La enésima "obra maestra" de Pixar y la nueva decepción. Es verdad, que la he recibido con muchos recelos a pesar de las alabanzas que ha cosechado "Coco", lo que incluye dos Oscars, uno al mejor largometraje de animación y otro por la mejor canción. Se me ha llegado a advertir que "estuviera preparado para llorar" ¿Llorar? Por supuesto, cada uno se emociona con lo que quiere pero me parece que no es suficiente con exhibir algo trágico en la pantalla para derramar lagrimones sino que estos tienen llegar como la culminación de un proceso catárquico en las que las emociones se desbordan, fruto de algún tipo de tensión dramática. Eso, por supuesto, nunca sucede en "Coco", ni siquiera se acerca solo un poco puesto que su trama se reduce a una simple aventura, tirando a mediocre, con un momento cumbre más ñoño que sensible. En eso consiste todo lo que nos ofrecen Lee Unkrich y Adrián Molina. Dicho lo cual, "Coco" tiene un colorido diseño, no se hace aburrida, las canciones se dejan oír y en especial maneja una ideas de altas posibilidades, la de conectar el otro mundo con el nuestro o la necesidad del recuerdo de nuestros seres queridos.

Sin embargo, no es suficiente. Vamos a pasar por alto el matriarcado histérico-empresarial (observad que ellas son dominantes, valientes y agresivas mientras que ellos son cobardes, asustadizos y sumisos), la expulsión de cualquier sombra de catolicismo en el día de muertos o que se inventen el folclore, con estos alebrijes que no tienen nada que ver. Pero es que "Coco" carece de originalidad, siendo poco más que un cruce entre "Up" (2009) y "El viaje de Chihiro" (2001), hasta tal punto de que es fácil adivinar todo lo que va a suceder, pero todo, como a los veinte minutos. El conflicto dramático entre mujeres que odian la música y niño que la ama es sumamente estúpido, hasta el punto de que él podría morir por la tozudez de su parentela. El villano no actúa de modo lógico con la fotito, ni los muertos al no aclarar el equívoco durante décadas. Esto no es serio. Aunque tampoco lo intenta, demasiado ligero y frívolo para los temas que toca, se fía todo a la idea de "recordar". Pero para su desgracia algo así lo hemos visto unas veinte veces mejor en "Rascal Does Not Dream of Bunny Girl Senpai" (2018). En el SPOILER os explico cómo podría mejorar "Coco".