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Voto de sthgc:
9
7,6
83.164
Bélico. Drama
Año 1942, en plena Segunda Guerra Mundial. Mientras los ejércitos de Alemania y Rusia luchan encarnizadamente y el mundo espera con ansiedad el desenlace de la batalla de Stalingrado, un francotirador ruso, Vassili Zaitsev, persevera en la empresa de eliminar a sus enemigos uno por uno. Danilov -el oficial encargado de la propaganda soviética- lo convierte en un héroe nacional que debe servir de ejemplo para animar a las tropas a ... [+]
5 de septiembre de 2007
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película muy buena, bien merece nada más que halagos al mostrar una realidad tan cruda como es la guerra. Pero esto no nos concierne ahora. Yo unicamente con esta "critica" (si es que se le puede llamar así) quiero contar la verdadera historia.
[PARTE DE LA CRITICA DONDE CUENTO LA HISTORIA REAL]
Esta es la historia, algo diferente a la de la película y más corta, pero ambas versiones cuentan lo mismo. Habría estado mejor que el guión hubiera sido la historia tal como fué, pero aún así está muy bien.
[PARTE DE LA CRITICA DONDE CUENTO LA HISTORIA REAL]
Esta es la historia, algo diferente a la de la película y más corta, pero ambas versiones cuentan lo mismo. Habría estado mejor que el guión hubiera sido la historia tal como fué, pero aún así está muy bien.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La historia tiene lugar en los alrededores de la fábrica "Octubre Rojo" de Stalingrado, donde tras un día de búsqueda de Konings sin éxito por parte de Zaitzev y dos compañeros suyos, estos se retiraron a su bunker a charlar acerca de la estrategia que podría seguir el alemán.
Al amanecer, los rusos (Zaitzev y sus compañeros) avanzaron dejando atrás esta fábrica y analizaron el terreno, tras otro día sin éxito, regresaron a sus trincheras, donde recibió la visita de Danilov que quería ver el enfrentamiento en primera línea.
Al alba, Danilov descubrió al alemán al moverse este, y se levantó, disparando el alemán contra él en el hombro pero sin llegar a matarlo. Los camilleros retiraron a Danilov, y Zaitzev con los prismáticos analizó el campo y vio una plancha metálica bastante grande con ladrillos, y pensó que estaría ahí. Colocó un guante en un trozo de madera alzándolo suavemente disparando Konings justo en el centro de este. Su compañero Kulicov le afirmo que estaba ahí, y este y Zaitzev retrocedieron hasta tener justo al alemán de frente, tal que el alemán recibiera el sol de cara al atardecer.
Konings y Zaitzev esperaron hasta ese momento del día, y al anochecer, en un extremo de la plancha una mira telescópica brillaba por el efecto del sol en ella, Kulikov levanto su casco tal que al disparar Konings contra él, este cayó al suelo fingiendo ser herido y gritaba para hacer creer al alemán que Zaitzev fue alcanzado, pero en ese momento Zaitzev disparó a Konings entre los ojos. El rifle del alemán se quedó brillando, y Zaitzev para asegurarse se quedó mirando el reflejo de este para comprobar que no se movía hasta que se puso el sol.
Al amanecer, los rusos (Zaitzev y sus compañeros) avanzaron dejando atrás esta fábrica y analizaron el terreno, tras otro día sin éxito, regresaron a sus trincheras, donde recibió la visita de Danilov que quería ver el enfrentamiento en primera línea.
Al alba, Danilov descubrió al alemán al moverse este, y se levantó, disparando el alemán contra él en el hombro pero sin llegar a matarlo. Los camilleros retiraron a Danilov, y Zaitzev con los prismáticos analizó el campo y vio una plancha metálica bastante grande con ladrillos, y pensó que estaría ahí. Colocó un guante en un trozo de madera alzándolo suavemente disparando Konings justo en el centro de este. Su compañero Kulicov le afirmo que estaba ahí, y este y Zaitzev retrocedieron hasta tener justo al alemán de frente, tal que el alemán recibiera el sol de cara al atardecer.
Konings y Zaitzev esperaron hasta ese momento del día, y al anochecer, en un extremo de la plancha una mira telescópica brillaba por el efecto del sol en ella, Kulikov levanto su casco tal que al disparar Konings contra él, este cayó al suelo fingiendo ser herido y gritaba para hacer creer al alemán que Zaitzev fue alcanzado, pero en ese momento Zaitzev disparó a Konings entre los ojos. El rifle del alemán se quedó brillando, y Zaitzev para asegurarse se quedó mirando el reflejo de este para comprobar que no se movía hasta que se puso el sol.