Los trenes siempre han estado muy ligados al cine y la literatura. Asesinato en el Orient Express, Anna Karenina, Extraños en un tren, Antes del amanecer, Polar Express, Imparable, Ladrones de trenes, Regreso al futuro III, Tira a mamá del tren... Conocedora de la faceta artística de este medio de transporte Paula Hawkins decidió otorgarle un papel relevante en su novela.

Opciones tenía, desde luego, pero La chica del autobús, La chica del Seat Panda, La chica de la furgoneta, La chica del patinete, La chica del tractor, La chica de los patines en línea o La chica que va andando no son títulos lo suficientemente atractivos e intrigantes. La chica del tren, en cambio, pone los pelos de punta.

Cuando vas en un tren todo se magnifica. Los asesinatos son más perversos, los amores más intensos, los viajes más largos, los asaltos más emocionantes y las peleas más espectaculares.

¿Acaso Harry Potter sería lo mismo si fuera a Hogwarts en coche compartido desde el garaje 9 y 3/4?.

Y siempre siempre siempre te ofrece una persecución por el tejado, unos indios a los lados, unos forajidos o ese puente inacabado en medio de la nada.

La chica: Emily Blunt.

Emily Blunt y un tren, un tren y la Blunt... las posibilidades son infinitas ¿qué puede salir mal?.