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Voto de Kyrios:
4
Fantástico. Aventuras Fantasía épica que adapta la serie "Avatar: The Last Airbender". La nación del Fuego declara la guerra a las naciones del Aire, el Agua y la Tierra. Tras un siglo de lucha, no hay esperanza alguna de acabar con tanta destrucción. Aang (Noah Ringer), el más reciente sucesor del ciclo del avatar, el único con poder para controlar los cuatro elementos, tendrá que viajar hasta el Polo Norte para dominarlos y poner fin a la guerra. En esta ... [+]
16 de agosto de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director indio más famoso de Hollywood, M.Night Shyamalan volvió al cine en el 2010 con Avatar: The last airbender, una película que fue recibida por la mayoría de críticos con una recepción más que negativa. Casi podríamos decir que fue totalmente apedreada y fue engullida en taquilla por otro avatar, en este caso, el de James Cameron. Aún así la película de Shyamalan posee algún detalle que hace que la cinta se pueda ver con interés, siempre que el espectador sepa de antemano que la imaginación del indio es bastante profunda y sus películas bordean siempre la fantasía (en este caso, por el material que adapta, podríamos decir que más que nunca), además de que sus obras pueden leerse perfectamente como cuentos llenos de creatividad. Desde luego Avatar: The last airbender, no es ni de lejos su mejor película, pero las críticas parecen ser demasiado despiadadas, tanto que el propio director ha atacado la figura del crítico en diversas ocasiones. En la película precedente de Last Airbender, El incidente (2008) el director realizaba una secuencia de violencia gratuita en respuesta a los críticos que acusaban al director de ser demasiado blando. pero en la Joven del agua (2006) aún iba más lejos y un crítico de cine aparecía en la propia trama, siendo devorado por un monstruo que aparecía en el film para más gloria del director.

En fin, que The Last Airbender trata un tema bastante fantasioso. Los cuatro elementos son la base de los poderes en la tierra y cada pueblo tiene su propio elemento. Dentro de esta trama encontramos que el Avatar (el ser que domina los cuatro elementos) aparece de nuevo a la tierra para traer la paz al desequilibrio, pues el imperio del fuego se había anexionado otros territorios.

En todo caso, The Last Airbender es una película bastante desigual, y se aleja bastante del cine de Shyamalan. O más bien dicho, el director se atreve con un argumento que no es habitual en su trayectoria, aunque podamos percibir perfectamente su sello en gran parte de sus fotogramas. Seguramente uno de los problemas de la película es que el director se ha visto totalmente desbordado por el proyecto. La película, basada en la serie de Televisión (del mismo nombre), ofrece un argumento que utiliza una iconografía demasiado prepotente y arriesgada, y se atreve ni más ni menos que a compararse con otras películas del género fantástico. Digamos que se ha intentado comprimir en muy poco tiempo una historia demasiado densa (por no hablar del lamentable guiño final hacia una posible secuela). Además de utilizar una jerga propia que puede descolocar perfectamente al espectador (entre espíritus del mar, magia y diversos elementos que aparecen en la película). Ojo, porque no todo se debe a la culpa de Shyamalan, sino que la película denota que ha habido tijeretazos claros en la sala de montaje. Muchas de las acciones de los personajes corroboran esta teoría, y es que de un momento a otro podemos comprobar cómo el joven de la hermana principal se enamora en un simple plano, de una jovenzuela que no ha aparecido hasta el último tercio del film (y desaparece sin pena ni gloria) o como los personajes se mueven de un lado para otro en cuestión de segundos. La respuesta está clara, y además la mayoría de escenas están escogidas con la única intención de conseguir el máximo beneficio posible. No es casual que la mayoría de escenas se dediquen a exhibir escenas de acción y efectos especiales (que en general resultan bastante convincentes, por otra parte), otro claro caso de que los productores toman una vez más por tonto al espectador.

Escenas de acción que en líneas generales podemos decir que están lo suficientemente bien rodadas. Ahí se nota la mano de Shyamalan y es que el indio no es un director cualquiera. Recogiendo elementos del Medievo (especialmente en armas y vestuario) y de las artes marciales el director ofrece un cóctel de acción en el que el director se siente bastante cómodo. No busquen parecidos con otras películas en este plano porque la acción de Airbender es bastante singular. Shyamalan se aprovecha bastante de los diferentes recursos que le ofrece el argumento, en el tema de los diversos elementos matéricos, haciendo que participen de manera activa en las peleas. También el director ralentiza de manera bastante interesante las secuencias (totalmente a contracorriente de la mayoría de películas de acción) de tal manera que lo que más prima son unas acertadas coreografías, que eso sí, el espectador deberá aceptar pese a su idiosincrasia. Y es que en ciertos momentos, como es natural ante semejante espectáculo, las escenas de acción hacen que la película caiga en el ridículo, o por lo menos en bordee, y es que ver a un joven shaolin moverse cual Gremlin es cuanto menos curioso.

El caso es que viendo el desaguisado queda claro que el argumento no tiene precedentes en la trayectoria del indio. Quizá ese sea uno de los errores de la película, el hecho de que se trate de un encargo comercial y de que el director se haya visto obligado por temas económicos a aceptar este encargo.

El reparto tampoco parece el más acertado. Se reconoce el talento de Dev Patel pero los demás actores quedan bastante en evidencia. No hablaremos de Noah Ringer porque eso sería otra historia.

http://neokunst.wordpress.com/2013/08/11/analisis-filmico-avatar-the-last-airbender/
Kyrios
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