en pantalla, en comparación con el resto.
Para ser de 1954 es entretenida y está muy bien hecha, especialmente el único ojo del cíclope Polifemo. No obstante, se echa de menos algún pasaje de "La Odisea" (ver spoiler 1) y se toma algunas licencias libres (ver spoiler 2).
Una cinta sin duda para recuperar, porque ya es de culto entre los aficionados a la mitología griega entre los que me encuentro. De hecho, por algo aparece entre la selección de cine italiano en "Cinema Paradiso".
Mi nota: 8,3