La llegada
68.647
Ciencia ficción. Drama
Cuando naves extraterrestres comienzan a llegar a la Tierra, los altos mandos militares piden ayuda a una experta lingüista (Amy Adams) para intentar averiguar si los alienígenas vienen en son de paz o suponen una amenaza. Poco a poco la mujer intentará aprender a comunicarse con los extraños invasores, poseedores de un lenguaje propio, para dar con la verdadera y misteriosa razón de la visita extraterrestre... Adaptación del relato ... [+]
19 de noviembre de 2016
2028 de 2254 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arrival es una película sumamente compleja incluso para los entendidos en la ciencia ficción, y merece ser explicada. Por lo tanto, aquí va la sinopsis de principio a fin. Recomiendo que sólo la lean quienes ya la hayan visto y no hayan entendido nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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27 de septiembre de 2016
541 de 711 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas experiencias hay en el cine más gratificantes que acudir a la sala con una idea predeterminada de lo que nos espera en su interior y salir descolocados, traspuestos, por la imprevisibilidad de la propuesta. Porque si uno espera con Arrival una buena historia de ciencia ficción, con la garantía de un director infalible como Denis Villeneuve y estimulado por un tráiler que lleva a engaño, terminará embaucado por un relato mucho más rico en matices que una mera invasión alienígena, por un alud de planteamientos vitales, plenamente filosóficos, desde una perspectiva innovadora e intimista, sin alardes de inteligencia no alcanzable para todos los públicos. Una experiencia mucho más placentera que la que nos hayan podido proporcionar otros grandes exponentes del género.
Villeneuve demuestra que no hay reto que se le resista. Porque sin alterar las reglas de la ciencia ficción, demostrando un sumo respeto por el método científico, consigue perfeccionarla con una gran dosis de sensibilidad. El arranque de la película, en el que parece que la trama personal de la protagonista se cruzará de forma chapucera con la extraterrestre, ya advierte que el principio y el final de las historias nunca son claros. Lo que sí es evidente es que un planteamiento sugerente, la llegada de doce naves alienígenas al planeta Tierra, se desarrolla con sumo tacto, sin pasos en falso, con un control absoluto del ritmo y del objetivo que se quiere alcanzar, uno de los climax finales más poderosos de la historia del cine.
Esta vez el punto de vista no corresponde ni a un militar ni a un policía ni a un agente de la CIA. Esta vez es una experta lingüista la que se enfrenta a un reto global, demostrando que resulta más fácil la comunicación con seres extraterrestres que entre seres humanos. Amy Adams representa a la perfección a una protagonista que, en esta ocasión, no es heroína. Es tan sólo una científica, amante de su trabajo y ambiciosa en su carrera, que acepta el reto de intentar mediar entre la clase militar y los recién llegados. Su espíritu curioso, la prudencia con la que sólo una investigadora podría trabajar, se transmite durante buena parte de un metraje que busca crear atmósfera, que sumerge al espectador en un clima de incertidumbre y misterio absolutamente hipnóticos.
Sin recurrir a giros imposibles, a resoluciones aceleradas, Arrival basa su solidez en la fuerza de los sentidos, el de imágenes poderosas, que perdurarán durante largo tiempo, sonidos envolventes, revestidos con una banda sonora impecable, a cargo de Jóhann Jóhannsson y con la delicada aportación de Max Richter, incluso a lo más parecido al tacto que una película en dos dimensiones nos haya podido emular. Un planteamiento cautivador que no sólo emociona y conmueve, también sitúa al espectador en una disyuntiva moral de lo más interesante. Posiblemente, con permiso de Kubrick, la obra de ciencia ficción más redonda y completa.
Villeneuve demuestra que no hay reto que se le resista. Porque sin alterar las reglas de la ciencia ficción, demostrando un sumo respeto por el método científico, consigue perfeccionarla con una gran dosis de sensibilidad. El arranque de la película, en el que parece que la trama personal de la protagonista se cruzará de forma chapucera con la extraterrestre, ya advierte que el principio y el final de las historias nunca son claros. Lo que sí es evidente es que un planteamiento sugerente, la llegada de doce naves alienígenas al planeta Tierra, se desarrolla con sumo tacto, sin pasos en falso, con un control absoluto del ritmo y del objetivo que se quiere alcanzar, uno de los climax finales más poderosos de la historia del cine.
Esta vez el punto de vista no corresponde ni a un militar ni a un policía ni a un agente de la CIA. Esta vez es una experta lingüista la que se enfrenta a un reto global, demostrando que resulta más fácil la comunicación con seres extraterrestres que entre seres humanos. Amy Adams representa a la perfección a una protagonista que, en esta ocasión, no es heroína. Es tan sólo una científica, amante de su trabajo y ambiciosa en su carrera, que acepta el reto de intentar mediar entre la clase militar y los recién llegados. Su espíritu curioso, la prudencia con la que sólo una investigadora podría trabajar, se transmite durante buena parte de un metraje que busca crear atmósfera, que sumerge al espectador en un clima de incertidumbre y misterio absolutamente hipnóticos.
Sin recurrir a giros imposibles, a resoluciones aceleradas, Arrival basa su solidez en la fuerza de los sentidos, el de imágenes poderosas, que perdurarán durante largo tiempo, sonidos envolventes, revestidos con una banda sonora impecable, a cargo de Jóhann Jóhannsson y con la delicada aportación de Max Richter, incluso a lo más parecido al tacto que una película en dos dimensiones nos haya podido emular. Un planteamiento cautivador que no sólo emociona y conmueve, también sitúa al espectador en una disyuntiva moral de lo más interesante. Posiblemente, con permiso de Kubrick, la obra de ciencia ficción más redonda y completa.
21 de noviembre de 2016
306 de 363 usuarios han encontrado esta crítica útil
Asistimos a una interesante mezcla entre una estética surrealista con imágenes y música sugerentes, que por momentos recuerdan en su fotografía a cuadros que bien podría haber firmado Magritte, un argumento que se mueve con soltura entre el drama de la protagonista y el suspense, y un planteamiento de ciencia ficción en el que se asocia el elemento fantástico al lenguaje como filosofía de la inteligencia y de la percepción del tiempo.
En el aspecto estético sobresale la combinación de espacios interiores en perspectiva con exteriores y paisajes casi oníricos, el uso del cambio de foco jugando con la presentación de objetos y personajes a diferentes distancias, y la cámara fija alternando con steadycam no abusivo en escenas donde se quiere aumentar la sensación de acción de modo más realista. En general hay una recreación medida en muchos planos que cuida la presentación dándole un carácter más artístico que funcional, pero sin perderse ni olvidar que está al servicio de contar una historia.
La historia que nos cuentan es por supuesto la esencia del filme, que se basa en un relato corto del escritor estadounidense de ciencia ficción y fantasía Ted Chiang, titulado "Historia de tu vida". Como en el relato, el guión se cuenta como una narración de una madre a su hija sobre unos hechos que marcan sus vidas. En general es una fiel adaptación, aunque con alguna licencia en cuanto a las relaciones y hechos entre los diferentes países del mundo que se enfrentan a los sucesos. Licencia que quizás está algo de más, pero que no interfiere en lo fundamental. Y lo fundamental es presentarnos unos hechos extraordinarios que influyen de manera profunda en la vida de la protagonista, de un modo sobrenatural que se termina explicando mediante la conexión de la lingüística con el desarrollo de la mente y con el conocimiento del tiempo como otra dimensión más, resultando todo ello en la resolución de un drama ante el que sólo cabe la resignación (ver abajo en zona "spoiler").
La interpretación creíble de Amy Adams resulta fundamental, ya que es ella la que carga con el peso de todo el argumento. Es protagonista absoluta, y el resto de personajes son en realidad secundarios que giran en torno a la "historia de su vida", incluido el solvente papel interpretado por Jeremy Renner.
Así que lo mejor es entrar en la sala de proyección sin expectativas, dejándose llevar, desde una secuencia inicial que ya nos resume una vida y nos emociona en apenas minutos hasta un final que se cerrará como un círculo dando sentido a una historia donde los extraterrestres son sólo una excusa para hablarnos de recuerdos del porvenir, sobre el amor como nexo de los tiempos que fueron, son y serán.
"Tu padre está a punto de hacerme la pregunta. Éste es el momento más importante de nuestras vidas, y quiero
prestar atención, captar cada detalle (...) -¿Quieres tener un hijo?" (Ted Chiang, "La historia de tu vida", 1998).
En el aspecto estético sobresale la combinación de espacios interiores en perspectiva con exteriores y paisajes casi oníricos, el uso del cambio de foco jugando con la presentación de objetos y personajes a diferentes distancias, y la cámara fija alternando con steadycam no abusivo en escenas donde se quiere aumentar la sensación de acción de modo más realista. En general hay una recreación medida en muchos planos que cuida la presentación dándole un carácter más artístico que funcional, pero sin perderse ni olvidar que está al servicio de contar una historia.
La historia que nos cuentan es por supuesto la esencia del filme, que se basa en un relato corto del escritor estadounidense de ciencia ficción y fantasía Ted Chiang, titulado "Historia de tu vida". Como en el relato, el guión se cuenta como una narración de una madre a su hija sobre unos hechos que marcan sus vidas. En general es una fiel adaptación, aunque con alguna licencia en cuanto a las relaciones y hechos entre los diferentes países del mundo que se enfrentan a los sucesos. Licencia que quizás está algo de más, pero que no interfiere en lo fundamental. Y lo fundamental es presentarnos unos hechos extraordinarios que influyen de manera profunda en la vida de la protagonista, de un modo sobrenatural que se termina explicando mediante la conexión de la lingüística con el desarrollo de la mente y con el conocimiento del tiempo como otra dimensión más, resultando todo ello en la resolución de un drama ante el que sólo cabe la resignación (ver abajo en zona "spoiler").
La interpretación creíble de Amy Adams resulta fundamental, ya que es ella la que carga con el peso de todo el argumento. Es protagonista absoluta, y el resto de personajes son en realidad secundarios que giran en torno a la "historia de su vida", incluido el solvente papel interpretado por Jeremy Renner.
Así que lo mejor es entrar en la sala de proyección sin expectativas, dejándose llevar, desde una secuencia inicial que ya nos resume una vida y nos emociona en apenas minutos hasta un final que se cerrará como un círculo dando sentido a una historia donde los extraterrestres son sólo una excusa para hablarnos de recuerdos del porvenir, sobre el amor como nexo de los tiempos que fueron, son y serán.
"Tu padre está a punto de hacerme la pregunta. Éste es el momento más importante de nuestras vidas, y quiero
prestar atención, captar cada detalle (...) -¿Quieres tener un hijo?" (Ted Chiang, "La historia de tu vida", 1998).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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19 de noviembre de 2016
260 de 319 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me he considerado exigente con el cine de ciencia ficción, y más especialmente con el cine sobre extraterrestres. En esta página, si no recuerdo mal, he puesto a parir no solamente pelis de aliens palomiteras como Independence Day, sino también otras consideradas más "profundas" o "inteligentes" como Señales, Prometheus o Encuentros en la Tercera Fase. Desprecio la mayor parte de películas sobre alienígenas, porque el tema que abordan me interesa, y habitualmente lo abordan de forma horriblemente chapucera.
Ayer fui a ver esta película, presuponiendo que iba a ser una decepción, una de esas pelis que algunos idolatran y encumbran como obras maestras pero que a mi juicio no presentan una buena historia ni se sustentan sobre una base científica muy sólida (ejem, Interestelar...). Mi intención era verla, advertir sus múltiples fallos e incoherencias y venir aquí a señalarlos todos y a burlarme de la película (cada uno se divierte como quiere), pero resulta que me equivoqué. Y me alegra haberlo hecho.
Para empezar, la película se sustenta sobre una premisa muy coherente que la mayor parte de pelis de extraterrestres se pasan por los cojones. Me refiero al hecho de que, EVIDENTEMENTE, en el caso de que una civilización extraterrestre un día contactase con nosotros, constataríamos que no hablan nuestra lengua. Esto es una obviedad aplastante, pero podría citar decenas de películas que ignoran esto (por pereza o por auténtica ignorancia) y ponen a los aliens a hablar en inglés sin explicación alguna. Por otra parte, no se trata solamente de que no hablen nuestra lengua, sino de que su forma de comunicación y, probablemente, su forma de pensar y de concebir la realidad, sería también radicalmente distinta a la nuestra. Estamos hablando de una forma de vida que ha evolucionado de forma absolutamente independiente a nosotros; sólo por haber sabido plantear y respetar a la perfección esta premisa, el film ya merece una buena nota.
Cabe añadir que, en muchos aspectos, la película trata de distanciarse de otros films de extraterrestres ya vistos. Tanto en la forma de las naves (alejada de los clásicos platillos voladores) como en otras cuestiones que no puedo desvelar aquí para no hacer spoiler.
No obstante, debo admitir que hay algo en lo que no han sabido distanciarse del resto de películas del género, me refiero al aspecto físico de los extraterrestres (esto no lo considero spoiler, en tanto que puede verse en el trailer). Por lo que he visto entre las pocas críticas negativas que ha recibido la película, esta cuestión ha sido reiteradamente señalada. Sí, efectivamente, bien sabemos que la forma "pulpoide" es un cliché en este tipo de pelis, y en este caso han caído en él con los llamados "heptápodos". Lo habitual en los alienígenas cinematográficos (cuando no tienen la clásica forma humanoide delgada y cabezona) es que se tire por una semejanza con insectos o con calamares. Admito que la estética cefalópoda de las criaturas no es precisamente un alarde de originalidad. Pero, en defensa del film diré ¿Qué otro aspecto físico se os ocurriría para los aliens que sea original y no sea ridículo? Planteo esta duda muy en serio, y creo que la respuesta es tan difícil que por ello en algunos films como Contact o 2001 han optado por NO MOSTRAR en ningún momento a los extraterrestres (una opción poco valiente, pero elegante). A mi realmente no se me ocurre ninguna forma creíble y no ridícula en la que diseñar a un alienígena; hacerlos con forma de mamífero (en alguna crítica he leído que los podrían hacer con forma de vaca) no solamente quedaría estéticamente ridículo, sino que a nivel biológico sería dificilmente explicable como una vida que ha evolucionado de forma aislada pueda asemejarse casualmente a animales terrestres como las vacas con los que no tienen ningún parentesco. Asemejarse a un pulpo parece más plausible, en tanto que son una forma física simple que consta únicamente de cabeza (con la que pensar) y tentáculos (con los que manipular la materia), toda especie que haya desarrollado cierto nivel de tecnología debería contar, en principio, con extremidades hábiles, así que (por muy manida que esté la idea) la forma de pulpo no deja de ser bastante coherente.
Dejo para el spoiler lo que hay que dejar para el spoiler
Ayer fui a ver esta película, presuponiendo que iba a ser una decepción, una de esas pelis que algunos idolatran y encumbran como obras maestras pero que a mi juicio no presentan una buena historia ni se sustentan sobre una base científica muy sólida (ejem, Interestelar...). Mi intención era verla, advertir sus múltiples fallos e incoherencias y venir aquí a señalarlos todos y a burlarme de la película (cada uno se divierte como quiere), pero resulta que me equivoqué. Y me alegra haberlo hecho.
Para empezar, la película se sustenta sobre una premisa muy coherente que la mayor parte de pelis de extraterrestres se pasan por los cojones. Me refiero al hecho de que, EVIDENTEMENTE, en el caso de que una civilización extraterrestre un día contactase con nosotros, constataríamos que no hablan nuestra lengua. Esto es una obviedad aplastante, pero podría citar decenas de películas que ignoran esto (por pereza o por auténtica ignorancia) y ponen a los aliens a hablar en inglés sin explicación alguna. Por otra parte, no se trata solamente de que no hablen nuestra lengua, sino de que su forma de comunicación y, probablemente, su forma de pensar y de concebir la realidad, sería también radicalmente distinta a la nuestra. Estamos hablando de una forma de vida que ha evolucionado de forma absolutamente independiente a nosotros; sólo por haber sabido plantear y respetar a la perfección esta premisa, el film ya merece una buena nota.
Cabe añadir que, en muchos aspectos, la película trata de distanciarse de otros films de extraterrestres ya vistos. Tanto en la forma de las naves (alejada de los clásicos platillos voladores) como en otras cuestiones que no puedo desvelar aquí para no hacer spoiler.
No obstante, debo admitir que hay algo en lo que no han sabido distanciarse del resto de películas del género, me refiero al aspecto físico de los extraterrestres (esto no lo considero spoiler, en tanto que puede verse en el trailer). Por lo que he visto entre las pocas críticas negativas que ha recibido la película, esta cuestión ha sido reiteradamente señalada. Sí, efectivamente, bien sabemos que la forma "pulpoide" es un cliché en este tipo de pelis, y en este caso han caído en él con los llamados "heptápodos". Lo habitual en los alienígenas cinematográficos (cuando no tienen la clásica forma humanoide delgada y cabezona) es que se tire por una semejanza con insectos o con calamares. Admito que la estética cefalópoda de las criaturas no es precisamente un alarde de originalidad. Pero, en defensa del film diré ¿Qué otro aspecto físico se os ocurriría para los aliens que sea original y no sea ridículo? Planteo esta duda muy en serio, y creo que la respuesta es tan difícil que por ello en algunos films como Contact o 2001 han optado por NO MOSTRAR en ningún momento a los extraterrestres (una opción poco valiente, pero elegante). A mi realmente no se me ocurre ninguna forma creíble y no ridícula en la que diseñar a un alienígena; hacerlos con forma de mamífero (en alguna crítica he leído que los podrían hacer con forma de vaca) no solamente quedaría estéticamente ridículo, sino que a nivel biológico sería dificilmente explicable como una vida que ha evolucionado de forma aislada pueda asemejarse casualmente a animales terrestres como las vacas con los que no tienen ningún parentesco. Asemejarse a un pulpo parece más plausible, en tanto que son una forma física simple que consta únicamente de cabeza (con la que pensar) y tentáculos (con los que manipular la materia), toda especie que haya desarrollado cierto nivel de tecnología debería contar, en principio, con extremidades hábiles, así que (por muy manida que esté la idea) la forma de pulpo no deja de ser bastante coherente.
Dejo para el spoiler lo que hay que dejar para el spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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9 de diciembre de 2016
216 de 280 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dudo que ‘Arrival’ quede en los anales. Ni sus diálogos, ni alguna disonancia en sus efectos digitales, ni los caracteres retratados superarán la prueba del reloj. Aunque, quién sabe. Su baza principal está en el tono, azul, grisáceo y envolvente, que logra Villeuneuve con maestría.
“Ahí está la bestia” decía el personaje representado por Benicio del Toro en ‘Sicario’ (2015), refiriéndose a Juárez, ciudad-guarida de los narcos mexicanos. El plano –y su sonido sordo y ominoso– aún retumba en mis oídos como un zumbido de terror. El miedo, la extrañeza, lo ‘uncanny’ del universo de H.P. Lovecraft. ‘La parte de los crímenes’ de la monumental ‘2666’, obra definitiva de Roberto Bolaño. Lo oscuro y lo siniestro. La corriente subterránea del horror que aflora en todos esos cuerpos mutilados. Ese plano de Juárez, en ‘Sicario’, justifica por sí mismo el visionado de la cinta.
Lo equivalente a ese plano, en ‘La llegada’, es una sensación.
La película no escapa a los defectos del cine ‘mainstream’ norteamericano. El desempeño verbal de los “superprofesionales” irrita o da vergüenza ajena. Conversaciones de este palo:
EXPERTO MILITAR
Es usted la número uno en nuestra lista, pero si no descifra los borborigmos de la grabación en menos de treinta segundos, recurriremos al número dos. Y nada de trucos, sabemos que tradujo del farsi las palabras de un presunto terrorista islámico.
EXPERTA EN LINGÜÍSTICA
Pero es que yo estoy pez en borborigmos…
Por abreviar, diré que Louise (la experta número uno) sugiere al coronel que vaya a Berkeley y le pregunte al otro candidato –el número dos del 'ranking' de lingüistas– cómo se dice “paz” en lengua sánscrita (lo que dará ocasión a que se luzca cuando vuelvan a por ella). A saber qué resortes abrirá en la mente del espectador promedio en USA la palabra “sánscrito”; un sésamo, quizás, para descifradores desnortados.
Si Champollion levantara la cabeza…
[Aunque la calidad, en cine, no ha de ser fruto ni rehén de los meandros de la trama, prefiero proseguir en zona spoiler.]
“Ahí está la bestia” decía el personaje representado por Benicio del Toro en ‘Sicario’ (2015), refiriéndose a Juárez, ciudad-guarida de los narcos mexicanos. El plano –y su sonido sordo y ominoso– aún retumba en mis oídos como un zumbido de terror. El miedo, la extrañeza, lo ‘uncanny’ del universo de H.P. Lovecraft. ‘La parte de los crímenes’ de la monumental ‘2666’, obra definitiva de Roberto Bolaño. Lo oscuro y lo siniestro. La corriente subterránea del horror que aflora en todos esos cuerpos mutilados. Ese plano de Juárez, en ‘Sicario’, justifica por sí mismo el visionado de la cinta.
Lo equivalente a ese plano, en ‘La llegada’, es una sensación.
La película no escapa a los defectos del cine ‘mainstream’ norteamericano. El desempeño verbal de los “superprofesionales” irrita o da vergüenza ajena. Conversaciones de este palo:
EXPERTO MILITAR
Es usted la número uno en nuestra lista, pero si no descifra los borborigmos de la grabación en menos de treinta segundos, recurriremos al número dos. Y nada de trucos, sabemos que tradujo del farsi las palabras de un presunto terrorista islámico.
EXPERTA EN LINGÜÍSTICA
Pero es que yo estoy pez en borborigmos…
Por abreviar, diré que Louise (la experta número uno) sugiere al coronel que vaya a Berkeley y le pregunte al otro candidato –el número dos del 'ranking' de lingüistas– cómo se dice “paz” en lengua sánscrita (lo que dará ocasión a que se luzca cuando vuelvan a por ella). A saber qué resortes abrirá en la mente del espectador promedio en USA la palabra “sánscrito”; un sésamo, quizás, para descifradores desnortados.
Si Champollion levantara la cabeza…
[Aunque la calidad, en cine, no ha de ser fruto ni rehén de los meandros de la trama, prefiero proseguir en zona spoiler.]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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