Quizás es la película que nos sitúa más cerca de entrar en contacto con un extraterrestre de manera realista y creíble. La sensación de estar ahí, dentro de la nave y de ver por primera vez un alien, es una maravilla.
La idea del tiempo es muy original y el lenguaje de los extraterrestres también.
Hasta ahí el film es sobresaliente. Sin embargo, se abusa del melodrama y se insiste tanto en explicar el desenlace que la película pierde fuerza.
Un pelín más de sutileza emocional la habría convertido en excelente.