Para no andarme con las ramas os voy a hacer el resumen de esta película: gente tonta haciendo tonterías. Algunos incluso algo peor porque directamente les falta un tornillo. Guillermo Arriaga debuta en la dirección, de paso también escribe el guión, que es su rol habitual, con una obra que se inspira mucho en su maestro, Alejandro González Iñárritu, como por ejemplo, en "Babel" (2006). Se trata de cuatro historias que se van alternando en la pantalla. Aquí reside el único interés de la función, descubrir cómo se van a entrelazar aunque el espectáculo dura poco porque a los 15 minutos el espectador ya se ha dado cuenta de todo.

La clave de este aborto fílmico es que "Lejos de la tierra quemada" adolece de un vicio bastante común en el cine moderno de autor con pretensiones intelectuales: que las situaciones son inverosímiles porque los personajes son falsos. Para comportarse como hacen estos hay que estar mal de la cabeza o ser muy tonto. Lo peor es que a nadie se lo parece lo que hace que chirríe más la propuesta. Por otro lado, si va por el camino de la redención y lo romántico, Arriaga fracasa porque, entre otras cosas, hay dos asesinatos que quedan completamente inmunes. ¿Qué clase de perdón es este? Película fea que fue un gran fracaso en la taquilla.