El hundimiento recrea con todo lujo de detalles, las ultimas semanas de la vida de Hitler en el búnker de la Cancillería de Berlín y el caótico fin de la barbarie de la guerra.
De ninguna manera es una película fácil de ver. Se trata de un drama sobrecogedor y brutal, con un realismo que pone los pelos de punta. La acción transcurre un 80% dentro del búnker del Führer, podemos contemplar a un Hitler enloquecido que vive en un mundo irreal de fantasías de grandeza y convertido en un auténtico monstruo, que no duda en sacrificar centenares de miles de vidas, solo para satisfacer su locura bélica. Las secuencias de las luchas por las calles de Berlín y todo lo que acontece dentro del búnker, está tratado con tanta seriedad y rigor que resulta tan creíble como desgarrador.
El actor que interpreta al Führer, Bruno Ganz, da vida al monstruo con una maestría que raya la genialidad más absoluta.
Recomendación: Gran película, pero debido a su crudeza no es apta para todas las sensibilidades.