Unos reclusos, justa o injustamente condenados a largas penas de prisión, son enviados a un inhumano penal de la Guayana francesa donde las posibilidades de supervivencia son muy escasas.
Papillon es un duro drama carcelario, donde somos testigos de la crueldad de un sistema penal que no respetaba ni los más elementales derechos humanos. La película es sobria, bien rodada y ejecutada de manera brillante aunque con un guión confuso en la segunda mitad de la cinta, contiene secuencias impactantes y con una ambientación creíble donde refleja las miserias que padecen nuestros dos protagonistas. Steve McQueen y Dustin Hoffman nos ofrecen una soberbia actuación que raya la perfección encarnado a dos presos con una sola ambición, huir.
Pero el film también tiene fallos perdonables propios de una época en la cual no se tenia en cuenta lo más evidente, nuestros héroes después de tantas calamidades y penurias, presentan la misma redondez de la cara y sin síntomas de adelgazamiento.