Super 8 - Ingredientes:

1) Una trama trillada. Lo siento señores, pero sobre extraterrestres que vienen (¿o no?) a invadirnos está todo escrito y para muestra un botón.

2) Un dramón. Porque un extraterrestre no es suficiente para llenar dos horas de película; necesitamos drama y eso viene en forma de conflictos familiares, algo a lo que JJ Abrams nos tiene acostumbrados (al menos a los que vimos Lost), los enfrentamientos padre-hijo son una constante en la serie y también en Super 8.

3) Un puñado de críos haciendo una peli. Los tenemos a todos: el gordito gracioso; el friky; el obseso de los petardos; el protagonista con complejo de héroe y la chica guapa (¡adivinad con quien se queda de todos!)

4) Peleas interfamiliares al más puro estilo Romeo y Julieta... bueno no, eso sería tirar demasiado alto.

5) Hechos inexplicables, cosas que están porque sí y nadie te dice por qué (algo a lo que también nos tenían acostumbrados en Lost).

6) Un director que tras una serie existosa se cree el dios de la ciencia ficción (ojo que yo me considero una fan absoluta de Lost, pero hay cosas que no se pueden hacer JJ). Asumo que tras hacer una serie tan adictiva, revolucionar el mundo de la televisión y cosechar en tu haber éxito y premios quieras dirigir una peli como esta, pero al menos asegúrate de estar a la altura y no parecer un aficionado.

7) Un nombre famoso para estampar la marca, en este caso, Spielberg.

8) Mucha publicidad, críticas que sobreestiman la película.

Y... ¡Listo! Tenemos el taquillazo del año que no deja de ser una película más de las tantas que hay, incluso tirando a lo bajo. Esperaba mucho más JJ. Abrams y Spielberg. Aun así no la voy a suspender porque no es una obra maestra (ni muchísimo menos), pero hay películas mucho peores que esta que se merecen el suspenso.

En resumen:

Lo mejor: de la película fue el sketch final y la música de Giacchino.

Lo peor: lo tremendamente decepcionante que resulta.