Un rudo y borrachín policía federal a bordo de un avión transatlántico, tendrá que enfrentarse a una amenaza que pondrá a prueba la seguridad de la aeronave.
Por encima de todo se trata de un grandioso espectáculo visual. El director del film ha fabricado un producto espectacular, electrizante y repleto de pura acción que engancha y deja sin aliento al espectador.
La cinta es una buena muestra del poderío del cine USA, los americanos son capaces de crear un puro y duro espectáculo del calibre y magnitud de esta cinta. Toda la película es dinamita y pura acción al 100X100, con unas increíbles secuencias dentro del avión, de un gran realismo y con imágenes espectaculares a lo largo de todo el metraje.
El sonido es de primera calidad, la dirección brillante y el guión algo fantasioso pero disculpable, con unos intérpretes que asumen sus respectivos papeles con fortuna.
Resumiendo: 106 minutos de grandioso espectáculo y pura evasión.