"A Juan José Ballesta le han dado la Concha de Plata por 7 Vírgenes".
Fue lo primero que supe de este film. Poco después supe que Sevilla Festival de Cine había traído a los actores para su estreno en Sevilla. No volví a saber nada más de esta película hasta que me senté en mi butaca del acogedor cine Corona Center (el que recomiendo a todos los sevillanos aficionados al cine que busquen disfrutar de éste sin masificaciones y grandes salas). Tenía cierta resistencia a ver esta película. Supongo que, por saber poco de ella, no sabía si me atraía o no, si me gustaba o no. Decidí verla.

Sinopsis: un chico sale del reformatorio durante 48 horas para acudir a la boda de su hermano y bajo la tutela de éste. El film narra las 48 horas de este joven marginal (o marginado socialmente). Así, la historia parece no aportar nada nuevo. No obstante, no deja de ser una crítica a la sociedad. Pero... ¿qué sociedad? Esto lo entendemos bien los andaluces, y mejor los sevillanos. Es una perfecta descripción de lo que aquí llamamos "canis" (sólo les falta la gorrita y la ropa Nike). El habla es, precisamente, el que escuchamos constantemente en Sevilla. Y por eso se me hace cercana. Y por eso se me hace amena. Porque es la historia de ciertos barrios de mi ciudad. Y entiendo sus diálogos.

Una magnífica exportación de lo que se vive en Sevilla, y una magnífica denuncia, también, sólo que vista desde el lado de los "canis". Esta es la mayor tribu urbana de Sevilla... a la que hay que... ¿temer? Bueno, al menos, no provocar.

Por cierto, técnicamente... Felicidades a la dirección del film y al elenco de actores, además del resto del equipo técnico. Un gran trabajo del cine español.

Por último, felicidades por superar en recaudación a Torrente 3.