No sé qué es esto. Aparece como drama pero también no deja de ser thriller, romance y comedia, acaso negra, pero comedia a fin de cuentas. El resultado dista de gustarte principalmente porque entre un género y otro el director no encuentra el tono adecuado. Más que desarrollarse, deambula con poca agilidad y escasa gracia ante un espectador que no mucho crédito a este conjunto de decisiones precipitadas, casualidades, enredos y giros constantes. La película es irregular y extraña, con un toque underground bien palpable que tampoco ayuda mucho.

Buena culpa del pobre resultado de "Luna sin miel", pese a contar con una historia curiosa y un puñado de buenos actores, hay que achacársela a Steven Baigelman. Con razón no volvió a ponerse detrás de las cámaras nunca más. Al final sólo nos queda la presencia de unas cuantas caras famosas: Dan Aykroyd, Courtney Love, Vincent D'Onofrio, que es el que está mejor, y luego los protagonistas, el siempre atractivo Keanu Reeves y una Cameron Díaz guapísima, como en "La Máscara". Con deciros que aquí se parece a Ana de Armas está todo dicho.