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España España · Gijón/Borja
Voto de Replicántropo:
8
Drama Juan, funcionario de prisiones, observa en silencio cada domingo la visita de Berta, la madre de uno de los presos. El día que por fin logra acercarse a ella, se sorprende a sí mismo haciéndose pasar por otro padre e inventándose a una hija dentro de la cárcel: Josefina. La necesidad de llenar el vacío en el que viven Juan y Berta les llevará a seguir encontrándose más allá de la realidad que les rodea.
27 de enero de 2022
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguna vez he leído que una de las razones por las que en EE.UU. no hay una afición masiva por el fútbol, es porque sus deportes (básket, béisbol, hockey hielo, su football) son frenéticos, pasan cosas constantemente, y el marcador lo refleja. Parece costarles comprender que un apasionante partido de balompié pueda estar lleno de jugadas estupendas, una tensión de alto voltaje, pasión emocional en césped y gradas... y terminar 0-0.
Algo así parecería esta austera propuesta: marcador a cero, en apariencia apenas nada ocurre, el ritmo es lento como la vacía existencia de sus personajes..., pero cuando la vida parecía haberse olvidado de ellos, cuando ya nadie esperaba nada de estos dos náufragos (ni siquiera ellos mismos), llega un torrente emocional que Juan no entiende, y Berta había olvidado, suponiendo que alguna vez lo viviera, que igual es mucho suponer.
Y ahí es donde brilla el guión, de texto escueto, escena austera y acción escasa. Y deslumbran Emma, como siempre; y Roberto, también como siempre, y esta vez colosal. No es fácil transmitir al espectador la esencia de dos vidas con tal economía de planos y más silencios que palabras. Otra cosa son las miradas, cargadas de asombro (contenido: siempre contenido) por lo que nunca se sintió o se olvidó, que no se sabe cómo encauzar, ni qué hacer con tanto sentimiento.
De esa impericia surge la mentira, porque solo a través de ella Juan podía vivir su verdad, y ofrecerla. Pero este espectador pocas veces ha visto en pantalla a un farsante más honrado, un silencio más elocuente, un bruto más delicado, un insomne más soñador, una dureza más tierna...
Final del partido: 0-0... pero (si tienen suerte: el cine español sigue maltratado por los exhibidores) no se la pierdan, vale pena.
Replicántropo
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