Está claro que ésta es una película apta para los amantes de la sensiblería y de lo pegajoso, si se me permite el apelativo. Yo me incluyo dentro de ese grupo. Hay películas que se ven como obras de arte, otras como denuncia (odio la mayoría de esas historias), hay películas para todo. Pero no olvidemos lo que es el cine: puro entretenimiento. Y eso es lo que busco en una película, que me entretenga y me deje un buen sabor de boca, buen sabor porque me ha hecho disfrutar y evadirme durante un ratito. Eso es lo que ofrece One Day, nada más.
Es interesante ver la evolución de los personajes en el mismo día pero con el paso de los años, y como eres testigo de los errores que uno y otro cometen sabiendo de sobras cómo debe acabar todo. Sin querer estropear el final, creer a pies juntillas que todo va a ser predecible es pecar de listo.
Merece la pena compartir ese día con los protagonistas.