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Voto de Kyrios:
6
Ciencia ficción. Acción. Thriller En la traicionera frontera de la ciudad de Samurai Town, un ladrón de bancos sin escrúpulos (Nicolas Cage) es liberado de la cárcel por un pudiente señor de la guerra conocido como The Governor (Bill Moseley) para que encuentre a Bernice (Sofia Boutella), su nieta adoptiva, que desaparecido sin dejar rastro. Para garantizar que cumpla su palabra, el ladrón es obligado a llevar puesto un traje de cuero que se autodestruirá en un periodo ... [+]
28 de septiembre de 2021
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Prisoners of the Ghostland (2021) es la última película de Sion Sono, y que ha tenido su Preestreno internacional en el festival de Sundance de este año y que en España lo hará próximamente en el festival de Sitges. Lo cierto es que la película ha dejado dividida a la crítica y la recepción del público no ha sido la mejor, para una película controvertida que sigue la senda de las últimas películas del japónes, cada cuál más exagerada y etérea narrativamente hablando.

Prisoners of the Ghostland es un pastiche en el que Sion Sono ha metido en una batidora todas las referencias cinematográficas que conoce y ha bebido, sobre todo del cine norteamericano (y europeo) de Serie B (es interesante remarcar que por el contrario, de cine japonés no encontramos tantas referencias, por no decir ninguna). Así, la película se ve en realidad como una lista en la que se van enumerando todas las influencias y referencias. Una obra posmoderna en todo su esplendor, que es capaz de admirar, pero no de crear algo nuevo.

En este contexto ha querido encuadrar el director japonés a Nicolas Cage, un actor que recordemos también se labró su carrera en películas de acción y desenfrenadas, y que ahora parece el ideal para encarnar al modelo de personaje protagonista que simboliza todo lo que la serie B ha pretendido. Desde luego el actor ideal para el proyecto, que aún así se encuentra un tanto perdido en algunos momentos. 

Referencias (I)

El campamento de los "prisioneros" puede recordarnos desde películas como Mad Max hasta obras de explotación italianas como Los Nuevos Bárbaros (1987) de Enzo Castellari. Nos encontramos con una estructura muy similar, que también aprovecha troppos típicos de este subgénero del cine postapocalíptico, como el naufragio de la tecnología humana (y la subsecuente invención de una nueva que resulta adaptable a los nuevos tiempos), los mesías que guían a las desesperadas poblaciones que han sobrevivido, el surgimiento de una cultura violenta que no respeta la vida (el "hombre-rata" y sus secuaces) y otros elementos particulares, incluyendo una estética "desértica".

Referencias (II)

La acción que acontece en el pueblo es un claro homenaje al Spaghetti Western, en todos los sentidos. Empezando por el obvio diseño de producción e incluyendo la música que compone Joseph Trapanese, que emula las míticas melodías tan típicas de este tipo de películas. Pero también nos encontramos con una trama que se apoya en muchos argumentos parecidos del género (la búsqueda de un desaparecido raptado por los indios).

El personaje del gobernandor por ejemplo está relacionado con los típicos villanos que habitan el género del Western (tanto en su vertiente clásica como en el cine italiano) y que utilizan su parcela de poder para uso personal. En todo caso, la huella de Sono está también en la exageración de cada uno de los aspectos de la película, y también los personajes están sobredimensionados.

Uno de los grandes motivos por los que la película ha sido tan criticada es por su absoluta falta de narrativa y coherencia. La película no cuenta realmente una historia, sino que simplemente se dedica a seguir los pasos de Nic Cage, mientras el guion desglosa las referencias que hemos comentado anteriormente. Esta falta de narrativa, también muy típica de la posmodernidad, puede resultar repelente para los espectadores más acostumbrados a una historia con introducción, nudo y desenlace.

Sin embargo, a Sono todo esto le da igual, y no tiene reparos en mezclar flashbacks, historias dentro de historias y en perder continuamente el hilo de la narración. Como decíamos, esto no es lo que realmente le interesa al director. 

Conclusión

Prisoners of the Ghostland no es el proyecto que todos esperábamos. Loco sí, pero sin la magia necesaria para que podamos entrar de lleno en el desenfrenado mundo que plantea el japonés. Aún así, tiene los suficientes elementos como para recomendarla para los amantes del género.

Crítica escrita para Cinemagavia.es
Kyrios
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