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España España · Tarragona
Voto de Luigi:
6
Romance. Comedia Inglaterra, finales del siglo XIX. El doctor Joseph Mortimer Granville inventó el primer consolador eléctrico para tratar lo que se conocía como histeria femenina, cuyos síntomas incluían insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, irritabilidad o pérdida de apetito. (FILMAFFINITY)
29 de junio de 2012
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya sé que lo he dicho más de una vez. Hablo de la capacidad que tiene el cine de contarnos acontecimientos históricos mayormente ignorados. Pero es que en esta ocasión la cosa tiene su intríngulis. Confieso que cuando vi la película pensé que todo era una broma, una especie de parodia de un psicoanálisis en ciernes. Después, leyendo he visto que no, que la cosa era tal y como se describe en la película que ahora comento. Lo más sorprendente es que algo que fue habitual durante décadas en las clases opulentas permanezca casi clandestino en el conocimiento actual, porque confieso que ni yo ni nadie de mis allegados sabían de este tratamiento médico tan en boga en el siglo XIX.

Dicho tratamiento consistía en el masaje digital del clítoris por parte del médico de las pacientes aquejadas de histeria, una enfermedad que curiosamente solo afectaba a la clase pudiente y que se manifestaba con nerviosismo, ataques de ansiedad etc.... No es broma, repito, ese era el tratamiento médico para una enfermedad que era el resultado de la opresión sexual de la época victoriana. Y en ese tratamiento médico bastaba cambiar las palabras para hacer de lo sexual algo puramente médico, pongo un ejemplo. Al orgasmo se le llama paroxismo histérico, y así todo queda en ciencia, increíble en una época de tanta represión, ¿no?

En concreto, la película es un film típicamente inglés de época, con buenos actores, buena ambientación y cuidado guion. Trata del médico que inventó el vibrador y que suplió el tratamiento digital, siempre algo engorrroso; todo un boom en su época, más que la aspiradora o la plancha eléctrica, por ejemplo. Tiene fuertes paralelismos, como el del honorable médico y su sirvienta, antigua prostituta; ambos destinados a dar placer con su cuerpo. Pero más allá de esto, yo me quedo con la enseñanza histórica e histérica de esta singular obra.
Luigi
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